«diez»

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EMILIANO

Isabella está enamorada de Josh...

Isabella está enamorada de Josh...

Isabella esta...

No importa cuántas veces se lo repita, él no entiende como Isabella puede estar enamorada de Josh. No entiende como una chica tan dulce como ella puede estar enamorada de un tipo como Josh, se le nota a kilómetros que es un player.

—Emiliano. —la voz de Isabella lo saca de sus pensamientos.

Ha olvidado que está en el auto esperando por ella para ir a la casa.

—¿Estás bien? —pregunta preocupada, examinando su rostro.

—Si. —él niega con la cabeza. —¿nos vamos?—

—Hm... —ella tartamudea nerviosa. —me quedaré con Josh...—

—Okay. —asienta con la cabeza, forzando una sonrisa.

—Haise me dio permiso...—

—Está bien. —Emiliano la interrumpe. —nos vemos en la casa. —con cuidado de no golpearla cierra la puerta del auto.

—¿Joven Emiliano? —Walter dice desde el asiento del conductor.

—A la casa, por favor. —le sonríe por el espejo retrovisor.

Mientras van por las transitadas calles de Londres trata de analizar en donde fue que todo se fue a la basura. En qué momento fue que su amistad con Bella cambio tan drásticamente... la situación que pasó hace tres semanas se le viene a la mente.

No te preocupes, yo la llevo. Josh dice, sin si quiera preguntarle a Isabella si eso es lo que ella quiere.

Emiliano vuelve a ver a la pelirroja quien lo mira con ojitos de súplica. Él se corta una extremidad primero antes de hacer sufrir a Bella, así que con eso en mente se despide de ella y sale de allí lo más pronto posible. Le quedó claro desde que fueron al cine juntos que Josh actúa como un idiota cuando él está con ellos y lo último que quiere es incomodar a Isabella.

—Joven Emiliano. —Walter lo vuelve a ver. —ya estamos aquí.—

—Muchas gracias Walter. —dice antes de bajarse del auto y subir al penthouse.

Saluda con una sonrisa a la recepcionista y asentamiento de cabeza mientras camina para el elevador. Hacer esto sin Isabella se siente tan raro, tan silencioso, tan incómodo. Cuando las puertas del elevador se abren, él se encuentra con su papá en la sala, Emily encima de su pecho.

—Hola papá.—camina hacia él. —hola amor mío. —deja un besito en la frente de su hermanita.

La bebita hace un ruido con la boquita llena con sus cuatro deditos.

—¿Todo bien? —Christopher lo mira detenidamente.

—De maravilla. —dice sarcástico.

—Conozco esa expresión... ¿qué pasó? —él insiste.

—Bella se quedó con Josh... —

—Haciendo un trabajo. —escuchan la voz de Haise desde la cocina.

—¡Papá! —el castaño susurra con una expresión de traición en el rostro.

—Yo no dije nada... —

—¿Cómo de que no? Tú me contaste, amor. —la pelinegra entra a la sala con una botella de leche en las manos y una gran sonrisa en sus labios, le divierte que por primera vez no es la que está en apuros con Emiliano.

—¡Papá! —el vuelve a decir en tono de regaño.

—Le tuve que decir cuando le dio permiso a Bella de ir a las películas con Josh. —trata de justificarse. —para que remediara su error. —

—Por eso es que insistías tanto en que yo también fuera con ellos. —dice entre risitas, recordando en el apuro que la pusieron. —y ahora me vuelves a traicionar dándole permiso para que se quede a solas con el... —

—Están haciendo un trabajo. —Haise pone los ojos en blanco.

—¿Trabajo de química? —Christopher pregunta con una ceja arqueada.

—¡Christopher! —la pelinegra lo reprende. —Emiliano no necesita saber esas cosas... —

—Amor, Emiliano sabe más que tú y yo juntos... —

—Esto es incómodo. —Emiliano los interrumpe, tomando en sus brazos a Emily. —así que usted y yo nos vamos de aquí señorita. —la arrulla contra su pecho.

* * * * *

ISABELLA

Toma el teléfono entre sus manos por la quinta vez, releyendo el mensaje que ha escrito para mandarle a Emiliano. El castaño no la dejó que le explicara porque se estaba quedando con Josh y no sabe qué hacer para no perderlo. Sabe que, si las cosas siguen así, terminaran peleados y eso es lo último que quiere.

Isa. —la de Josh la saca de sus pensamientos e inmediatamente bloquea la pantalla de su teléfono.

Por favor no me llames así. —tiene el valor de decirle, lo ha querido decir desde la primera vez que lo dijo.

—¿Disculpa? —pregunta confundido.

No me digas Isa. —ella susurra nerviosa.

—¿Porque no? —dice en tono de burla. —¿así te decían tus bullies? —sigue molestándola.

"¡No! Así me decía mi hermana que cometió suicidio y desde entonces mi vida se ha ido a la mierda" es lo que quiere decir, pero él no es Emiliano, el no entenderá como Emiliano lo hizo.

Solo no me digas así, por favor. —baja la mirada a su teléfono, las ganas de mandarle ese mensaje a Emiliano no se le han quitado.

Okay. —le acaricia la mejilla.

Isabella no dice nada y desbloquea el teléfono otra vez, abriéndolo en el mensaje.

—¿Qué es eso? —el ojiverde pregunta curioso, tratando de descifrar que dice.

Mensaje para Emiliano. —dice ella sin dar más explicaciones.

Josh se queda en silencio a su lado, pero ella puede sentir su mirada encima.

—¿Qué pasó? —ella pregunta sin dejar de ver a la pantalla.

No me gusta que seas tan cercana a Emiliano. —

—¿Qué? —lo vuelve a ver sorprendida.

Eres mi chica y no me gusta que parezca su chica. —muerde su labio inferior nerviosamente.

Si lo dices por las personas del instituto no te preocupes por eso, todos allí saben que Emiliano y yo somos amigos, casi hermanos. —

No lo digo por eso, lo digo porque no quiero que el entienda mal las cosas... —

—¡Emiliano me ve como su hermana!—Bella espeta furiosa, sorprendiendo al ojiverde.

Es la primera vez que lo dice en voz alta, a una persona, y con toda la amargura que esa declaración la hace sentir.

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