Capítulo cuatro

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¿Sigue viva?

No sé, eso depende de cuánto daño se ha hecho.

Trato de despertar pero el maldito dolor hace palpitar mi cerebro o estoy mareada que ni cuenta me di.

Cariño ¿Estás bien? responde.

Me doy cuenta que mi rostro es golpeado «maldición ya dejen de hacer eso quiero dormir».

Maldición... ¿cómo paso esto?

—Carajos dejen de dormir, ¡¡Mierda!! ¿Qué les pasa?

Digo exaltada, sentándose para mirarlos mal. Cosa que las personas que están ahí me miran con los ojos abiertos.

—Cariño es bueno que estés bien.

«¿Cariño?¿Este quien coño es?»

Lo miro y me doy cuenta que es Chese. Ahora que lo recuerdo ¿Él no es quien está en peligro?

«Tienes que decirle no vaya ser que le pase algo malo»

—Gracias por sacarme casi muero, un chico me empujó para no hacerte daño.

Digo mirándolo, mientras él sólo me jaló para poder abrazarme, mientras siento que gotas caen en mi hombro, no es el agua es un poca más caliente ¿Está llorando?

—No vuelvas a caer al mar, casi te pierdo.

Me quedo estática, que está pasando. Mis brazos se envuelven a su alrededor pero ahora noto que su camisa esta roja. Rápido me separó y me doy cuenta que es mi sangre.

—¿Danne estas bien, te has hecho algo?

Escucho a mi jefecito hablar, lo cual me paro rápido para poder dirigirme a él.

—No señor estoy perfectamente bien.

Hablo cosa que él me mira arqueando su ceja, cuando estoy por acercarme me jalan y caigo nuevamente a los brazos de Chese, por ende levantó mi cabeza para mirarle y él se encarga de mirarles lo cual intuyo que dice ««váyanse déjenme aquí con ella»

Cuando se va lo primero que siento son sus labios chocando los míos. Abro los ojos, los cuales miran lo suyos que están cerrados.

«Maldición que bien besa el guaperas.»

—Cariño me asustarse, voy a darte clases de natación. No quiero que otra vez te pase lo mismo.

Habló ni bien se separó de mis labios y él solo río al darse cuenta como esta mis ojos.

—Disculpe me dijo ¿Cariño?

—Mi amor creo que el accidente te dañó algo. No te preocupes voy a llamar a Albert.

«Y quién diablos es Albert y por qué carajos me dice nuevamente cariño creo que el que está mal es él y no yo.»

«Pobrecito hasta me confundió, tal vez tenga algo psicológico que tratar. Y con lo que le iban a matar, el que va salir más traumado es la chica caza fortunas. Hablando de ella donde mierda esta que tengo que saldar deudas y con ese imbécil que me hizo esto

—Hermano necesito tu ayuda mi esposa sufrió un accidente y creo que le paso algo en su cerebro.

«Esposa... ¿Esposa?... ¡¿Esposa?!»

Miró mis manos y lo que veo es una alianza. Que mier...

Lo que siento es que todo me da vueltas me agarró lo cabeza mientras veo que mi supuesto marido me mira asustado.

Mi cuerpo lo siento débil quiero descansar... quiero...

Siento un golpe y luego nada.

*******

Me despierto ciento suave la cama.

Me pongo roja al soñar que el chico que conocí ayer es mi esposo que ridículo ni es mis peores pesadillas pasaría eso.

«Pero lo soñaste ¿verdad?, así que no es una pesadilla»

Me volteó y veo la cara de...Ohh por Dios

—Hola mi amor que tal amaneciste hoy. —Pregunta el chico que está a mi lado mientras me empieza a tocar "amor" Pero qué diablos hace en mi cama.

«Pero si no es tuya »

—¿Disculpa quién eres tú? —Digo toda nerviosa mientras me doy cuenta que no traigo nada debajo de las sábanas.

«No te hagas la loca, sabes quién es esta a tu lado desnudo»

«¡Cállate!... Maldita consciencia»

—¿Cariño vamos a jugar de nuevo al espía? —Dice basándome el cuello. —Eres mi esposa y eso lo dice tu dedo con mi anillo puesto.

Me miro la mano y recuerdo lo que paso la caída, la sangre, el cariño y luego nada.

«Que bien se siente. Pero que diablos digo si no lo conozco»

«Tú no, pero tú cuerpo sí»

«Tiene razón, mi cuerpo responde a sus varias a sus besos a sus...»

—Ohhh...Que ha...haces.

Digo cuando empieza a tocar a mi cuerpo cosa que me asusto y no sé si es cosa mía pero empiezo a temblar.

—¿Qué pasa?

Me mira cuando nota el temblor de mi cuerpo.

—Me duele la cabeza, lo siento por no ser una esposa mejor.

«Que buena actuaciones te mandas»

—Lo siento cariño no me di cuenta que todavía estas con dolor, me excedí.

Se dirigió al baño mientras yo me quedé en la cama con mis pensamientos en desorden, y con las preguntas ¿Cómo llegue aquí? O ¿Por qué demonios tengo a Chese como mi esposo?







¿Tengo esposo? ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora