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YOUTH

× Somos almas ×
× Almas condenadas a amarse ×

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Si ahora te dijera que te quiero, ¿huirías? ¿O me dejarías coger tu mano para huir juntas?

¿Me dejarías guiar tu vida? ¿Sin importar nada? ¿Me dejarías tomar tu lugar?

"¿Y si...? ¿Y si huimos?

¿Y si...? ¿Y si partimos hoy?

¿Y si...? ¿Y si le decimos adiós a estar sanas y salvas?"

No tenemos nada que perder, ya nos hemos perdido a nosotras. Perdimos quienes éramos justo cuando nos encontramos. Perdimos la razón por completo pero encontramos el amor. Encontramos una vida que nos pertenece a las dos, dos almas que dejaron todo atrás y nunca quisieron volver a encontrarse, ni dejarse encontrar. Dos cuerpos que se desean con tan solo verse. Porque ahora mismo, entre las miles de luces brillando desde el techo, en constante movimiento, junto con la música retumbando en cada pared, retumbando en nuestros cuerpos, aquellos moviéndose al compás, al ritmo que tanto nos gusta, te veo a ti. Veo como cantamos cada verso, cada nota, conocemos cada frase, cada palabra. Y en la distancia, veo tu cuerpo moverse, tentándome a acercarme y decirte todo lo que mi cabeza piensa.

Las luces parecen querer ir a ti, parecen querer ir a la única persona que brilla igual que ellas en esta sala. Pero parecen saber que eres fuego y que si se acercan demasiado, brillarás más que ellas, porque eres fuego natural y parecen conocer que yo me quemé con él. Pero tal vez no saben que lo volvería hacer. Me acercaría a ti y te diría lo que nunca te dije. Temí tu fuego durante mucho tiempo, privándome de disfrutarlo al completo. Pero quiero cambiarlo y me siento segura de ello.

"Y cuando las luces empiecen a parpadear como una cabina de fotos

y las estrellas exploten,

seremos a prueba de fuego"

Mis pies avanzan entre la gente, no puedo controlarlos. Tampoco puedo controlar mi cuerpo, que al verte bailar, parece querer bailar a tu lado y por eso no me privo de hacerlo. Me acerco lentamente a ti hasta que tu mirada se topa con la mía.

Siempre fui hielo, y ahora estoy congelada en el tiempo, observando tus ojos a unos metros de mí. Observo como tus labios han dejado de cantar la canción y tu cuerpo va disminuyendo su movimiento al son de la música. Observo como te acercas, tal y como yo estoy haciendo.

Y siento como mi mente viaja, como me lleva al cielo solo con notar tu mirada sobre mí. Noto como mi estómago se convierte en una cascada, en constante movimiento.

Te acercas a mí, dejando nuestros cuerpos a centímetros pero, nuestras almas ya están conectándose. Cojo tu mano y sabes lo que significa. Sabes que te estoy pidiendo que huyamos ahora por toda la eternidad. Sabes que de nuevo me estoy entregando a ti, te estoy entregando mi alma y sabes que es verdad, que no lo puedes ignorar. Ninguna puede ignorarlo.

Agarras mi mano y la acepto sin miramientos. Me guías por toda la sala hasta la salida, fuera de aquellas luces cegadoras y música ensordecedora. Lejos de aquellas personas que solo parecen ser una molestia para ambas.

"Huyamos ahora y por toda la eternidad"

No sé a dónde me llevas hasta que distingo tu coche entre tantos otros. Ese color rojo que decora tu Porsche, tu color favorito, un reflejo del fuego que eres, de ese que tanto aparentas, ese paraíso que tanto adoro.