Un Dragón Entre Los Pecados Capitales . (Ban)

Cap 19

"Capítulo doble y final del primer arco argumental"

En breves instantes comenzará el capítulo, se recomienda encarecidamente leer con tranquilidad y algo de picar.

Todo Deadly Sins irrumpió en el castillo de Camelot, pero nada, habitación a habitación abrieron de un portazo. Dispuestos a batallar, a recuperar lo que les pertenecía,a expulsar aquellos demonios que ansiaban la destrucción de lo que amaban pero el castillo estaba vacío, lo único que se escuchaba era el eco de los pasos de la tropa. Anduvieron de un lado a otro, siguiendo a Meliodas, que estaba al frente. Arthur se encontraba al lado del rubio guiando a nuestros héroes por lo ancho y largo de las instalaciones, de su hogar durante tanto tiempo.Blu miró a Ban, con una mirada robada, fugaz, y su cara enrojeció. Luego volvió a bajar la mirada, a sus pies y al brazalete. De vez en cuando, cuando peleaba con algún que otro demonio, le quemaba.Tiene que parar durante unos cuantos segundos, recobra el aliento y le dejaba de arder el antebrazo. Merlín y Elizabeth le habían preguntado,pero hacía evasivas o desaparecía.

-¡Blu! ¡Por aquí! - El bandido, agarró la mano de la descarriada y tiró de ella hacía su pecho. Ambos se miraron, Ban sonrió afable y tranquilo como siempre.El quería quedarse en ese momento, para siempre, inamovible, el primer abrazo, la primera muestra de afecto.Que efímero se le haría a Ban. Blu sin embargo temblaba entre los brazos del pelopincho,bajó su nevada mirada hasta el suelo y sintió como toda la sangre de su cuerpo iba directamente a sus mofletes, ahora colorados. Ban apretó con más fuerza.

-¡Ban! ¡No te quedes rezagado! - era la voz del capitán llamando por el, ya que desde la perspectiva del rubio, lo único que se veía era su figura.

-Vo.... ¡voy! - Bajo la vista pare ver la cabellera blanca, de su querida, pero no estaba.Se fué riéndose hasta encontrarse con el resto de Pecados.Mientras tanto, Blu, se encontraba agazapada y temblorosa bajo una armadura polvorienta y oxidada.Sus manos, agarraban con tanta fuerza sus rodillas que los nudillos se quedaban blanco. Tenía un respiración agitada y los ojos, cristalizados. Una sonrisa de pánico inundó y dio por finalizada la expresión de su faz.Se había sentido débil, claramente quería follarle ,ese era todo su propósito como guerrera y después irse,como si nada ,para eso estaba ellos.Cuidar a las crías,enseñarles,acicalarles y si hay suerte que de vez en cuando vean a su madre y le cuente como mató a algún demonio,ella no podía quedar con el y con los retoños. En caso de guerra habría muchas muertes estúpidas por la llamada familia.Pero el, se sentía tan cálida,tan querida...tan deseada,nunca había experimentado esta clase de sentimientos, prefería un paseo con el o simplemente hablar a cualquiera de los placeres que había experimentado hasta ahora.Era en lo primero y último que pensaba en el día.Casi tres meses después y quería quedar a su lado después de pasar la noche en su cama,no quería dejarle.

La nueva flor.

Meliodas y Ban, inspeccionaba minuciosamente cada rincón del castillo, no dejaron puerta por abrir ni habitación sin ver. Mientras en la pradera que rodeaba a estas imperiales instalaciones, el resto de la tropa, que teóricamente estaba de guardia, se dedicaba a gozar del buen clima que se había instalado en la ciudad. La sensación de que todo había pasado,se acomodó en la cabeza de todo aquel que vivía en el páramo.Blu,estaba ensimismada, mirando como unas hormigas llevaban sobre sus espaldas unos trozos de hojas,todas en fila, como soldados.

-Como soldados...

King, en intentos de aleteo y con sus cortas alas, se posó tras ella. En un rápido movimientos, sin que la peliblanca se diera cuenta, dejó una corona de flores, sobre su nevada cabellera.

-¿Te gusta? - Preguntó el moreno rápido.

-hmm...si mucho.-Blu,hizo por mirarle a los ojos, pero lo único que consiguió fue un intento de sonrisa y una mueca. Durante estos meses había hecho buenas migas con casi todos,hasta con Escanor,que le había enseñado a sobre las artes modernas.

-No te gusta...-Harlequin bajó la mirada, una mueca de tristeza se dibujó en la frágil tez del moreno.

-S-si, me encanta King,p-pero ya me conoces, siempre amargada... - La de tez oscura, movía las manos frenéticamente, y negaba con la cabeza, estaba nerviosa y comenzó a sudar. No sabía mentir,no sabía manejar sus reacciones era una piedra para relacionarse,como habían cambiado los tiempos pensó.

-¿¡Si?! Vente a mirar, Blu, ven... - La cara de King se iluminó ,la decepción anterior pareció que nunca se había dibujado en este. Arrastró a Blu hacia el río, que estaba justo a la espalda de donde ella se encontraba. Cuando la soltó y se vió reflejada en el agua, sonrió, difuminando su tristeza anterior.Los dedos pasarán sobre la cicatriz de su ojo, recalcandola, no vió belleza alguna ella. Era muy morena, con el contraste de su pelo y ojos de un blanco adrómedo. Al lado de su reflejo, se dibujó la figura de Ban,giró su cuerpo hasta verle directamente a él. Sus ojos se encontraron y perdió el equilibrio cayendo al agua. Ahora Blu, más que un dragón parecía un cervatillo encerrado. Movía rápidamente la mirada de un lado al otro, su pecho, a causa de la nerviosa respiración, bajaba y subía a demasiada velocidad. Llamaba un tiempo pensando en posibles explicaciones y se le ocurría que estaba nerviosa por volver a intimar después de tanto tiempo, quería convencerse que era eso lo que le ocurría.Su espalda chocó contra la otra orilla del río, estaba retrocediendo ante la mano que había tendido Ban.Este sonrió, intentado tranquilizarla,la peliblanca después de relajarse un poco, aceptó su mano. King seguía en su misma posición, observando la escena, pero tenía una mueca de enojo y los brazos cruzados.

-¡Ban! - El zorro giró la cabeza para hablar con el Ray Hada. - ¿Como pudiste asustarle?

-No lo sé. - miró a la morena-yo debería de tener miedo.

Blu temblaba, estaba mojada y avergonzada, el orgullo que podía tener se había ido a pique por culpa de aquel humano. Una ola de rabia la inundó,más había dejado de temblar, ya que ese humano había puesto su chaqueta sobre el cuerpo empapado de Blu. La ira se disipó y sintió agradecimiento hacia el,le sonrió y ambos comenzaron a caminar.

-¿¡Donde vais!? - Escanor gritó.El y Merlín estaban tomando té, en lo que sería una mesa echa de la rodaja de un tronco de arbol inmenso. Ban se acercó a ellos y Blu le siguió,mientras se ponía adecuadamente la chaqueta.

-Nos vamos de viaje-Ban contestó a la pregunta del moreno más feliz a de lo que se le había visto nunca. Puso la mano sobre la cabeza de la de ojos blancos, que estaba impactada por la noticia y aparto la mano de este brucasmente- Me dijo que quería conocer mundo,ya que llevaba mucho tiempo encerrada y han cambiado muchas cosas desde su época.

-¿Y si vuelven los mandamientos? - Preguntó una vez más Escanor receloso mirando a la extraña pareja.Todo estaban más que al corriente de la extraña situación entre ellos, el más afectado era King por supuesto.

-Si pasa algo malo, volveremos enseguida. - El de ojos verdes quería objetar algo más pero  Merlín le detuvo.

-Será bueno que se relaje, podrá recordar más cosas. - La bruja, cogió un libro y antes de sumergirse en el le sonrió picara a Blu quien recordó la charla subida de tono sobre lo mucho que le gustaría que Ban tuviese a su camada-Buen viaje. -y le guiñó un ojo.

Ban entró en la cabaña dejando sola a la peliblanca. Diane y Elizabeth se acercaron,para abrazarla.Blqqu tuvo una mezcla de sentimientos muy extraños,todos le miraban complacidos y risuelis.Ella se fijó en Harlequin, que estaba construyendo una diadema de dimensiones Gigantes.

-¿Que hace ? - Señaló y Elizabeth se soltó.

-Una diadema para Diane-sonrió y miro a la gigante.

-Y no podría haberla echo en pequeño y luego que Merlín la agrandara. - Harlequin dejó de recolectar flores, miro a Diane, luego a la tira a medias y por último a Merlín quien comenzó a reírse. A continuación se dejó caer sobre el pasto. Diane empezo a reírse con Merlín y el resto de Pecados. Se respiraba tranquilidad.