MAMI, ¿DONDE ESTA PAPI?

Tormenta a la vista

Era un día soleado, casi se podría decir que perfecto pero unas nubes grises estaban esparcidas por el cielo en el pueblo de Gravity Falls, una pequeña niña de no mas de 9 años, de cabello color chocolate y ojos ámbar se encontraba mirando por la ventana de la Cabaña del Misterio ,  estaba triste ya que tenía más de 2 meses sin poder salir por su seguridad ya que ella era la hija de Bill, un demonio de los sueños o mas conocido como el triángulo lunático de un solo ojo que trajo la destrucción al pueblo (según los habitantes de este)  y de Mabel Pines sobrina nieta de Stanford y Stanley Pines dueños de la cabaña, gemela de Masson Pines o Dipper.

Todo era un completo caos, se sentía ignorada y rechazada por su familia por la razón de que no pasaban tiempo con ella después de la muerte de su tío Stanley, ella pensaba que era porque no les había dicho su trato con él, pero en realidad ellos no le podían tener rencor y jamás se lo tendrían, estaban buscando la manera de sacarla del pueblo sin embargo por cada solución había un problema y la única manera de sacarla era usando la misma ecuación para romper la barrera que separaba las criaturas paranormales que habitaban en el bosque, del mundo entero, que no estaba listo para las cosas raras y tenía la tendencia de destruir lo que no entendían y si de por si en el pueblo recibían amenazas si saliera de el estaría perdida según Stanford.

Pues bien, hoy en la mañana recibieron otra carta:

12 de Agosto del presente año

De: El alcalde
Para: La familia Pines

Por la presente carta quiero comunicar que si no entregan al demonio que tienen como "familia" ha mas tardar el día 31 de octubre del presente año o me vere obligado a tener que dar permiso para profanar la ya conocida "Cabaña del Misterio" .
No quiero verme obligado a dar esa orden por lo cual espero que obedezcan, la bastarda jamás debió haber nacido ha echo que la población de Gravity Falls se vea afectada con sus ataques y la muerte de Stanley Pines lo demuestra además no quisiera que otra lunática homicida quiera volver a destruir al pueblo.

La bastarda tendrá que ser entregada en la plaza donde recibirá el castigo que merece junto con los seres como ella para después ser convertida en piedra.

Espero que no lo tomen como un asunto personal , me despido:
"El alcalde Tyler"

- ¡¿Que no lo tome como asunto personal?!- grito la castaña-¡Es mi hija!
- Tranquila Mabel- Hablo su hermano- los únicos que sabemos como convertir a Maya en piedra somos mi tío y yo.
- ¿Y Guideon que?- reclamo- te recuerdo que él robo páginas de los malditos diarios a parte esta muy sentido porque me enamore de Bill y no de él.
- Lo se, pero no es probable- Dipper sabía que su hermana tenía razón- solo tenemos que tener fe de que todo va a salir bien y concentrarnos de mantener a salvo a Maya.
- Bien- concordó Mabel- Espero que Bill la cuide donde quiera que este.

Escondida detrás de la puerta de la cocina se encontraba la pequeña a la cual iba la amenaza abrazando con fuerza su peluche de cerdito, sus lágrimas recorrían su rostro, ¿Era su culpa que esos niños la molestarán?, ¿Que había hecho ella para ganar su odio?,
Muchas dudas se remolinaban en su mente y tres palabras se repetían cual disco rayado "el 31 de Octubre, su cumpleaños" , solo había un problema su madre la conocía muy bien para saber que estaba escondida.
- Maya- pregunto con voz suave- ven aqui presiosa.
La pequeña salio de su escondite poniendo más fuerza a su agarre.
- Lo siento mami- un pequeño sollozo salio de su boca- solo quería saber porque no querías que saliera.
- O vamos linda no llores, esta bien solo que- vaciló un poco- ellos no entienden que eres especial.
-¿Soy mala?- pregunto la niña con miedo de escuchar su respuesta.
- Claro que no- Dipper se puso de cuclillas para tomar a Maya y cargarla-  eres la persona más bondadosa que conozco y a la que más quiero.
- ¿Y mi tía Pacifica?- le brillaron sus ojos.
- Ella es la segunda junto con tu primo- los dos empezaron a reír.
- Yo no quiero ir- Mabel la tomo quitándosela a Dipper.
- Y no vas a ir de eso me encargo yo.- respondió con firmeza tratando de convencerse a si misma y a Maya.- ahora vamos a comer helado, ¿Te parece bien?
- !Helado!- celebró, Maya.