El gran Albus Dumbledore, director del Colegio Hogwarts de magia y hechicería y sobreviviente de dos guerras mágicas y la segunda gracias a Snape, se encontraba observando una curiosa caja de madera que descansaba sobre su escritorio mientras aguardaba por su amigo, aquel al que quería como a un hijo y a su mano derecha Minerva Magonagal.
La puerta de su despacho se abrió para dejar ver a la anciana profesora de transformaciones.
-¿ Qué necesitas Albus, para qué me has llamado?
- Necesitaré comprensión Minerva, no para mí si no para Severus.
-¿De qué hablas?
- Hoy Severus cumple sus 40 años.
-¡Oh por Dios, es cierto, tendrá que abrir la caja, lo había olvidado.
- Siento curiosidad por saber que le depara el destino a mi estimado amigo.
Al cabo de algunos minutos se escucharon maldiciones, Severus abrió la puerta sin tocar, venía sacudiendo su levita, había mucho polvo en ella.
- ¿Qué te ha pasado Severus?
- ¿Qué me ha pasado? Me pasó que estos mounstros incompetentes, tontos e ignorantes les ha valido un carajo que vivieron una guerra y que están vivos de milagro y siguen haciendo bromas pesadas en los pasillos. Pero esto me pasa por querer poner orden pero ya verán esos Gryffindors... Cuando me entere quiénes fueron me la van a pagar.
- Osea que todavía no sabes quién fue y ya culpas a los de mi casa.
Severus fue a replicar pero Albus lo interrumpió.- Bueno no discutamos por nimiedades.
Ambos profesores lo miraron con disgusto por su falta de interés en el tema.
- Te mandé a llamar para darte esto.- dijo extendiendo la caja.
- ¡ Te dije claramente el año pasado que ya estoy mayor para recibir regalos y además estoy harto de las bufandas escarlatas que me regalas y que sabes perfectamente que no usaré! -dijo rechazando la caja.
- No es un regalo y te juro que no es una bufanda.
Severus la tomó de mala gana.
Mientras en el gran comedor....
- ¡Felíz cumpleaños Hermione ! - la felicitaron sus amigos.
- Ya son 17 -dijo Ginny - Ésta noche en la fiesta te daremos tus regalos. Ya sabes a las siete en la sala común. Habrá kareoki muggle.
- Bien Gin, me lo has recordado varias veces.
No faltare.Severus abrió la caja para encontrar una esfera de Cristal opaco y en cuanto la tomó en sus manos un humo blanco se reflejó en ella y la voz de mujer muy parecida a la de Sybil habló.
Cuando las diecisiete primaveras de la veela se cumplan, y la serpiente alcance su madurez, el deseo aflorara en ella para un solo corazón. Muchos habrán dispuestos a obtenerle pero solo la serpiente será elegida para apaciguar la llama que la consume. La veela tomará venganza y humillara a la serpiente hasta matarlo de amor. No podrán escapar uno del otro.
- ¿Qué diablos es esto?
- Una profecía, Severus, tú profecía.
- Sé que es una profecía, pero ¿quién la tuvo y porque me la dan hasta ahora?- La tuvo hace mucho tiempo la madre de Sybil y fue muy explícita al decir que te la entregaramos cuando cumplieras cuarenta.
- ¡Ajá! ¿Y si estaba igual de loca que su hija?
- Eso lo dirá el tiempo Severus- dijo sonriendo el anciano.-¿De qué te ríes?
- Alguien te matará de amor Severus, debes estar listo.
Minerva sonrió- Esto es una estupidez, vayanse al diablo los dos. - Severus abandonó la habitación, abandonando también la esfera.
Hasta aquí el primer capítulo de esta historia espero les guste. Bendiciones
ESTÁS LEYENDO
La profecía
RomanceNo se puede luchar con el destino, con lo que está escrito y Severus Snape tendrá que entenderlo.