KENZIE
Habían sido duros estos días, trabajando de noche y descansando de día por medio tiempo, mientras que el otro lo ocupaba para ir a la preparatoria a intentar convencer a la directora de que me aceptara en la escuela, le planteé varios de mis problemas, que eran mentiras obvio, para que me dejara quedarme. Al principio no quiso, pero después de recibir una extraña llamada me dijo que si.
Agradeci a quien fuera que me haya ayudado porque necesitaba salir de la preparatoria, necesitaba crear mi futuro. Hoy era lunes, inicio de escuela, comenzaba el último curso. Estaba arreglándome mi ropa, decente, cuando mi celular sonó.
Era Carolina.
—Hola, Caro —la saludé, acomodándome el cabello.
—Feliz primer día de escuela, Kenzie —sabía que estaba sonriendo, yo también le sonreí—. ¿Como hiciste para que te aceptaran?
—¿Y tú cómo hiciste para saber que me habían aceptado —me quedé pensativa—. Espera, Carolina, ¿como hiciste para saber en donde estaba?
La escuché suspirar.
—Vamos, Kenzie, sabes que a Kayler nada se le escapa, ese chico es como una computadora súper actualizada. Sabe todo.
Rei. El tiempo que viví allí me había dado cuenta de eso.
—Pues que suerte tienes por tener un novio así —le dije—. Y pues no lo sé, la directora me acepto así sin más, es decir, al principio no la convencí muy bien que digamos pero después si. Me pareció extraño la verdad. Estaba por resignarme.
—Sabes que eso no te lo creo —agrego—. Eres Kenzie, nunca te das por vencida, eres capaz de amarrarte a un pupitre del aula de clases con tal de que te dejen allí.
Sonreí.
—Tienes razón —tome mi bolso—. Es hora de que esa Kenzie vuelva.
Había dejado a esa Kenzie atrás, en el pasado, pero creo que era hora de que esa chica volviera. Era hora de que superan que nada me podía derrotar, hoy en el colegio la pondría en práctica.
—Si, bueno, me cuentas que tal te fue en el primer día —la escuché bostezar. Siempre con pereza—. Kayler me pasará buscando en cualquier momento —dijo—. Te dejo, le doy tus saludos a Anne, no te preocupes. Ella y Thomas están más que bien. Después de ese encuentro de fin de año parece estar todo mejor —suspiró.
Me tensé, aún no quería hablar con Anne, pero sabía que algún día lo tenía que hacer.
—Vale.
Corte.
Miré mi ropa, había escogido algo sencillo, algo que no va con la Kenzie que quería sacar a relucir. Clara me pasará buscando en unos minutos para irnos juntas al colegio, ella estaría en mi aula, eso era bueno. No le había comentado nada de los lobos y no pensaban decirle a nadie más. Era obvio que esos chicos de la mafia llevaban chicas a esa mansión para darles de comer a esos lobos.
Busque algo mejor en el armario, escogiendo un pantalón color negro, ajustado; una camisa en blanca que va por dentro y una chaqueta en color gris. Me quité mi antigua ropa de un santiamén y me puse la que recién había escogido rápido.
Peiné mi cabello, dejándolo suelto. Puse algo de brillo en mi boca. Tomé mi bolso y salí de mi habitación, en eso la puerta del departamento sonó. Me apresuré a abrir.
—Hola, Jade, ¿lista? —me saludo Clara. Ella llevaba una falda un poco más corta de lo normal, unas sandalias de tacón y una camisa que mostraba su ombligo. También llevaba su abrigo en la mano, junto con su bolso.
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Olvidándome del lobo ✔️
Hombres Lobo•COMPLETA• Kenzie Coleman quiere olvidar todo lo vivido meses antes en Lewiston, decidiendo vivir en otro pueblo para comenzar de nuevo. Al llegar a Janesville, Kenzie cambia de identidad, pues le parece una buena oportunidad, creyendo que nadie la...