Parte 6

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Hermione corría muy rápido por los pasillos, quería llegar cuanto antes a su habitación. No quería que nadie la viera llorar. Subió inmediatamente por las escaleras de la sala común sin darle oportunidad a Harry de preguntar qué pasaba, pues el moreno al verla entrar por el retrato de la señora gorda se puso de pie para saludarla pero ni si quiera le dió tiempo de emitir palabra. Su amiga había corrido escalera arriba dejándolo sorprendido.

Una vez entró a la habitación se tiró en su cama cerró los doseles y rompió a llorar. Ginny salió del baño y la escuchó llorando.

-Hermione, por favor no llores, cuéntame qué pasó. ¿Puedo ayudarte en algo?

- ¡No! - gritó- déjame sola, te odio.
Ginny abrió los ojos sorprendida por las palabras de su amiga, no esperaba que le hablara así, y a pesar que se sentía dolida pudo más su buena fé que su dolor.

- No me iré, eres mi mejor amiga y no dejaré que sufras ni te ahogues en llanto por un tipejo que no te merece. -dijo corriendo los doseles y enfrentando a la castaña.

- Ahora , ¿dime qué pasó?
- ¿Porqué tienes que ser peliroja Gin?
- De qué hablas, soy una Weasley, todos somos pelirojos  y pecosos.

- Fuí a verlo con la poción multijugos que me transformó en tí.

- Ese era el plan ¿No? Uno que tú misma inventaste.

- Lo sé.
Es que no esperaba ni contaba con lo que sucedió después -decia la castaña echándose a llorar nuevamente.

- ¿Pero que fué lo que pasó?
- Nos besamos, nos besamos intenso.
- Eso está bien , digo es lo que querías.
- Sí pero él me besó siendo tú.
- ¡Ay, ya no entiendo nada!
  Explícate bien.

Me besó siendo tú y cuando la poción multijugos hubo perdido el efecto, se dió cuenta que era yo. Le pregunté porque me había besado, si me amaba y me dijo que no. Dijo que me había besado porque eras tú.

- ¡Qué!... Guácala, tú sabes que a mí no me interesa para nada...
- Lo sé Gin y tampoco él gusta de tí.
-¿ Entonces?
- Me dijo que se dejó llevar porque tú te le parecía a ella, a la mamá de Harry, a Lilly Potter y que ella era la mujer de su vida y que la amara por siempre.

Volvió a llorar.

Por un momento Ginny no supo que decir ni supo como consolar a su amiga. Permaneció callada como diez minutos. Luego...

- Sabes qué, me parece que eso de la profecía es una farsa y alguien te está jugando una muy mala broma. De ahora en adelante no más " Snape" que se vaya al carajo, te vas a contener y ni siquiera lo mirarás. Vas a salir con cualquier otro chico y serás feliz. ¿Entendiste? Y no quiero una negativa de tu parte. Es más comenzemos por el principio, dame  la dirección de Víctor Krum.

-¿Qué, para qué?
- Le escribiremos, le dirás qué te gustaría volver a verlo y le pediremos permiso al director para que se quedé unos días. Le diremos que estás deprimida y que Víctor es un buen amigo que te ayudará a reponerte.

Ginny comenzó a sacar pergamino, tinta y pluma. - Siéntate y comienza- le ordenó la peliroja.

- No creo que esto se...
- No me importa lo que pienses, últimamente no has estado en tus cabales y de ahora en adelante tomaré decisiones  por tí hasta que se te quite lo tarada.
¡Por Dios, desde cuándo una serpiente puede con un león!

Los días pasaron, se convirtieron en semanas, ella casi no salía de su habitación y cuando lo hacía trataba de no toparse con él, de no pensarlo y si lo veía utilizaba todo su auto control para no lanzarse a sus brazos y lo estaba logrando. ¿Cómo lo hizo? Pues para lograrlo se la pasaba recordando las últimas palabras que le dijo: " La recordé, la mujer que amo, la que amare por siempre, mi Lilly"
Aunque le daban ganas de llorar , era más fuerte su dolor y su rabia, Ginny tenía razón no valía la pena.

 La profecíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora