Capítulo 2

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Sungmin estaba parado en el medio del cuarto viendo su obra lista, por fin estaba todo ordenado, el reloj marcaba cerca de las diez y mañana debía ir a trabajar, se desnudó y rodeó su cintura con una toalla, una ducha lo relajaría para dormir lo suficiente para enfrentar el día que le esperaba.

Por suerte la habitación tenía una ventana amplia que daba a un patio trasero, odiaba los espacios cerrados, sin luz natural. Una especie de claustrofobia que lo obligaba a ocupar más las escalas, una de las razones por las que no se quiso quedar con su mejor amigo, razón que este último no sabía, pues antes no contaba con esta 'situación' como prefería llamarla.

No sintió cuando el pomo de la puerta giró, ni cuando esta se abrió, pero si sintió el golpe de dos latas de cerveza que cayeron al piso, una abierta que llego a mojar sus pies desnudos.

Kyuhyun se quedó mudo, frente a él una cabellera rubia, cuello esbelto y espalda ancha un poco marcada, piel blanca y lisa, la toalla resaltaba unos perfectos glúteos, ensanchados muslos y contorneadas piernas.

Sungmin se giró sobre sus pies y se agachó sin levantar la vista para arreglar el desastre que su compañero de piso había hecho pero Kyuhyun se quedo inmóvil todavía en la misma posición de cuando las cervezas habían caído.

- Oye, ¿me vas a ayudar con esto o sólo te vas a quedar allí parado? - Sungmin recupero ambas latas y las dejo a un lado, limpió sus manos en la toalla y se puso de pie dispuesto a encontrar algo para quitar la cerveza derramada, hasta que levantó la vista.

Si hubiera tenido algo que se le cayera de seguro ya no lo tendría en su mano.

- Kyu...hyun – susurró.

Habían pasado cuatro años desde que lo vio por última vez, ahora había cambiado significativamente, era más alto, el cabello rizado y castaño corto y elevado un poco en la frente, sus rasgos más marcados y con algunas marcas de la pubertad que sólo lo hacían ver más maduro, sus ropas ensanchadas marcaban unas esbeltas piernas y un torso a juego y proporcional a su cuerpo.

- ¿Qué... qué haces acá? - susurró el mayor.

- ¿Qué haces tú acá? - Su voz también había cambiado, era más ronca y ahora un tono rudo escapó de sus labios - ¡¿Qué mierda haces en mi departamento Sungmin?!

Sungmin, cuanto había deseado escuchar su nombre salir de esos labios en los años pasados y es que por más que lo evitaba, sus pensamientos siempre terminaban en las mismas preguntas resumidas en ¿qué tanto habrá cambiado?, ahora que por fin lo escuchaba, era en una frase que nunca pensó escuchar.

- ¿Tu departamento? Este departamento es del señor Hoon - dio un paso para salir de la habitación pero Kyuhyun no se movió del marco de la puerta, se detuvo a solo centímetros – Muévete.

- Escucha Sungmin, - fijó su vista a los ojos del más bajo - no quiero tener problemas, más te vale que dejes tu rarezas y cochinadas fuera del piso. - Sungmin apretó sus puños y no desvió la mirada mientras Kyuhyun seguía insultándolo, pero su paciencia tenía un límite - Sabes muy bien que no soporto tu... "estilo de vida", si vas a andar gimiendo como perra no entres acá o si no-

- ¿O si no qué? – Interrumpió - ¿Qué vas a hacerme Cho? ¿Me vas a golpear e insultar como aquella vez? - Le dolió enfocar las imágenes que se obligó a esconder por años - ¿Vas a tirar mis cosas a la calle y humillarme de nuevo? Pues te comunico algo niñato, han pasado cuatro años y no soy el mismo de antes, ahora muévete.

Kyuhyun cerró la boca y dio un paso atrás, Sungmin paso por en frente de él y tuvo que retener las ganas de alzar los brazos y encerrarlo en ellos, se recriminó todo este tiempo el trato de que le dio a su hyung aquel día, ahora que tiene la oportunidad de cambiar, reacciona de la misma manera reprimiendo lo que realmente quería hacer, las palabras de Sungmin era como una cachetada que le revolvían todos los recuerdos.

Es cierto, habían pasado cuatro años, el mayor cambio pero el aroma que llenó sus fosas nasales cuando pasó seguía siendo el mismo, pero como el pequeño niño de pelo negro tierno, fácil de sonrojar y experto en artes marciales había cambiado tanto ahora no se detenía para apreciar aquel detalle.

Se dejó deslizar por la pared a su espalda cuando sintió la puerta del baño cerrarse, su cuerpo reaccionó por sí solo y ahora tenía un pene semi-erecto por sólo ver a Sungmin con una toalla, ¡maldición! Eso no podía pasar, no podía ponerse así por un hombre, creyó haberlo superado pero sólo se engañó a sí mismo.

Sungmin abrió la llave de agua caliente y se metió bajo el chorro, apoyó la cabeza en la fría baldosa que contrastaba con la temperatura del agua y sólo allí se permitió hacer lo que no había hecho desde que tomó el avión en el aeropuerto hace algunos años, sólo allí dejo correr libres las lágrimas que había reprimido cuando escondió aquellos recuerdos en el rincón más hondo de su conciencia.

Los recuerdos comenzaron a bombardear su mente, no soporto su peso y se arrodilló con el chorro de agua cayendo sobre su cabeza.

"- Asqueroso y repugnante hyung, - Estaban en el comedor de su colegio - como tienes la cara para sentarte con nosotros después de lo que eres...

- Kyuhyun, - Jongwoon intervino notando que todos estaban mirándolos – suficiente.

- ¿Suficiente?, sabes lo que es él hyung, ¿lo sabes?

Sungmin estaba con la cabeza gacha, sonrojado y avergonzado de que su mejor amigo... Ahora ex mejor amigo, lo tratara de esa forma después de la conversación que escuchó lo noche anterior.

- Está bien Yesung, me voy a clases ahora - Sungmin se paró con la bandeja casi llena de comida, paso por el lado de Kyuhyun y no notó el pie que deslizó para hacerlo caer y ensuciar todo su uniforme, las risas inundando el lugar.

- Ahí es donde tienes que estar, después de todo, los que son como tú son basura, maricones de mierda que sólo insultan a la sociedad - Kyuhyun se giró en sus talones mientras Ryeowook y Yesung ayudaban a Min a ponerse de pie, antes de salir se giró - Más te vale desaparecer de acá, a muchos no les gustan los chupapollas, pensándolo bien te ayudaré a irte.

No entendió a lo que se refería Kyuhyun con que lo ayudaría, pero todo calzo cuando vio su casillero vacío y todas sus pertenencias en la entrada del colegio, todas rotas y siendo arrastradas por el suelo por más estudiantes, y eso era sólo el comienzo..."

- ¡Maldito bastado! - dijo entre jadeos, levantó su puño y golpeó la baldosas, no sufrió por uno o dos días, semanas fueron, tal vez meses en donde fue insultado y demacrado, tratado de los más bajo por que su mejor amigo descubrió su orientación sexual y de quién gustaba. Siendo pequeño y sumiso frente a los de carácter fuerte resistió hasta lo más que pudo, hasta que decidió ocupar sus conocimientos en artes marciales, aunque uno contra muchos no es algo equilibrado por lo que no pudo hacer demasiado para salvar su situación.

Sus amigos fueron un apoyo infaltable y aún no concebía que siguieran viendo al jodido de Kyuhyun, sus razones tendrán, finalmente decidió escapar de allí y su salida fue un viaje que sería breve y terminó siendo de poco más de 4 años, 4 años en los que suponía olvidar al menor, pero ahora allí, arrodillado en la ducha, con el agua hirviendo cayendo sobre su piel y el pelo pegado a su cara se dio cuenta de que fueron 4 años en vano.

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- ¿Me estás diciendo la verdad?

- Como bromearía con algo así Wook, por Dios casi me dio un ataque cuando lo ví parado en el umbral de la puerta - Ryeo estaba sentado en la barra del bar-restaurante en donde Sungmin estaba trabajando.

- ¿Te trató mal? - Recién se estaban poniendo al día, luego de que ambos asistieran a la universidad ese día, se dirigieron al trabajo del mayor para conversar en una tarde donde la clientela estaba ausente.

Sungmin le dio la versión reducida de la amena charla con el menor y describió el silencio sepulcral en el que vivía hace tres días en el mismo piso que Kyuhyun.

- Te dije que te fueras a vivir conmigo y Jongwoon, pero no, el señor quiere ser independiente y ahora está sufriendo de nuevo.

- ¿Yo sufriendo? Por favor Wook, deje eso hace años. - Terminó de limpiar los vasos y los ordenó según el porte - Viví en peores condiciones en Europa, puedo sobrevivir a vivir con un macaco por un tiempo.

Ambos rieron.

- ¿Cómo va todo Sungmin? - La tercera voz más ronca se acercó por la espalda del rubio.

- Todo tranquilo jefe, no hay muchas personas hoy.

Le revolvió el cabello tiernamente - Te dije que me llamaras Kangin, me hace sentir grande y feo llamándome jefe.

- Lo siento je...Kangin - se corrigió rápidamente

- Hoy cerraré temprano, no hay necesidad de que te quedes más, puedes retirarte. Te veo mañana pequeño.

Sungmin corrió a cambiarse, entrando con el semestre iniciado en la universidad, debía ponerse al día y aprender la materia atrasada, un poco de tiempo extra no le venía mal.

Wook lo acompañó al departamento y después de estar más de treinta minutos convenciéndolo de que estaría bien logró safarse del pequeño y entró al piso.

Tal vez habría sido mejor quedarse trabajando de todas formas, tal vez habría sido mejor aceptar la invitación de Ryeowook por esa noche.

Kyuhyun estaba en el sofá doble con una mujer en su regazo y no estaban exactamente hablando del clima, trató de no subir la vista, trato de no ver la escena pero sus ojos simplemente no lo obedecieron y observo toda la escena ante sus ojos-

Por suerte su cuerpo reacciono, cerró la puerta fuertemente haciendo saltar a los otros dos, sus piernas lo dirigieron a su habitación, cerró la puerta y se dejó caer en la cama.

Tal vez él creyó que lo había superado, tal vez él creyó olvidar sus sentimientos de adolescente, pero ver a Kyuhyun besando de esa forma a una mujer fue como una bofetada, realmente el menor nunca gustaría de él, realmente nunca lo amaría de esa forma, nunca lo tocaría ni besaría así.

Respiró hondo y trató de clamar a su cuerpo. Él ya sabía de todo ésto sólo tenía que procesarlo y hacer que su mente se acostumbrará a verlo así.

Jodidos celos.

Luego de un rato escuchó el silencio normal en el piso, se asomó por su puerta y sintió ruido en la habitación de Kyuhyun.

Por lo menos no ensuciarán la sala.

Salió a la sala y dejó sus materiales en la mesa mientras iba a la cocina por algo para comer, un café y galletas para luego acomodarse en la mesa y comenzar a trabajar en la última materia que habían pasado.

- ¿Desde cuándo tomas eso? - Kyuhyun entró a la sala y señaló el café - Recuerdo que tomabas sólo cosas dulces.

Sungmin lo ignoró y siguió escribiendo y leyendo los libros, tomó otro sorbo del amargo líquido y se dio cuenta de que este se había acabado, se levanto para ir por más a la cocina ante la atenta mirada el menor que fue detrás de él

- ¿No me vas a responder? Vamos hyung, sé que te encanta conversar, lo hacíamos por horas antes.

"Antes" repitió mentalmente Sungmin.

- Sabes, - el maknae continuó - la chica con la que estaba antes es mi novia, Seohyun es muy atractiva, me gustaría que la saludaras la próxima vez hyung, fue muy mal educado de tu parte entran sin saludar 'como es debido'. – Comentó con una pizca de ironía en su voz. - Además nos interrumpiste en el momento menos indicado hyung, ¿sabes? Si no hubieras interrumpido estaríamos algo ocupados ahora mismo, entiendes de lo que hablo ¿no? - A medida que hablaba Kyuhyun se deleitaba con los ajustados pantalones que llevaba Sungmin, su mente y su cuerpo se iban por caminos totalmente contrarios. - Mmmm, no sé si lo entiendas, después de todo quizás comprendas cómo se marchó ella en vez de cómo me siento yo.

Sungmin se quedó inmóvil de espaldas a Kyuhyun con la cuchara llena de azúcar en su mano, tomó un respiro, la terminó de echar y revolvió el líquido dispuesto a seguir con su tarea.

- Kyuhyunnie, - dijo sin bacilar en ocupar el diminutivo que más odiaba Kyuhyun, no le gustaba para nada que lo tratarán como pequeño. - ¿no se supone que no se pueden traer perras ni rarezas a este piso 'como es debido'? - Repitió las palabras del menor. - Debes cumplir las reglas que tú mismo impones y te informo que no sé si alguna vez me sentí como ella, - Se giró y miró a Kyuhyun esbozando una media sonrisa - después de todo nunca me dejaron insatisfecho, no sé si lo entiendas después de todo, en Europa... Mmm cómo te lo digo, el porte promedio es más que acá ¿sabes?

Pasó por el lado de Kyuhyun hacia la mesa, dejó la taza de café en ella y siguió estudiando hasta que una sombra negra cubrió sus hojas, Kyuhyun pasó y "accidentalmente" botó la taza de café de Sungmin sobre su avance diario.

- No vuelvas a hablar de ella de esa forma si no la conoces y menos de mí si tampoco lo haces.

- No vuelvas a dirigirte más a mí de la forma en que la hiciste cuando llegué, soy una persona, mayor que tú por cierto y merezco respeto - Sungmin se levantó de su silla e intentó recatar algunos papeles.

- Es cierto, las personas merecen respeto pero para mí los maricones no son personas. - Soltó venenoso y encorvado sobre Sungmin a centímetros de su cara - Son más bien... Un montón de mierda.

- Jódete - Sungmin recogió las pocas cosas sin mojarse que quedaban pero Kyuhyun le cogió las muñecas y lo empujó hasta chocar con una pared, dejó sus manos sobre la cabeza de Sungmin manteniendo presas las ajenas, se acercó nuevamente a escasos centímetros de esos deseables labios.

- No hyung, que te jodan a ti, después de todo te encanta eso. - Sungmin intentaba safarse del agarre de Kyuhyun. Movía sus manos pero las del menor eran más grandes y de altura mayor, sólo quedaba un recurso pero no pensaba ocuparlo. - Chupapollas.

O tal vez sí.

Teniendo ambas piernas libres, las abrió a la alturas de sus hombros, hasta que tuvo un poco de equilibrio, sin pensarlo más y con la vista fija en la mirada de Kyuhyun que dudosamente se había pasado la lengua sobre sus labios, levantó una rodilla y le dio directo en las bolas, su momento de satisfacción llegó cuando sintió el golpe de la rótula con los testículos de Kyuhyun.

Kyuhyun lo soltó y dirigió sus manos a la zona afectada, definitivamente dio en el blanco, no pudo sostenerse en pie y cayo al piso en posición fetal haciendo presión en esa zona.

Maldición, maldición, maldición.

No supo en que momento desvió la vista de los ojos color chocolate a los apetecibles labios de Sungmin, su concentración se fue de viaje y estuvo a punto de besar los labios del mayor, a punto de no ser por el fulminante rodillazo que le dio.

- Tienes razón Kyuhyun, me encanta que me jodan y no sabes que tan buenas jodidas me dieron cuando estuve de viaje, - Se arrodilló al lado del menor y acarició sutilmente la pantorrilla por sobre el pantalón, - tal vez deberías unirte al lado oscuro y probarlo por ti mismo. - se puso de pie con una sonrisa en los labios, recogió sus cosas mientras Kyuhyun seguía retorciendo se en el piso. – Ah, casi se me olvida, hay algo sobre chupar las pollas que mmmm, no sé, pero no es tan desagradable, te aseguro que mejor que chupar coños pero quién sabe, tal vez eres un bebé que todavía no tiene ese tipo de experiencia sexual. Como sea, buenas noches maknae.

Nos volvemos a ver [KyuMin/YeWook/EunHae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora