Un Golpe De Suerte

Una Nueva Oportunidad

Al día siguiente, en el set, se me hizo muy difícil grabar con Luis. Y eso fue muy notorio:

Manolo- Luis, Gala, vengan.

Yo- Pasó algo...?

Manolo- Sí. Los llamé porque quiero hablar con ustedes. Desde que comenzamos el rodaje no tienen la química necesaria... la que tenían el año pasado! La que a la gente le gustaba! Qué sucede? Pasa... algo entre ustedes dos?

Luis- Pues la verdad es que... -antes de que pudiera terminar, lo interrumpo-.

Yo- Nada! La verdad es que a mí no me pasa nada. A no ser... que a Luis sí. Luis, hay algo que quieras comentarle a Manolo?

Luis- -me mira bastante serio-. No. No me pasa nada, Gal. Sólo estoy cansado.

Manolo- Cómo sea... -revolea los ojos-. Por favor: los problemas personales DE LADO. Esto no puede influir en la trama. Luis, concéntrate! No podemos repetir una y otra vez las tomas. Y Gala, no le hagas caso. Descansen cinco minutos y luego volvemos. Y los quiero enteros, eh...

*Manolo se va*

Luis- Gracias! Ahora por tu culpa, estoy haciendo las cosas mal. Genial.

Yo- Por mi culpa? Vos te escuchas lo que estás diciendo? El que está desconcentrado sos vos, te aclaro. Claro! Ahora entiendo todo! Vos estas ardido por lo de Jaime, no? Decime que no y te juro que voy a empezar a reírme, porque sé que es por eso. Por qué no dejas de lado tus celos y tu ego, y mejor no empezas a separar lo personal de lo profesional? Que por tu culpa, nos está yendo mal a los dos...

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Ya era de noche y estaba en mi casa. Iba a irme a dormir, no sin antes revisar mis redes sociales como de costumbre, cuando veo que en todo mi inicio de Instagram y Twitter estaban llenos con una noticia: "Luis De La Rosa y Loreto Peralta, ¿juntos?
Se los vió tomados de la mano en las calles de la CDMX... ¿¿Romance en puerta??"
La verdad, no les voy a negar que me sorprendió. Hacía unas horas me estaba rogando por volver. La verdad no lo entiendo. Pero... bueno. Así y todo, me tiene sin cuidado lo que haga o no con Loreto o con quien sea. Sólo me fui a dormir. Estaba tan cansada que era imposible pensar en romances.