Intenté calmar mi respiración agitada ya que solo eran los chicos, era cierto, ellos podían convertirse en lobos enormes, ellos habían asesinado a chicas, pero no podían hacerme daño a mi, ¿verdad? Quería pensar que no. Además, Connor... ya ni siquiera sé qué pensar de él. Decidí sentarme en una silla giratoria y esperarlos. Los enfrentaría, no les voy a temer, les mostraré que puedo con ellos. Aunque la verdad no sé qué haría si llegasen a actuar mal.
La lluvia seguía recia, al igual que los relámpagos y rayos; minutos después se escuchó el estruendo de una puerta siendo derribada. Era la puerta de entrada, a pesar de que estaba oscuro cada que venía un relámpago iluminaba. Vi que era Connor y los demás y me pregunté cómo es que se habían cambiado tan rápido. Llevaban unos pantalones de mezclilla y una camiseta. Me puse de pie de inmediato al notar que Connor buscaba con la mirada, hasta detenerse en mi.
—¡Kenzie! —exclamó a la hora que se apresuraba a llegar a mi. Me abrazó en seguida, en otras circunstancias estaría gritando de alegria pero hoy no. Hay mucho de qué hablar.
Connor se separó lentamente al ver que me quedaba quieta sin responderle el abrazo y sin decir nada.
—¿Te encuentras bien? ¿Te hizo algo? ¿Donde está? Donde sepa quién hizo esto lo voy a... —se detuvo de golpe.
—Relájate, Parker, ella esta bien —apareció Nicholas en nuestro campo de visión. Algo dentro de mi se removió al recordar el video.
—¿No hay nadie más? —ese fue Jack. No respondí.—Tranquilos, Kenzie quizás está en shock o algo así —Sam me escaneó con la mirada. —Fiuu —silba Gabe acercándose—. Si hasta desarreglada te ves sexy —rió.
Los chicos me miraban atentos, Connor tenía la mirada en mi y ahora se cruzaba de brazos, preguntándose qué me pasaba, estaba serio e inexpresivo. Quizás ya podía tener una idea. Abrí la boca para hablar pero de ella no salió nada, no lo sé, estaba nerviosa. Respiré profundo y me calmé. Lo primero que hice fue dar unos cuantos pasos hacia atrás, alejándome un poco. Nunca se sabe cuando tienes que salir huyendo.
—Ustedes... —me detuve sin saber cómo decirlo—... Ustedes... —miré a Connor—... me engañaron.
Connor frunció el ceño sin entender.
—¿De que hablas? —ahora su voz estaba algo vulnerable.
Quizás eran ideas mías.
Un rayo fuerte sonó, haciendo que diera un pequeño salto en mi lugar. Así de nerviosa estaba.
—Ya sé su secreto —los miré— ustedes son... son lobos —solté al fin.
Hubo un silencio en ese momento, mientras algunos se miraban entre sí, pero Connor no apartaba la vista de mi.
—¿No piensan decir nada? —cuestioné.—¿Que quieres que digamos? —habla Nicholas— es terrible que te hayas enterado, era divertido ver tu cara de susto cuando escuchabas un aullido —ríe. Esto no es para reírse, pero es Nicholas, cualquier cosa se puede esperar de él.
—Kenzie, lo sentimos mucho. Hubiera sido mejor que te enteraras de otra manera —ese fue Jack.
—Creo que es mejor si dejamos a Kenzie y a Connor solos. Tienen mucho de qué hablar. —sugiere Sam. Al parecer es el más cuerdo de todos.
—¿Porqué? Esto será divertido —Nick se frota las manos. —Nicholas... —empieza Gabe.
—Bien —espeta el, girándose con sus amigos.
Cuando los demás chicos salen miro a Connor.
—Perdón. —es lo único que dice.
Intento contener el enojo ya que como él tuvo secretos y sus razones para esconderlos yo también tengo los míos. La verdad es que Connor no sabe que hace años me casé con Clark, era una noche alocada y bueno, sucedió. Después de eso Clark no me ha dejado en paz y no se ha querido divorciar. Es decir, fuimos novios antes de eso pero no quería casarme con él. Era solo un pasatiempo.
Clark me chantajeaba con decirle a todos mis amigos y conocidos de Europa y yo no quería, quería que pensaran que seguía siendo libre, así que huí, decidí ir al pueblo de Carolina, claro, no sabía que la encontraría ahí, y bueno, fue donde conocí a Connor, donde me di cuenta de que todas las piezas se juntaban en mi. Luego de eso Clark apareció, no quería que Connor supiera que estabacasada por el, sino por mi, así que besé a Clark para ganar tiempo. No sabía qué hacer, y cuando por fin decidí confesárselo, él se enteró y me terminó.
—Connor, solo quiero saber algo —me enderecé—: esas chicas del laberinto... ¿has participado en eso? Es decir, ¿has matado gente inocente? —sería terrible si dice que sí.
Me miró, su mirada parecía oscurecerse, siempre había visto que sucedía eso pero ahora entendía que era por la bestia que llevaba dentro. Dio un poco de miedo, lo admito. Él se acercó hasta quedar muy cerca de mi. Podía ver su rostro con claridad a pesar de la poca iluminación.
—¿Tu crees que soy una asesino, Kenzie? —inquiere.
¿Que? Por supuesto que no creí que Connor haya sido capaz de matar por gusto, pero necesitaba saberlo de su boca.
—No —respondí casi en un susurro.
—Entonces ahí tienes tu respuesta.
Bien, era un peso menos el saber que no participó en eso.
—Pero, ¿pensabas decírmelo algún día? —quise saber.
Resopló mientras retrocedía y se sentaba en una silla giratoria, acercó otra y palmeó el lugar para que me sentara. No dudé ni un segundo, así que me senté frente a él.
—Claro que te lo diría, —empezó—, es solo que no se dio la oportunidad, sucedió lo de Clark y tú y, bueno, ya sabes.Asentí con algo de vergüenza.
—Pero me siento más liberado el hecho de que ahora lo sabes y no me estás gritando ni diciendo lo desagradable que puedo ser —dice un poco más calmado.
Era cierto, me sorprende la madurez con la que estoy tomando el asunto. —Si, créeme, también estoy sorprendida. —admití.
—No se si debería decirte esto pero... ahora ya sabes lo que somos me parece Justo que sepas la otra parte —dijo. Asentí—. Kayler y los demás chicos que siempre estaban en nuestro grupo también lo son. —confesó.
Mi boca amenazó con desencajarse, es decir, ¿Kayler Brown es un hombre lobo también? ¿Y Carolina lo sabe?
—Sí, Kenzie, Carolina lo sabe —respondió como leyéndome el pensamiento—. De hecho es una historia muy larga la de ellos dos, historia que la misma Carolina te contará.
Wow, así que Carolina también lo sabe.
—Hay muchas cosas que tienes que saber... —murmuro pero me dio a entender de que no quería decirlas ahora.
Pero yo sí quería hacerlo, ahora que estábamos en las confesiones y eso decidí contarle lo mío con Clark:—Connor, tú también tienes que saber algo... —y le empecé a contar lo de la noche alocada que por eso besé a Clark y todo lo demás. La cara de confusión que tenía Connor no tiene precio. Pero por lo menos me sentía liberada, ya no habían más secretos en mi.
—Wow, así que... ¿estuve saliendo con una mujer casada? —inquiere, pero no hay enojo en su voz. Creo que eso es buena señal.
Reí un poco.
—Sí, lo siento.
Connor también rió un poco.
—Bueno, creo que ya no hay más secretos entre nosotros, Kenzie —se puso de pie. Lo imité. —Tienes razón.
¿Que deberíamos hacer ahora?
—Aún así todavía hay muchas cosas qué resolver —se puso serio—. Tenemos que averiguar quién es esa persona que te raptó, también saber quiénes eran estas personas que nos investigaban y porqué se fueron dejando la evidencia aquí. Cualquier otra persona la pudo ver.
Tenía razón.
—¿Es malo eso? —quise saber un tanto preocupada.—Solo las personas necesarias saben lo que somos. Hablaré con Kayler mañana, quizás él sepa algo. Vamos.
Asentí mientras nos dirigíamos a la salida, los demás chicos ya no estaban así que supuse que se fueron.
—¿Te apetece ir en mi espalda? —cuestiona con una sonrisa traviesa en su cara. Nervios, eso sentí.
—Ah, creo que si.
Se quitó la camisa y dio un salto, cayendo en lobo después. Wow, qué increíble. Estas cosas sólo las miro en las películas. Connor es tan grande, en realidad todos ellos lo son, ya decía yo que no eran lobos comunes. Me acerqué y acaricié un poco su pelaje, para después montarme en su espalda a cómo pude.
«¿Lista?» escuché su voz en mi cabeza.
Me asusté.
—¿Cómo es que hiciste eso? —inquirí con desdén.
«Eres mi mate, Kenzie, me puedes escuchar» dijo.
—Hay muchas cosas que me tienes que explicar, Connor Parker —setencie.«Sujétate»
Eso hice, Connor empezó a correr, y sí que corría rápido. No me importó ir debajo de la lluvia. A pesar de que estaba un poco más tranquila, voltee a ver detrás de mi, sintiéndome observada.
Eran ideas mías, supuse. •
A la mañana siguiente me desperté sintiéndome una persona nueva, ya no había secretos pero sí criaturas. Era increíble lo que Connor era. Aún no lo superaba. Me levanté de la cama y salí a la cocina, pero antes la puerta fue tocada varías veces. La abrí ya que estaba cerca, notando que era Clara. Se veía un poco asustada. Entró a mi departamento y cerró la puerta tras de ella.
—¿Que pasa? —cuestione algo preocupada.
—Kenzie, ha ocurrido algo terrible —me dice. Se ve cansada.
—¿Que cosa? Dime —la apure.
—¿Recuerdas a la chica que estaba con Blake aquella vez en el lago? —pregunta. —Si, ¿qué con ella?
Me miró, para después soltar la noticia:
—Kenzie, la encontraron muerta en su habitación.
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Olvidándome del lobo ✔️
Hombres Lobo•COMPLETA• Kenzie Coleman quiere olvidar todo lo vivido meses antes en Lewiston, decidiendo vivir en otro pueblo para comenzar de nuevo. Al llegar a Janesville, Kenzie cambia de identidad, pues le parece una buena oportunidad, creyendo que nadie la...