MAMI, ¿DONDE ESTA PAPI?

Trato

- ¿Tu? Me sorprendes al dejarme libre, me perdí de muchas cosas por su culpa- su ojo ámbar resplandeció con intensidad- ¿Cual es el trato?- pregunto con una sonrisa ladeada listo para lo que se avecinaba.
- No te sientas tan confiado, esto apenas comienza- sonrió al ver la actitud del demonio- Aun estamos en el Mind Scape, tu ilusión es buena.
- Lo se, ¿Conseguiste el hechizo?- su voz se mostró esperanzada.
- No- el castaño se sintió apenado- Ford lo tiene escondido, tiene miedo de que desates otro Raromagedon.
El rubio empezó a reír con ironía.
- ¿Raromagedon?- su cabello se volvio de un color rojo intenso, - ¡¿Raromagedon?!- grito con la furia desbordando.
- Bill tranquilo- trato de que volviera a estar calmado.
- ¡Por Axolotl!, Maya es mi hija y solo se que esta sufriendo con mi Estrella Fugaz además de que unos imbéciles e insignificantes humanos les quieren hacer daño!- su respiración era acelerada, y en su mirada solo se veía la impotencia y el dolor que le inundaba.
- Pino, ¿Sabes lo que es perderse de los primeros pasos de tu hija, o sus primeros tratos?.No se como es físicamente, no se si es traviesa o tranquila, no se nada de ella.- se sentó en un piedra y comenzó a sollozar.- y sus últimas cartas están llenas de su dolor, de como se siente culpable por ser especial, y de como Estrella llora por mi culpa.
- Bill, tranquilo todo se solucionara- animo el castaño- falta poco para el cumpleaños número diez de Maya y la podrás visitar en el mind scape.
- Querrás decir que falta poco para que los imbéciles sacos de carne vayan por ella- Se lamento el rubio-Pino tienes que conseguir el maldito hechizo.
- Y lo haré, - extendió su mano hacia el demonio- Es un trato.
- Es un trato- juntaron sus manos sellando el pacto con fuego azul.

.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.

Alguien toco la puerta de la cabaña, sus habitantes pensaron que era él cartero con otra de tantas advertencias sobre entregar a Maya así que no le dieron importancia, sin embargo Maya con la curiosidad a flor de piel pregunto quien era.
- Soy un amigo de tu madre- respondió una voz masculina- vengo a darle un mensaje.
La pequeña abrió la puerta encontrándose con un hombre albino casi de la misma edad de su madre.
- ¿Con que tu eres la famosa Maya?- pregunto con ironía aquel joven- Solo eres un error que jamás debió existir- en sus ojos se podía ver todo el odio y resentimiento que le tenía a la niña. La tomo del cabello listo para arrastrarla hasta la alcaldía.

- ¡Suéltala Guideon!- grito Stanford- aun no se cumple el plazo por lo que Maya sigue con nuestra protección.- le arrebató la niña.
- Vamos Stanford, los dos sabemos que ves a la mocosa como un experimento más- dijo el albino con intenciones de dañar a la niña- ¡Ya se, la quieres para observar su comportamiento, no todos los días tienes a una cruza de Humana y Demonio!- celebro sin descaro.
- ¿Que demonios quieres?- pregunto ya exasperado.
- Hablar con Mabel y ofrecerle un trato- en su boca se formo una sonrisa digna del gato de Alicia.
- No hablaras con mi sobrina y no tocaras a mi nieta.- la pequeña se sorprendió era la primera vez que se referia  a ella como parte de su familia.
Mabel al escuchar el alboroto de afuera bajo los escalones topándose con una no muy grata sorpresa.
- ¿Que es lo que quieres Guideon?- demando saber la castaña mayor.
- Un trato para disminuir la condena de la mocosa, lo siento quise decir tu hija-  Mabel lo miro molesta pero la curiosidad era mas grande.
- Ve al punto- 
- Bien, tú te quedaras conmigo y a tu hija la entregaremos al gobierno donde harán lo que quieran con ella sin matarla- aclaro como si no fuera grave.
-¡ Largate de mi casa albino de mierda!- termino cerrándole la puerta en la cara rompiéndole él tabique de su nariz.
- Vete a dormir Maya, mamá esta cansada y tu tienes que descansar.