«10.»

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«una semana más tarde».

_________'s POV.

Había pasado exactamente 7 días en los cuales no sabía nada de Christopher, desde el concierto no lo veía, pero aún mantenía la esperanza de que el llamaría, me negaba rotundamente a bajar los brazos, el tenía que amarme como yo a él. O al menos eso era lo que mi mente quería creer

Solté un suspiro y subí al avión, hoy sería el día en el que iría a mi hogar en California, esperaba que todo fuera como lo imaginaba, rogaba al cielo que así fuera, quería encontrar mi hogar, quería sentirme en casa después de tanto tiempo, no quería desilusionarme de la vida una vez más

Al ya haber abordado el avion, busque con la mirada mi asiento, hasta que lo visualice.

Me acomode en el y me puse mis audífonos, a mi lado no se encontraba nadie, cerré lentamente mis ojos intentado dormir eran las 3 de la mañana, lamentablemente a esta hora salía mi vuelo. Escuchaba una de mis canciones favoritas la cual era fan enamorada amaba con mi vida la voz de mi Chris en su canción, me traía una paz inexplicable. Tan perdida que estaba en su voz cuando alguien toca suavemente mi hombro al abrir mis ojos, mis ojos se abrieron como platos y sentía como levemente mi corazón se paralizaba y se me dificultaba demasiado a la hora de querer llenar mis pulmones de oxígeno, no podía creer que el chico que estaba frente a mí era Johann,trague duro y con mucho temor me quité lentamente mis audífonos.

—oye, estás sentada en mi siento—hablo amablemente —el tuyo creo que es el de alado.

—lo siento—baje mi cabeza y me moví de lugar, ¿Iba a viajar con el? ¿Porque siempre me ocurrian estas cosas?

Cuando estaba apunto de ponerme mis
Audífonos una vez mas, hablo nuevamente.

—¿Estás bien?—me pregunto con cierto tono de preocupación.

—si, ¿Porque preguntas?—hable con cierto temor.—

—es que estás temblando—respondió el

—es que—hable medio trabado—me asustan los aviones, solo eso—baje la cabeza

—tranquila bella, que si te pasa algo yo te cuidó—sonrió amablemente tratando de ser amable , a lo que mi mente asimiló una cara psicópata.

No podía confiar en el, aunque mi corazón gritara que él no era el mismo Johann verá, que me traicionó en mi otra vida.

Si así es la única explicación lógica que le di a todo esto, que mi mente me llevo a una vida paralela a está, donde había otra _________ y otro Christopher que se amaban como locos y muy seguramente en este momento estarían casados y viviendo una vida feliz junto a su pequeño hijo Christopher

—hey y como te llamas—me pregunto, tratando de hacer charla

—emm, Yésica—sonreí nerviosamente. No quería darle mi nombre verdadero, ¿Qué tal si después me busca por mis redes sociales?

—lindo nombre Yésica igual que tú—acaricio mi cabello—mi nombre es Johann verá—estiro su mano en forma de saludo y yo dudosamente tomé —¿de qué país eres?—pregunto Con una sonrisa.

—guadalajara, México—sonrei con nerviosismo bajando la mirada

—hey tranquila, que los nervios son normales, ¿Es tu primer viaje en avión?—pregunto nuevamente.

—no, pero siempre están los nervios y si me disculpas Escucharé un poco de música para calmar los nervios—sonreí y me puse una vez mis audífonos para no escuchar a Johann.

En el vuelo sentía que me pesaban demasiado los ojos, era por el simple echo de que la música me relajaba como cualquier otra cosa, hasta que caí rendida.

(...)

Sentía como alguien me movía el brazo, con mucho susto desperté.

—hey vamos a aterrizar, será bueno que te abrocharas tu cinturón—sonrió Johann amablemente.

—gracias —respondí de manera muy seca.

Busque el cinturón y rápidamente lo abroche. No quería que Johann me siguiera hablando.

Una vez que tocamos tierra firme, guarde mi celular en mi bolso y me puse de pie, pero algo me lo impidió, si era el cinturón de seguridad, no me lo había desabrochado, rápidamente lo hizo y me puse de pie ahora si sin nada que me lo impidiera.

Salí del salón de abordaje y me fui hacia el estacionamiento, para ver si encontraba algún taxi o algo.

Al llegar al estacionamiento no encontré absolutamente nada, solo autos comunes, pero ningún taxi.

Está que mi mirada se centró en un hermoso carro, un Toyota Corolla Rojo, año 2013, con una patente que mi mente reconocía muy bien, con mucho asombro me acerque a el.

—bebé—lo abrace y tenía el mismo aroma de siempre—lavanda—susurre.

Sonreí al ver un rayon en la puerta del piloto, ese lo había echo Joel un ves que me lo había pedido prestado, nunca le contó el como se había echo eso pero recuerdo como lo regañe.

—¿Y como te llevo a casa bebé?—le pregunté, aunque sabía que no iba a obtener respuestas.

Miraba y miraba, tratando de buscar la forma de llevarlo a casa y sin querer en mi bolso saque las llaves de mi casa y mágicamente estaban las llaves de mi carro.

—esto parece una locura—dije observando las llaves en mi mano

Definitivamente vivía en un mundo paralelo

Sin esperar más de la emoción subí a mi hermoso Toyota, acomode mi cinturón y sali en marcha a mi casa.

Todo era como lo recordaba y el camino a casa era el mismo, con mucha nostalgia pase por fuera de mi antigua preparatoria y todo estaba tal cual, veía alumnos entrando a sus respectivas clases, con ese hermoso uniforme color rojo y blanco.

Aparque mi carro a la vuelta de mi casa con nerviosismo, tenía miedo de estacionarme fuera de casa y que nada hubiera allí o que todo fuera diferente.

Respire profundo y me arme de valor para encender el auto y echarlo a andar. Tenia que enfretar esta situación tan extrañaba y caótica, lo unico bueno de esto es que ya tenia la primera parte lista y es estar en EEUU y conocer a Christopher
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estaremos juntos (cuarta temporada amor popular)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora