Welcome to the End *En Espera*

Capitulo 2

El sitio era horroroso, las luces parpadeaban y hacían que mi cuerpo temblara poco a poco, "maldita sea tengo miedo, mucho miedo pero papa dijo que estaría bien, tengo que seguir por él" pensé. Lucas me guiaba por las tiendas, con su arma en mano.

-Aún hay zombies por aquí- Su mirada era seria - No te fíes, te pueden aparecer asta en el baño.

Me sonó gracioso, ¿como te iba a aparecer un zombie en el baño mientras te duchas?

solté una pequeña risa que hizo que Lucas mandara una mirada amenazante hacia mi

-Esto es serio _______. Mikel murió mientras estaba en el baño. Dejó su arma, lo que fue un error por su parte.

"Segunda regla, nunca olvides tu arma" pensé.

-Aquí guardamos las provisiones de comida. Sé que no podremos resistir mucho tiempo más aquí. - Lucas agachó la cabeza.

-Tendremos que huir.

-¿Hacía dónde? Todo está destruido, no tenemos manera de desplazarnos ni comunicarnos. Esto es como una puta jaula.

-Tenemos que preparar un plan. Pero el problema es ¿el resto del grupo podrá seguir el ritmo?

-Si hablas de la pequeña Mady, yo me ocuparé - Lucas se refería a la pequeña niña de antes, con su vestido de flores y cogida a la pierna de su madre. - Y John, el chico de quinze años, mató a su propio padre para defenderse, podrá seguirnos.

Volvimos junto al resto del grupo y empezamos a idear el plan. Armas, buscar un vehículo, provisiones... Pero solo lo necesario. ¿Nuestro destino? Los Ángeles.

-¿Entonces piensas que podremos escapar?- John, era un chico moreno de metro sesenta y musculados brazos, me miraba con ojos brillantes y deseosos.

-Yo creo que podremos escapar- Hablé por primera vez al grupo.

-¿Y Mady?- Preguntó su madre abrazando a la pequeña.

-Ella estará bien Savannah- Lucas defendió mi propuesta.

Savannah era alta, su cabello rubio llegaba hasta su espalda y estaba recogido por una trenza. Sus ojos azules eran grandes y ambiciosos, tan grandes como el mar o tal vez como el cielo, pero esa mujer solo mostraba el deseo de proteger a su hija y mantenerse viva en ellos.

-Entonces ¿cuando salimos?- John parecía decidido, aun mantenía su mirada de deseo en mi.

-¿El martes?- Estábamos a sábado.

-Echo- dije dispuesta.

Durante esa semana nos dedicamos a recorrer el centro comercial en busca de un todo-terreno. Bingo. Encontramos un todo-terreno sin estrenar en la primera planta, en una tienda de coches de alquiler. Llenamos el coche de armas pequeñas y grandes, cogimos algunas provisiones y sin apenas darme cuenta llegó el martes. Quería salir de allí. Quizá al salir solo encontraríamos la muerte, pero debíamos intentarlo.

Subimos al coche, Lucas al volante, Paul -el hombre de 40 años- a su lado, y John detrás junto a mi, Savannah y Mady sentada en su regazo.

-Paul, si te pido que dispares hazlo. No sabemos que puede haber ahí fuera. - Paul cargó su metralleta.

El Mustang rojo arrancó con fuerza y empezamos a recorrer el centro comercial. No tardaron demasiado en aparecer los zombies. Salían de algunas tiendas, otros simplemente salían de la nada. Lucas se llevó por delante a un par de ellos y con un sonoro golpe la puerta de la entrada se abrió de par en par dejando a la vista la ciudad.