CAPITULO XI

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Este capítulo quiero dedicarlo a un amiguito que partió, que nos enseñó el valor de la amistad y el amor sin esperar nada.

Para vos chui no te vamos a olvidar.

1-9-2014 .

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El pobre Baltasar, se había quedado mudo, esa chica estaba loca, como la había cambiado la muerte de su abuela, pero también estaba muy sola, en que estaría pensando al creer que ella lo amaría?

Esa noche no pudo pegar ojo, y el amanecer lo encontró sentado en el frente de su casa,  hubiera jurado que esa chica sentía lo mismo que él, era de un carácter fuerte, pero a la ves la sentía como a una niña asustada, a las cosas que se rumoreaban en el pueblo, nunca le dio importancia, y supo defenderla, cuando ese Murillo Torres, quiso dejar entrever que Aurelia no quería a nadie, que solo buscaba sacar ventaja, ese comentario le produjo nauseas y viniendo de aquel fanfarrón aún mas.

Insistiría.

Amaneció con olor a tierra mojada, los pájaros cantaban desde antes del amanecer, pero el corazón de Aurelia Castañeda era oscuro como la noche, se puso en camino, debía Recoger el grimorio, otros objetos mas y buscar a esa princesa a quien haría pasar los peores tormentos.

Esa idea la llenaba de energía, fantaseaba con la forma en que solucionaría su ira.

Llegó a la cabaña, rompió el parámetro que la policía trazó, se quedó mirando las manchas de sangre, como ida. Después de mucho buscar encontró el grimorio, recordó la ves que robó las piedras rosa, que inocente fue.

Afuera se escuchaban voces, gente que hablaba fuerte, perros ladrando y demasiado alboroto para esa hora en el bosque.

Se escabulló entre las plantas y pudo ver una ambulancia de la morgue y patrulleros, "qué sucede? " Una mujer robusta giró y tapandose la boca susurro "encontraron el cadáver de doña Lia, la novia del doctor Alonso ".

La respuesta la sorprendió, en ese momento pasaba la camilla con lo que parecía un cuerpo, "alguien me ganó de mano ".

Volvió a su habitación, guardó el grimorio, las hierbas, y todo lo demás,  pensó que algo no estaba bién, medito un momento y solo al salir y ver su reflejo en una ventana, se dio cuenta lo demacrada que estaba, y su imagen solo devolvía apatía, pero lo que no logró ver, fue la falta de su amuleto, aquel que la mantuvo a salvo por mas de cuatro años.

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"Querido Alonso, cuanto lamento esta desesperada situación, quise venir lo antes posible a darte el pésame, sabes que sucedió? "

"Gracias Aurelia, la verdad es que estoy muy perturbado, esta casa cayó en desgracia, Lia encontró la muerte de una manera violenta, la policía dice que el principal sospechoso es aquel extranjero que vacacionaba por aqui, por aquel entonces, hay testigos que dijeron ver a Lia cenando con el, aquella noche en la cual debíamos encontrarnos, luego ya no supe mas de ella, sabes Aurelia, yo tenía pensado pedirle matrimonio, y Alma lo sabía, fue ella quien la buscó embarga su casa aquella noche y no la encontró.

Mi pobre Alma, creo que eso la teaumatiso un poco, ya que al cabo de un tiempo la policía, temia lo peor, y asi nos lo hizo saber."

"Alonso, lo lamento tanto." Lo abracé un largo momento y senti que el lindo doctor se sentía a gusto.

En ese momento, Alma entró, nos miro un poco sorprendida y luego abrazó tambien a su padre que me mantuvo con un brazo tomada de la cintura.

Por algún motivo, para mi gracioso, esto a Alma le desagradaba, y ni lo podía ocultar, era mi momento, la oportunidad esperada.

"Aurelia, tanto tiempo, pensé que estarías en la cabaña de tu abuela o quizás viviendo con tu novio "

"Para nada, la cabaña esta cerrada por la policia y no tengo novio, si te refieres a  Baltasar, es solo un buen amigo, ya sabes, como Murillo o Vitorio ".

Su rostro no ocultaba la contrariedad que sentía, pero lo disimulaba muy bién.

Alonso se despidió y partió a su consultorio, fue el momento en que Alma sacó toda su maldad, en su rostro no quedaba nada de humanidad .

Me tomó del brazo y con falsedad habló " no te vas a salir con nada Aurelia, yo manejo lo que quiero y cuando quiera, tengo un plan y lo seguiré hasta el final, como sea! "

No me intimidaba, si ella tenía su plan yo seguiría con el mio, no tenía necesidad de informarlo. "Las cosas no quedarán asi Alma, todo lo que te rodea se va a pudrir y tu con ellos."

Caminé hacia la puerta y su carcajada sonó conocida, y que vas a hacer, un hechizo de amor? "

Solo la miré y pensé, tengo el grimorio, para quien crees que jugará Pyros?  Se que escuchó lo que decía, porque su rostro mostró tanta furia que parecía que explotaría. 

Me dirigí a la piecita donde vivía, al llegar debía atravesar un patio de parrales y luego pasar por un aljibe, al llegar a este, los vellos se me erizaron, y una sensación de alerta aceleró mi corazón, caminé sin mirar hacia atrás, y podía jurar que algo o alguien se pegaba a mi espalda, no tenía miedo,pero si una urgencia por abrir la puerta y entrar, ya que tenía la certeza de que lo que fuese que me estuviera acosando, no podía entrar en mi cuarto.

Cerré, casi con desesperación la puerta y giré en el instante para prender la luz, mire a mi alrededor, todo parecía en su lugar, decidi tomar un baño, abri la regadera, y mientras esperaba que saliera agua caliente me desnudé.

Pensaba en la mejor forma de comenzar con mi plan, lo primero era atrapar al necio de Alonso, y si, usaría un hechizo de amor, ese no se me escapaba, y lo mejor era comenzar a torturar a Alma con esa pequeñez, haberme rechazado le costaría caro al doctor.

Pensando en esto metí la cara llena de jabón, bajo la lluvia, y fue en ese momento que me inquietó la imagen mental, de que algo se aproximó a mi rostro, algo me observaba de cerca, me olfateaba, una oleada de pánico, me sacó de debajo del agua y abrí los ojos, solo para ver el rostro belludo y ajado del mismísimo diablo.

Muy cerca de mi cara, sus enormes fosas nasales, se movían, una lengua oscura, bífida, lamió mi mejilla, produciendo un ardor como de ampolla.

"Veni ut te necem"."ego te expectabo".

Sabía lo que me decía, (he venido a matarte, pero te esperare), diciendo esto, se alejó y siguió olfateando todo y solo pude escucharle murmurar, "grimorio ",tras lo cual se alejo de mi vista y solo escuche coces alejándose lentamente.

EL LAGO DE LAS ALMASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora