Un Golpe De Suerte

El Gran Día

Para este entonces mi mamá hizo una gran inversión al comprar una casa aquí en México, porque obviamente no podíamos vivir en el hotel. Y recordó que ella tenía una amiga en la ciudad llamada Lily y le dijo si yo no podía ir a quedarme unos días en su casa en lo que ella iba a Argentina a buscar mis cosas y arreglar otras. Obvio dijo que sí asi que eso hice. Me quedé allí aproximadamente unos 20 días.

Y llegó el gran día. El director me dijo que un auto me iba a pasar a buscar para llevarme al set. Recuerdo bien que era un lunes y yo estaba súper emocionada. Fue un viaje de media hora. Estuve todo el viaje mirando los edificios y autos mientras no me creía lo que estaba viviendo.
Hasta que al fin llegamos. El director me dio un recorrido por el set y me dio el libreto que tenia que estudiar. Después tuve que ir a cambiarme y maquillarme para la escena. Y cuando entré a maquillaje adivinen quien estaba ahí: Luis De La Rosa!!
Me dijo que el iba a ser mi compañero en las escenas ya que mi personaje era el interés amoroso de Bruno, que si quería podíamos estudiar juntos. Cuando dijo eso sentía que se me movía el piso. Yo estaba temblando. No podía creer que estuve tanto tiempo viéndolo a través de una pantalla, stalkeándolo en Instagram, y por fin lo tenía delante mío!!
Terminamos de grabar las escenas y él me habló:

Luis- Quieres ir a tomar algo? Digo, para que nos conozcamos más, ya que vamos a trabajar juntos...

Yo- Sí, vamos. Además tengo mucha hambre, literal hoy no almorcé.

Llegamos a la cafetería y Luis me empezó a preguntar cosas de Argentina.

Luis- Oye y cómo es Argentina? Siempre quise ir pero nunca pude. Es que casi siempre estoy grabando.

Yo- Es bastante parecida a México. Hay muchos edificios, muchos autos, mucho tráfico, oficinas, árboles, parques, etcétera. Es por eso que no me costó tanto adaptarme aquí.

Luis- Wow. Me imagino el gran cambio que ha sido para ti. Oye que te parece si repasamos nuestras líneas para mañana? Es que a mi me cuesta un buen y pensé que quizá, si no te molesta, me podrías ayudar.

Yo- Si, claro.

Así estuvimos toda la tarde hasta que se hicieron las nueve de la noche. Y desafortunadamente me tenía que ir a mi casa. Pero... se largó a llover:

Yo- Uy no, se me hizo súper tarde. Me tengo que ir. Gracias por todo Luis, me caíste súper bien.

Luis- Déjame te acompaño. Es muy de noche y fíjate como llueve. Además no me molesta.

Yo- Está bien. Gracias Luis.

Llegamos a mi casa, y al despedirnos Luis me dió un beso en la mejilla. Lo cual me gustó porque JAMÁS me hubiese imaginado que mi ídolo me daría un beso. Saben? Para ese entonces ya había dejado de verlo como alguien famoso y perfecto. Ya lo veía sólo como un compañero de trabajo. Como un amogo más. Y eso era muy confuso...