La profecía

Capítulo 2

Hermione se divertía en la fiesta que sus amigos prepararon para ella en la sala común. Magonagal autorizó que pudieran quedarse hasta la medianoche y sin ningún invitado que no fuera Gryffindor por tanto Luna Lovegood y Draco Malfoy no pudieron estar presentes. 

Hermione no pudo contener la risa cuando Neville y Ron cantaron el el kareoke muggle la canción YMCA tratando de improvisar un baile.

- Ahora que cante la cumpleañera- gritó Parvati, a lo que todos se le unieron en un
" Que cante, que cante".

- Nooo -dijo la festejada entre risas cuando Ginny la halaba del brazo.
- Canto horrible.
- No eres la única -dijo Ginny mirando a Neville y a Ron.
- ¡Que cante Hermione! - gritó Seamus.
- Bien lo intentaré.
Tomó el micrófono en las manos y nerviosa comenzó suavemente a cantar.

(Canción "Matandome suavemente" de Pandora).

Las chicas se quedaron perplejas con su voz e incluso ella misma, jamás había cantado así. Su rostro reflejaba luz y sus ojos se pusieron azul verdosos y su cabello se tornó algo rubio pero lo más sorprendente es que todos los chicos estaban embelesados y poco a poco como si fueran sonámbulos caminaban hacia ella.

La dama gorda había abierto la puerta dejando pasar a la jefa de la casa Gryffindor.

- Bueno ya son las 12:01 am todos a la cama.
Hermione dejó de cantar y los chicos despertaron del transe. Las chicas quedaron tan asombradas que no emitieron palabras. Hermione se acercó a Ginny que no dejaba de mirarla como animal raro.
-¿Qué?
- No, nada -dijo la menor de los Weasley.

Se fueron a su cuarto y la metiche de Lavander Brown abrió la boca.
- ¿Desde cuando cantas así?
-¿Así cómo?
Todas la miraban como miraron a Harry cuando lo creyeron el heredero de Slytherin.

- ¿A ver qué rayos les pasa?
- Hermione, es que , bueno podría jurar que...
-¿ Qué Gin?
- Que cantaste como Veela, de hecho todos los chicos iban hacia a tí, incluyendo a Harry.
- Eso es imposible Ginny, soy hija de Muggles.
- Quizás tuviste un antepasado mágico.
- No lo creo, es decir, posiblemente tuve antepasados mágicos pero de veela, no lo creo. Además las veelas tienen ciertas características que..
- Por favor, no me vas a negar que te diste cuenta de lo que sucedía mientras cantabas. Además tu piel y tus ojos cambiaron.

Hermione se quedó callada y luego...
- Voy a bañarme. - dijo y se retiró al baño dando el tema por concluido.

Cuando salió de ducharse sus compañeras estaban en sus propias actividades las cuales detuvieron para mirarla. Siguió su camino haciéndose la desentendida hasta que se metió en la cama.

En la madrugada, a eso de las 4:39 despertó bañada en sudor y algo agitada por no decir exitada. Fue directo al baño y volvió a ducharse ¿Cómo era posible que tuviera ese tipo de sueños y mas con Snape? Es que si una mujer tuviera ese tipo de sueños con el murciélago de las mazmorras no sería de este mundo.  Regresó a su cama para tratar de recobrar el sueño, se había acostado tarde y para colmo ahora ese horrible pero seductor sueño. No ya no estaba pensando bien. Bueno era mejor cerrar sus ojos e intentar dormir.

En las mazmorras la cosa iba más o menos igual. Solo que era costumbre de Snape desvelarse no porque quisiera si no que ya le era algo difícil dormir para un hombre que vivió dos guerras y que fue espía por tanto tiempo, alguien que respiro la muerte tan cerca y...
Pero esa no era la razón de su desvelo, si no esa maldita profecía.
¿Quién podría estar con él? Para ser sincero ya estaba acostumbrado a estar solo. Además, ¿De verdad habrá alguien en el mundo capaz de gustar de él? No, eso es imposible.

Hermione daba vueltas en la cama, sudaba sin sesar y era incapaz de abrir los ojos. Se arrastraba en su cama y sigilosamente gemía.

Sus compañeras asustadas llamaron a la profesora Magonagal.

Ella se acercó a la cama, tenía una fiebre alta, la chica comenzó a murmurar cosas y Minerva acercó su oído a los labios de la chica y escuchó lo que gemía. ¡Severus, Severus!

Minerva horrorizada la levito hacia la dirección y le pidió a Ginny que la acompañara.

Puso a Hermione en un sofá y ordenó a Ginny cuidarla en lo que iba a tocar la puerta del director, Ginny se acercó a su amiga y oyó lo mismo que Magonagal. Se asombró y se alejó de ella.

Magonagal llegó con el director.
-¡ Profesora creo que Hermione está hechizada, el profesor Snape tuvo que haberlo hecho!

- No emita juicios sin pruebas señorita Weasley. -dijo el recién llegado director.

El director inspeccionó a la chica. Por favor Minerva ve por Severus.

Luego se dirigió a Ginny -¿Cuántos años cumplió la señorita Granger?

- diecisiete señor.

- Ya veo.

- Me mandaste a llamar Albus -dijo sin formalidad pensando que no había estudiantes ahí.

- Sí, Severus, creo que esto te va a interesar mucho.

- ¿De que se trata?

- Acércate.

El pocionista se acercó. Está ardiendo en fiebre.
En todo caso deben llevarla a la enfermería.

- Escucha bien Severus.

Severus se acercó lo suficiente para escuchar lo que la chica decía.
- ¡Severus! ¡Ahhhh, Severus!

Severus se alejó de la chica lo más rápido que pudo. ¿Qué diablos?

- ¿Recuerdas tu profecía?
- No, no puede ser, jamás, ella no.

- Acaba de cumplir sus diecisiete.
- Hay una forma de comprobarlo. ¡ Besala!
- ¿Estás demente?

- La profecía dice: solo la serpiente apaciguara el...

- Ya sé lo que dice, la maldita profecía pero me niego a creerlo.
- Pues  si lo que quieres es desmentir la profecía no te molestará besarla y así terminamos con todo esto.

Severus lo miró enfadado y se acercó ella.

- Granger despierte -dijo sacudiendola.
Ella no abrió los ojos.
Él volteó el rostro frustrado. Luego la miró, más bien la contempló, vió su bello rostro y como entreabria sus labios para gemir su nombre y se sintió tentado, se acercó y besos sus labios con ternura, ella respondió el beso y cuando él se hubo separado, ella despertó.

Hasta aquí el segundo capítulo, bendiciones.