The Falling

Capítulo XIV: Desafíos

  Lunes 8 de Diciembre de 2025

  Durante la noche, Matthew veía una película de artes marciales, siempre se vio interesado por aprender algún arte marcial, sin embargo, por cuestión de tiempos y otras prioridades no le fue posible, lo único que había aprendido hasta ese momento fueron algunas técnicas que le enseñaron al inicio de su llegada al campamento. Ese día intentaría comprobar si ahora, con sus capacidades aumentadas, podría aprender mucho más solamente observando.

  En la mañana, al llegar al enorme gimnasio, comenzó, recordó cada movimiento. Después de entrenar un rato, Alexander y Erik llegaron, quienes también se pusieron a practicar. Matthew se detuvo y se concentró en analizar sus movimientos, sus golpes y patadas, ¿será posible que pueda estar a la par de ellos solamente viendo? pensó.

  Siguió practicando hasta que alguien se acercó.

  - Ey, ¿Matthew verdad?¿Te acuerdas de mí? Estoy listo para la revancha.- Era el chico contra el que había peleado meses atrás, su nombre era James Delmat.

  - Vaya, es cierto, te tardaste un poco eh.- Dijo sorprendido.

  - Primero que nada, todos nos enteramos lo que tú y tu equipo hicieron, y les agradezco de parte de mi escuadrón y creo que de todos.- Le comentó con sinceridad. - Pero bueno, dicho esto, peleemos.

- Gracias James. Y sí, vamos.

  Los dos fueron a un tatami amplio, Alexander y Erik dejaron de entrenar para ver el encuentro junto a unos amigos de James.

  - Quiero que sepas que la primera vez me confié, pero aprendí de eso y además estuve entrenando estos meses, esta vez voy a darlo todo.- Y Matthew lo sabía, podía ver en su rostro una expresión de seguridad.

  - Yo también lo haré.

  Pues bien, creo que es un buen momento para poner en práctica todo lo que vi, pensó emocionado. Ambos se acercaron rápidamente y  Matthew inició con una combinación de golpes básica de Kick Boxing, a la que James pudo cubrirse y respondió de forma similar y asestó uno. Bueno, ahora sus golpes se sienten más, si peleara contra un hombre normal seguro lo dejaría inconsciente. Tengo la fuerza suficiente para pelear, pero usaré más mi agilidad. James prefirió ser más precavido, apenas dio el golpe volvió a su guardia y le dio una patada frontal para generar distancia. Rápidamente Matthew volvió a acercarse, cargó un fuerte recto, se agachó y lo golpeó en un costado del abdomen, James aprovechó que su oponente se agachara y le dio un potente gancho izquierdo en la cabeza, logrando tirarlo. Al caer al piso, Matthew hizo una barrida, derribando a su oponente, se abalanzó sobre él para reducirlo con una palanca,  una de las llaves más usadas en combates cuerpo a cuerpo, fue la primera vez que Matthew hacía una. Pero James era uno de los jóvenes que fue reclutado por su destreza en combate y no toleraba la idea de ser vencido por un "cerebrito".  Dado a su amplio conocimiento en las artes marciales mixtas, además de liberarse de la llave, le aplicó a Matthew la técnica del mataleón, una famosa y hasta mortal llave de estrangulación en los deportes de combate. 

  James estaba usando mucha fuerza, se rendirá en cualquier momento, a este paso dejará de resistirse, pensó. Sin embargo, Matthew no se iba a rendir tan fácil, sorprendentemente, pudo ponerse de pie aún con James colgando de su cuello, corrió en reversa para que su adversario chocara contra una columna esperando que el impacto haga que lo suelte, no tuvo efecto. La desesperación estaba empezando a invadirlo, la sangre estaba a punto de dejar de llegar al cerebro pero la adrenalina hacía que buscara fuerza de donde fuese. Dentro, muy dentro de él, algo se disparó, una chispa, como el primer cronón del Big Bang en la oscuridad del vacío. En sus ojos se pudieron ver por un segundo un brillo celeste, tomó el brazo de James y poco a poco fue liberando su cuello de la llave, iba ganando cada vez más fuerza. James completamente sorprendido y negándose a aceptarlo, aplicó más fuerza, más de la que tenía planeado en usar, estaba resistiendo para volver a armar la llave, sin embargo, que tuvo que desistir. En el instante en que Matthew pudo librarse, se volteó cargando un golpe cruzado...