Olvidándome del lobo ✔️

Epílogo.

Semanas después... Noche del baile.
—Creo que ese te queda perfecto —me dijo Clara.
Estábamos en una tienda buscando nuestros vestidos para el baile. Tenía puesto un vestido largo en color negro, con piedrecitas que brillaban. No tenía mangas y el escote hacía que se me resaltaran más los pechos. Como carecía de ellos, me gustó de inmediato. Además, quería algo sencillo y rápido.
Clara ya había escogido su vestido, era una largo en color turquesa. Tampoco tenía mangas y el escote era igual que el mio.
—Sí, creo que es el indicado —sonreí al espejo—. Me lo quitaré para que vayamos a pagar. —me metí otra vez al vestidor.
Ya habíamos comprado los zapatos y todo, los míos eran de tacón fino y los de Clara también. Los de ella tenían unas franjas en turquesa y los míos piedrecitas brillantes. Creo que combinan bien. Era de tarde, casi anocheciendo. Habíamos venido a buscar vestidos a última hora. Me quité el vestido y me puse mis pantalones desgastado y mi camisa. Tomé mi bolso y el vestido y salí.
Las últimas semanas con Connor habían sido geniales, ahora los dos estábamos juntos y nadie nos podía separar. Creo que no me había sentido más feliz nunca. Las cosas en Janesville parecían ir normales. Con Barbara tras las rejas creo que todo se compondrá. Barbara estaba enamorada de Blake. Al parecer estaba muy obsesionada con él ya que no dejaba que ninguna chica hablara ni coqueteara con él. Así que por eso asesinó a Pamela y a Clear. Y también quería hacer lo mismo conmigo.

Me da lástima.
—¿Ya sabes qué estudiarás? —me pregunta ella mientras nos dirigimos a caja.
No tenía ni idea de lo que estudiaría después de salir de la preparatoria, quizás me tome un año sabático o algún así. No me quiero sentir presionada respecto a eso.
—Aún no lo sé —respondi.
Al llegar a caja entregamos los vestidos y los zapatos de tacón, pagamos y salimos de la tienda.
—Creo que después del baile pasaré una semana más aquí, y luego me iré a la universidad. — comenta.
Todos buscábamos universidad.
—¿En donde te irás? —quise saber al momento en que me montaba al asiento conductor. Estaba usando el auto de Connor. Clara llegó y se subió al copiloto. Dejé las bolsas en el asiento de atrás y encendí el carro.
—Creo que iré a Los Ángeles —dice— ¿tú?
—Aún no lo se. Quizás nos quedemos en unas de por aquí cerca. Arranqué.

—Y... ¿sabes a cuál irá Nicholas? —inquiere. Ella siempre me pregunta por Nicholas, me llegó a confesar de que es su crush ya que jura que nunca podrían estar juntos. Y a veces siento pena por ella. Quisiera hablar con Nicholas y hacer que se enamore de ella. Pero no puedo mandar en sus sentimientos.
—No lo se, quizás también se queden por aquí cerca. Ya sabes, tienen su manada y todo.
Clara asiente.
•
—Estas preciosa —Connor me abraza por atrás, descansado su barbilla en mi hombro, mientras me observa a través del espejo. Ya nos habíamos cambiado ya que teníamos que irnos al baile.
Él llevaba su traje perfectamente, se miraba como un modelo de esas revistas.
—Lo mismo digo, señor Parker —le sonreí. Él me hizo girar para quedar frente a frente.
—Desearía arrancarte ese vestido y quedarme contigo toda la noche. En mi cama —me dice para después depositar un beso mojado en mi cuello.
Una oleada de placer me invade.
—Me gustaría lo mismo pero es el baile. No podemos faltar.
—Te quiero comer, mi amor —me estremezco—. Eres mía, Kenzie. Solo mía.

Me mira.
—Y tú mío, Connor Parker —nos besamos.
•
Cuando llegamos al baile la música resuena por todos lados, están las parejas bailando, otras tomándose fotos y otras, como Clara, están de brazos cruzados solo viendo. Su mirada se encuentra con la mía así que le hago una seña para que venga. Ella empieza a caminar hacia nosotros.
—¡Kenzie! —una voz me hace girar. Es Blake. Lleva un traje casi como el de Connor. Se mira genial.
—¡Blake! —le doy una abrazo rápido.
—¡Estas bellísima! —me dice.
—Gracias —sonrío— ¿vienes con alguien? —inquiero ya que si no tiene pareja al menos puede hacerle compañía a Clara.
—Está vez estoy solo —dice. Clara llega donde nosotros. —Hola.

—Clara, ve y baila con Blake —le digo. Pero no parece convencida—. Quizás Nicholas los miré y le de un poquitín de celos. Que sabemos —me encojo de hombros.
Parece gustarle la idea.
—Perfecto. Vamos, tú —se lleva a Blake casi a rastras hacia la pista de baile en donde empieza a sonar una música lenta. Todas las parejas bailan pegados.
—¿Me concedería el honor de bailar conmigo esta pieza, señorita? —estira su mano.
Le sonrío como tonta a mi novio.
—Claro —la tomo. Me pega hacia él, empezando a movernos lento, al ritmo de la música. —Soy muy feliz, Kenzie, como nunca creí poder serlo —me susurra.
—Y tú me haces feliz escucharte decir eso —lo miro a los ojos. Connor se acerca y me da un beso, suave y lleno de pasión.
Lo amo tanto.
—Después del baile serás mía. Otra vez —ríe en mi oído. Me estremezco el solo hecho de pensar eso.

—Connor, no digas esas cosas. Estamos rodeados de personas —escondo mi cabeza en su pecho. Noto a lo lejos a Clara y Blake bailando, Clara miraba recelosa hacia una dirección. Sigo su mirada. Ah, es Nicholas quien ahora se está besando con una tipa.
Que horror.
Siento lástima por Clara.
La música lenta se detiene y ahora suena una movida. Todos empiezan a bailar y a reír.
—Si quieres podemos ir a otro lugar —me dice el.
—Connor, es nuestro último día en la prepa —hago puchero—. Ven, vamos por algo de tomar —le tomo la mano y lo llevo hacia las bebidas. Hay ponche. Me sirvo un trago y me lo bebo rápido.
—Parece que tienes mucha sed —me dice.
—Algo así —respondo dejando el vaso en la mesa.
—¿Que hacen aquí de pie? —Clara se acerca. Se ve más sonriente.
—¡Vamos a bailar, chicos! —exclama Blake.
Observo a todos los estudiantes bailando en sincronía una de esas músicas viejitas, miro a Connor de reojo, formando una sonrisa. Ya me dieron ganas de bailar.
—¿Connor? —inquiero.

—Ya qué—dice tomándome de la mano—. Vamos.
Nos dirigimos hacia la pista de baile en donde están los demás. Allí bailamos, reímos y disfrutamos. Estoy feliz porque Connor está conmigo, y prometo cuidar de él y de su corazón para no tener que volver a estar Olvidándome del lobo.
FIN.