Olvidándome del lobo ✔️

Capítulo 25 | Momentos.

Volver a besar los labios de Connor era como volver a la vida, lo necesitaba tanto. No quería dejarlo ir, no quería que él me dejara ir. Quería estar siempre con él. Connor me aferró más a él, haciendo sincronía con mis labios. Es bueno pensar que él me necesitaba tanto como yo a él. Y no me rechazó, ese era mi miedo más grande. Connor llevó una de sus manos a mi mejilla y la acarició, haciendo que mi piel se estremeciese.
Enredé mis manos en su cabello, ahogando alguno que otro gemido, ya que la tentación era grande. Sentir a Connor tan cerquita de mi es placentero, siento su calor, siento un cosquilleo en mi estómago. La manera en la que me toca, con esa delicadeza que hace que me derrita ahí mismo. Sin embargo, un ruido proveniente del elevador nos hizo interrumpir el beso, quedando nuestras frentes unidas.
Solo nuestras respiraciones agitadas se escuchaban en el pequeño espacio.
—No quiero volver a estar separado de ti nunca más —susurra. Abrí los ojos y lo noto mirándome. Sus ojos más oscuros de lo normal. —¿Y tú? —creo que sentí algo de miedo en su voz. Quizás temiendo la respuesta.
Mi respuesta siempre ha sido la misma, nunca cambiará.
—Yo tampoco, Connor Parker. No quiero volver a separarme de ti.
Sonríe haciendo que imite su sonrisa.
—Kenzie Coleman, —toma mi mano. Río un poco— ¿quieres volver a estar conmigo. Esta vez, para siempre?
¡No puedo creer que me esté volviendo a pedir que sea su novia! ¡Muero de felicidad!

—¡Sí quiero! —exclamé lanzándomele encima y dándole un beso rápido—. No puedo creer que esto esté pasando, Connor, pensé que tú y yo... no volveríamos...— me calla.
—Shhh, eso es pasado —dice—. Lo importante ahora es que estamos juntos. Y nada nos podrá separar ahora. —acaricia mi mejilla.
—Nada —asiento.
Las puertas del elevador se abren.
—Hola, chicos —la voz de Jack nos saca de nuestro pequeño momento de felicidad y nos hace que miremos en su dirección. Frunzo el ceño al ver a Jack, Nicholas, Gabe, Sam, Clara y.... Anne, Carolina, Thomas y Kayler.
¿Qué está pasando?
—Aunque me da mucha felicidad que ustedes dos hayan vuelto hay asuntos urgentes qué atender —dice Carolina siendo la primera en adentrarse al ascensor. Los demás la singuen, acomodándose bien para poder alcanzar. Nosotros nos quedamos sin entender, en la misma posición.
—¿Que pasa? —inquirí.
Connor me da un beso en la sien y susurra: —Creo que esto no es bueno.

•
—A ver si entendí: ¿quieren que yo haga qué? —me puse de pie.
Estábamos en el departamento de Connor, todos reunidos. Al parecer Kayler se había enterado de lo que pasaba gracias a Sam y ahora está aquí queriendo poner punto final a todo esto. Quieren acabar con Blake de una sola vez. Así que su plan conociste en que yo me acerque a Blake a ver qué sucede.
—Yo tampoco estoy de acuerdo —dijo Connor a mi lado.
Bien, por lo menos tenía a alguien que estaba conmigo.
—No seas celoso, Parker —recrimina Kayler.
—Mira quien habla —responde mi novio. Se escucha tan bonito eso—. Si fuera Carolina estuvieras igual o peor que yo.
Kayler entrecierra los ojos y lo mira amenazante, observo a Carolina rodar los ojos y descansar su cabeza en su puño.
—Como sea, terminemos con esto de una buena vez. Sea Anne, Kenzie o yo, una de nosotras lo tiene que hacer. —dice Caro.
—La única que puede coquetear con Blake es Kenzie. Es decir, es nueva aquí, Blake no se podrá resistir. Créanme, yo se lo que les digo. —agrega Gabe.
Suspiro profundo y me vuelvo a sentar en el sofá a la par de Connor. Afuera se empezaba a poner nublado, las hojas de los árboles empezaban a menearse debido a unas pequeñas ráfagas de

viento que se venían de vez en cuando. Clara estaba en el otro extremo algo pensativa y me pregunto si Bárbara se habrá quedado con la familia de la chica. Además, no es como si ella la conociera... o quizás si. Viven aquí.
Todos me miran esperando una respuesta, Connor no está cómodo con la situación pero no dice nada. No es conveniente que se ponga celoso en estos momentos, además no voy a hacer nada malo. Es solo que queremos saber si Blake tiene que ver con las muertes de las chicas.
—Está bien, lo haré —solté por último. Si tan solo tuviéramos el celular de Blake quizás no estaríamos en esta situación, pero ese hombre se lo llevó. Además, hablando de ese hombre, había algo raro que me daba vueltas en la cabeza. Su voz no era su voz, era un aparato para que la voz le saliera áspera y ronca, se le notaba. Entonces esa persona no quiere que su voz sea escuchada porque quizás la podamos conocer.
Yo, por ejemplo, no he hablado con Blake así que no conozco su voz ¿Porqué ocultarla conmigo? ¿Acaso es otra persona que sí conozco? Esta confusión me tiene mal. Necesitaba saber quién era de una buena vez.
—Perfecto, pongamos en marcha el plan entonces—Nicholas se pone de pie. Fruncí el ceño al verlo un poco serio. No era el habitual Nicholas era obvio. Sin embargo mirarlo así tan varonil y de aspecto serio me cae mejor. Observo a Clara de reojo y noto que mira a Nicholas con algo de tristeza, quizás porque piensa que jamás la podría voltear a ver. Viene a mi mente lo que ella me había dicho días atras, que ella no era «su alma gemela» así que la palabra «mate» viene a mi mente.
¡Clara sabía lo que eran! Claro, si por algo sabía de los lobos y el laberinto y eso. —¿Cómo lo haremos? —inquiere Sam.
—Llevarlo al bar sería una buena opción —dice Jack de brazos cruzados en el otro extremo de la sala.

—No, es mejor en el bosque —opina Kayler—. Algo más privado. Si se pone a la defensiva los lobos atacarán.
—O lo llamas aquí —dice Gabe. No me convenció mucho eso. —Kayler tiene razón, es mejor en el bosque —Connor se pone en pie.
—Haremos esto: —Kayler lo imita— Kenzie le mandará mensajes a su número, si él contesta es la primera pista que tenemos que él fue quien vino por el celular. Si no contesta entonces tendrá que averiguar su Facebook y hablar por ahí. No sé cómo vas a hacer, Kenzie, pero tienes que lograr que ese chico te pida una cita. Hay una cabaña en el bosque, Carolina, Anne y Clara irán a arreglarla para que parezca como si Kenzie viviera allí. Connor, Thomas y los demás estaremos en el bosque por si ocurre algo. ¿Quedó claro? —nos mira. Todos asentimos—. Bien, busca tu celular, Kenzie, y empieza con el plan.
—No creo que Blake sea tan estupido de contestar su celular, pero ustedes saben lo que hacen — Thomas, quien hasta ahora había permanecido callado y algo serio, se deja caer a la par de su novia. Todos se empiezan a poner de pie y a platicar entre sí. Me pongo de pie y me dispongo a ir donde Anne, ya que necesitaba decirle algo, pero unos brazos en mi cintura me lo impidieron.
—¿Estas segura de hacer esto? —Connor me pega a su pecho. Aún tiene su gorra, haciéndole ver más sexy de lo normal.
Respiro profundo y asiento, aún no creo que este chico y yo estemos juntos de nuevo. Extrañaba todo de él.
—Necesitamos hacer todo lo necesario para acabar con esa persona de una buena vez —murmuré con sinceridad—. Connor, tengo que hablar algo con Anne —le hice saber.
Él al principio frunció un poco su ceño sin entender pero luego asintió formando una sonrisa.

—Está bien —besó mi sien, gesto que hizo que mi piel se estremeciera y que las mentadas mariposas en mi estómago salieran a volar desenfrenadas—. Ve.
Nos separamos, él se dirigió a Kayler y los demás quienes parecían tener una conversación un tanto.... extraña. Pero los dejé en sus cosas y me acerqué en donde estaba Anne hablando con Thomas, y Carolina revisaba su teléfono celular algo aburrida, es raro que no me esté interrogando ni preguntándome cosas. Quizás algo le ocurrió.
—Hola, Caro —tanteé el terreno. Ella elevó la vista y sonrió, poniéndose de pie y dejando el celular en el sofá.
—Kenzie, no sabes el gusto que me da que hayas vuelto con Connor —su sonrisa es sincera. Sonrío también.
—Gracias —siento mis mejillas calientes, a veces puedo ser tan sensible—. Quisiera hablar con Anne —le dije.
Quizás entienda.
Asiente repetidas veces mientras gira su cabeza en dirección donde Anne. —Anne, ¿puedes venir por favor? —le dice.
Anne deja de hablar con Thomas para mirarnos. Asiente mientras se ponen de pie, Thomas le susurra algo al oído y pasa a la par mía palmeándome el hombro. Le sonreí en el proceso.

—¿Ocurre algo? —Anne y su voz frágil, indecisa. Ella usa un vestido hasta las rodillas color turquesa y unas sandalias en negras. Su cabello negro y largo está suelto y ahora usa unos lentes. Se mira tan bien. Y bonita.
—Anne, —la miré. Ella me miró también—. Perdóname. Por todo —logré articular. Me siento tan mal por haberla juzgado y dicho que en parte era su culpa de que Connor se enterara, yo se que no tuvo nada que ver pero le sembró la duda. No tenía que haberme enojado con ella. Me siento tan mal.
Anne sonríe sincera, amable.
—No te preocupes, Kenzie, todo está bien entre nosotras —dice. Unas palabras que hace que pueda respirar con tranquilidad—. Y también me da gusto que Connor y tú hayan vuelto. Se lo merecen.
—Gracias, a las dos —las miro a ambas. Carolina está sonriendo, ella viste unos vaqueros en blancos, botas hasta las rodillas en negras y su típico abrigo negro. Su cabello rubio le cae en unos rizos por los hombros.
—Vengan aquí —dice ella, acercándonos y abrazándonos.
Extrañaba estar así con estas dos.
Al separarnos, la voz de Kayler nos hace salir de nuestro pequeño momento. —Kenzie, es hora.
Y ahora íbamos a terminar con ese asesino de una vez por todas.