Nos volvemos a ver [KyuMin/YeWook/EunHae]

Capítulo 9 parte 1

*Juego de palabras: peach: durazno - bitch: perra


"DIVINUS"

Se leía en letras grandes y brillantes a la entrada del club dance gay más grande y famoso de Seúl.

Kyuhyun retorció sus dedos dentro de sus bolsillos, se mordió el labio evitando que saliera algún insulto en contra de los drags queens que pasaban en frente de él, le guiñaron el ojo al guardia y a cambio de una nalgada entraron gratis al recinto.

Miró a su costado a Sungmin, sonriente y sin preocupaciones tal como sí perteneciera allí.

"Lo pertenece..."

Después de todo Sungmin era abiertamente gay, él por el contrario lo era pero muy escondido en el fondo de su closet, a tal punto que sólo se permitía fantasías mentales. Todo hasta que Sungmin volvió, allí sus fantasías comenzaron a hacerse realidad.

- ¿Me quieres recordar por qué estoy aquí? - Con su vista siguió a Sungmin que hablaba con el gorila de dos metros que estaba en la puerta.

- Porque perdiste una apuesta hermanito. - Ahra se quedó a su lado observando a Kyuhyun, analizando cada reacción frente a las acciones de Sungmin para poder ingresar al local.

- Eso no se puede llamar apuesta Ahra - Apretó los puños al ver la mano del guardia posarse en el hombro de Sungmin y acariciar su bícep lentamente. - ¡Maldición! Era Mario Kart, eso no puede contar como apuesta.

- Aún así perdiste contra la Princess Peach* - Ahra río y avanzó unos pasos - ¡Vamos! Lo consiguió.

Kyuhyun no quiso pensar en la propuesta de Sungmin al gorila para que los dejara ingresar, a pesar de que las caricias se mantuvieron en el brazo y no vio ningún guiño por parte de ambos, no dejaría que se llevara a cabo cualquier estúpida propuesta.

- Princess Bitch* querrás decir - Masculló por lo bajo.

Sungmin había conseguido prestada la Nintendo Wii de Hae por el fin de semana, más bien, la raptó con el motivo de que Hae no se distrajera con ella para sus exámenes, Min era prácticamente adicto al pequeño aparatito, en Europa ocupaba el de su compañero de cuarto para saciar sus vicios, pero viviendo acá no tenía una, ya que Kyuhyun era fiel amante de Sony y sus productos, ni por asomo sería consumidor de la competencia directa de esta, Nintendo.

Llegó campante al piso, sacó a tirones la consola del menor he instaló cuidadosamente la de Hae, se sentó en el sillón ajustando su short, recogió el flequillo en una pequeña cola quedando como palmera sobre su frente y prendió el aparatito.

Kyuhyun estaba teniendo una no muy amena charla con Seohyun. La chica, en otra de sus miles de llamadas, seguía rogando inútilmente que volvieran a tener una relación y Kyuhyun seguía respondiendo que eso no iba a ser posible.

Había intentado de todo para no recibir más llamadas de la susodicha; insultarla y tratarla como una golfa no funcionó, ahora intentaba ser amable, pero cierta persona no entendía razones.

En cierto momento perdió el hilo de la conversación por continuos ruiditos y gritos agudos de Ahra y otros que suponía eran de Sungmin, comenzó a divagar con el teléfono al oído, sobre qué cosa causaría semejantes sonidos no muy masculinos por parte de su hyung.

- ¿Este fue tu intento de hoy? - Estaba abriendo la puerta para salir a la sala - El de ayer fue mejor, inténtalo de nuevo mañana.

- Pero Kyuhyun...

- Adiós - Colgó, apagó el celular y lo lanzó a su cama, cerró la puerta a su espalda y caminó adentro de la sala.

- ¡JA! Eres una perdedora Ahra - Sungmin estaba sentado con las piernas cruzadas como indio en el sillón, mientras Ahra sentada en la alfombra apoyaba su espalda en este, con un puchero en sus labios al haber perdido por décima vez en contra Sungmin.

- No es como si me pase jugando a este maldito juego – Murmuró.

- Saben, están metiendo mucho ruido - Kyuhyun entró tranquilamente y se sentó en el espacio al lado de Sungmin.

- Mátate - Dijeron al mismo tiempo mientras iniciaban una partida.

- Que amor de personas. - Ironizó, fijó su vista en la pantalla.

"¿Mario Kart?"

Rápidamente busco su consola entre los cables que estaban a los pies del televisor.

Y allí estaba, totalmente desordenada y tirada en el suelo, sufriendo por su abandono. Miró de reojo a Sungmin que había iniciado una nueva carrera en "La mansión de Luigi".

- Sungmin, ¿por qué dejaste mi consola así? - Preguntó calmado y esperando una respuesta inteligente para no explotar del enojo.

- Estorbaba para instalar esta.... ¡JA! Te lo mereces Yoshi - En una vuelta consiguió empujarlo a un TNT. - Me ha jodido toda la carrera. – Masculló.

Se arrodilló frente al lío y lo ordenó en su regazo, cables, cables y más cables. Había trabajado dos meses, dos meses bajo el mando de un jefe que le sacaba hasta el último trozo de energía para poder comprar la consola que había sido arrancada de su lugar.

- Podrías haber tenido más cuidado... - Habló entre dientes poniendo todo en su lugar.

- Vamos Cho, quita tu cabeza que no me dejas ver - Sungmin se balanceaba de un lado a otro en el sofá intentando ver la TV.

"Paciencia, paciencia, paciencia..."

- Kyuhyunnie, - Ahra levantó un pie y lo molestó por la espalda – sal, me tapas la vista.

"Paciencia, paciencia, 1, 2, 3...."

Sungmin puso en pausa el juego y lanzo un cojín que dio directo en la cabeza de Kyuhyun.

- ¡YA! SAL DE AHÍ.

- ¡POR QUÉ NO SALES TÚ Y DEJAS DE JODER! - Dejó todo donde debería haber estado, se giró y le lanzó el cojín a un anonadado Sungmin. - ¡DEJASTE TODO TIRADO SUNGMIN!

Sungmin miraba fijamente a Kyuhyun, entrecerró sus ojos y no desvió la vista.

- No me grites, Cho Kyuhyun.

- Tiraste mi consola, Lee Sungmin. - Respondió con los dientes apretados.

- No la tiré. – Contraatacó - La dejé a un lado.

Kyuhyun suspiró - Como sea, saca esto. - Apuntó a la Nintendo - Eso no se instala en mi TV.

- Pues mira,- indicó con la cabeza - yo la veo instalada y funcionando.

- Lo que veo es un juego de niñas - Kyuhyun se giró para comenzar a desinstalar la Wii cuando recibió el golpe de algo más duro en su espalda - ¿Qué mier...?

- Tómalo Cho y acepta el desafío - Kyuhyun miró a sus pies, el control dentro de un manubrio parpadeaba listo para la partida doble.

- ¿Por qué crees que jugaría esta niñería? - Kyuhyun indicó la pantalla.

- Es Mario Kart.

- ¿Y?

- Si es una niñería, debería ser fácil ganarme Cho.

Kyuhyun estudio la cara de Sungmin, tenía la misma que cuando planeaban una travesura a hace años, sabía que algo escondía, sabía que algún truco debería tener pero, ¿cuál?

- ¿Qué gano yo?

- No vuelvo a instalar la consola en tu TV.

- Eso es aburrido, si es así te saco a la fuerza y sería más entretenido. - Arqueó sus cejas.

- Intenta sacarme a la fuerza y terminarás en el piso con las bolas en las manos - Respondió sin vacilar en su advertencia.

Ahra los miraba expectantes, si debía poner un poco de diversión a una simple carrera que así fuera.

- Vamos a un club gay.

- ¿QUÉ? - Kyuhyun miró a su hermana buscando una explicación.

- Si Sungmin gana, - prosiguió - vamos a un club gay. - Kyuhyun la miró interrogante. - Es obvio que nunca has ido, pero son divertidísimos. - Agregó riendo.

- ¿Qué si yo gano?

- Lo opuesto a un bar gay, un club de strippers a tu elección, nosotros pagamos.- agrego Sungmin

No demoro más de un minuto en decidirlo, podría sentirse atraído por los hombres, pero eso no quiere decir que no sepa apreciar debidamente le cuerpo de una mujer - Inicia la carrera hyung.

Y se supone que Wario con el Speed Card le ganaría a Princess Peach con la estúpida carroza rosa pero no, la Princess Bitch, como ahora la llamaba Kyuhyun, en el primer momento de la carrera le sacó una ventaja abismal al carro de Kyuhyun dejándolo atrás.

"Jodido Gran Turismo, jodido Need For Speed." Maldecía porque ninguno de los juegos más sofisticados de carreras de auto le sirvió para ganarle a la princesa de Sungmin.

Pero todo el crédito no se lo lleva ella, una vez que comenzó la carrera, tomó asiento nuevamente al lado de Sungmin...
Short ajustados y mucha piel blanca a la vista fueron la distracción perfecta para el hormonal de Kyuhyun que de vez en cuando desviaba la vista a esos apetecibles músculos, miles de escenas comenzaron a pasar con su mente con cada pequeño saltito que daba Sungmin, su vista se iba directamente a la parte en donde el miembro de Sungmin debía estar apretado en esos ajustados shorts.
Imaginaba, las piernas rodeando su cadera, impulsando se sobré él, una gota de sudor corrió por su frente...

Cuando levantó la vista a la TV, la princesa salía celebrando su primer puesto en la carrera, cerró los ojos y maldijo, sintió las risitas de los ganadores en su oído, cuando los abrió nuevamente, se encontraba afuera del estúpido club dance.

-.-.-.-.-.-.-

- ¡Ahí, ahí! - Ahra apuntó el único lugar vacío, un sofá esquinero con espacio suficiente para los tres – Mocoso, corre.

Kyuhyun bufó y aceleró el paso, se sentó en el lugar y esperó a que Ahra llegara a su lado.

- ¿Dónde está Sungmin? - Escaneó con su vista el atochado lugar, pero nada de la cabellera negra que buscaba.

- Dijo algo de que vio a unos conocidos y creo que los iba a ir a saludar.

- ¿Conocidos? No estuvo en Corea por cuatro años, ¿qué amigos aparte de la Line puede conservar? - Empinó el vaso con alcohol de distintos colores en él.

- ¿Eso que escucho son celos? - Ahra golpeó levemente el hombro de Kyuhyun.

Kyuhyun dejó el vaso en la mesa y dirigió su mirada a Ahra - ¿De qué hablas? ¿Acaso ya estas borracha, hermanita?

- No te hagas el desentendido Kyuhyunnie. - Ahra bebió de su vaso pensando sus próximas palabras - Tanto tú, como yo y la lindura en dos piernas que anda por allí sabemos que es lo que de verdad sientes.

- Tú - Kyuhyun la apuntó - no tienes que escuchar conversaciones ajenas. - Refiriéndose a la charla que tuvo con Sungmin el otro día - Menos las mías.

- Las paredes del departamento son delgadas Kyu. - Se excusó - Entonces, ¿harás algo o dejarás que el guapísimo Choi Siwon lo haga?

- Oh, si a ti también te gusta entonces vete con él.

- Tranquilo Kyuhyun, yo estoy de tu lado. - Se apoyó en la parte trasera del sofá y esperó la reacción de Kyuhyun, este no tardo en acomodarse a su lado - Yo te quiero ayudar.

Kyuhyun la miró dudoso, no era que no quisiera la ayuda, sin duda la quería, sin duda quería tener a Sungmin pero, tener a Sungmin es tener a un hombre y si él también es un hombre...

"Maldición"

- Dijiste que querías tiempo, sabes que él no esperara Kyuhyun - El menor apoyó los codos en sus rodillas entrelazó sus manos, apoyó su mentón en ellas - Sabes que todos te apoyamos, nadie que te importe te recriminará por tu decisión.

Ahra acarició el brazo de Kyuhyun demostrando su apoyo. Kyu cerró sus ojos y se enfocó en buscar una solución, desde ese día había intentado buscar una, pero ninguna venía a su mente.

"Estar con Sungmin, sin estar con él... Joder"

- Realmente no entiendo que te acompleja tanto.

- No lo comprendes, ¿verdad? - Suspiró y tomó nuevamente de su vaso.

- No, no lo hago y creo que él tampoco.

- Sólo.... Es difícil - Ahra suspiró - No hagas eso, tú recibiste la misma educación que yo, te dijeron las mismas mentiras sobre todo esto. - Abarcó el lugar con una mano.

- No me eches la culpa a mí de que te rechaces a ti mismo, yo fui lo suficientemente astuta para creer lo que yo quisiera cuando nos decían qué creer.

- Bueno, yo no lo fui y ahora estoy aquí martirizándome. - Se bebió de un sorbo lo que le quedaba de alcohol - Es sólo que... No sé, me da asco verlos, son repugnantes... No sé, siquiera sé como estoy acá con todos ellos rodeándome.

- Hablas como si no fueras uno de ellos.

- No lo soy.

- Y ahí vas de nuevo...

- ¡Joder Ahra deja el temita! - Kyuhyun golpeó la mesa.

- No vengas con esos arranques de ira Cho que no vas a conseguir nada. - Ahra levantó la vista y divisó a Sungmin riendo con sus amigos en la barra - El primer paso es aceptarte a ti mismo.

- ¿Qué?

- Has estado negándote toda tu vida... Reprimiéndote a ti mismo, intentando convencerte de que eres hombre, pensando que al gustar de ellos te hace menos, cuando no es así.

- ¿Qué eres ahora? ¿Una psicóloga?

- Libros de autoayuda y auto descubrimiento Kyuhyun, te los recomiendo, te ayudarían con tu pequeño problema de aceptación.

- Ahra... – Advirtió.