Doce.

560 46 39
                                    

"No sé porqué pero, no podía dejar de pensar en Beckham."

Eilad.

Hacía cinco minutos había dejado a Kristen en la residencia. Ahora tenía en mis brazos a la bola peluda de Wendy, mientras iba de camino a casa.

Anoche, le había contado uno de mis secretos más importantes y no sabía cien por cien porqué. Si había sido fruto del alcohol o porque realmente confiaba ciegamente en ella.

Kris me había contado que también tenía problemas con la perra de su madre y que, por esa razón estaba en Rosewood School.

No sé porque pero, no podía dejar de pensar jodidamente en ella.

(...)

Al llegar a casa, los chicos me recibieron.

–¿Has visto el periódico?–preguntó Damion nada más verme.

Todos los ojos que se encontraban en la sala, estaban puestos en mi.

Fruncí el ceño y negué con la cabeza.

Miki sacó algo de su bolsillo y me lo lanzó.

     LO NUEVO.

Última hora: pillado al cantante y compositor Eilad Beckham con una chica.

Junto al artículo salían dos fotos de Kris y yo. Al salir de la fiesta de anoche y la otra era de esta mañana.

Al parecer, el cantante llevó a su casa a la castaña y lo sorprendente es que... ¡Durmió allí! Les hemos pillado saliendo juntos de casa a tempranas horas de la mañana.

¿Quién es la misteriosa chica? ¿Se liará con el cantante por tener cinco segundos de fama?

Al terminar de leer esta mierda, mi mandíbula se tensó.

–¿Qué coño es esto? ¿Quién lo ha escrito?–pregunté alzando la voz.

–Es anónimo, pero eso es lo de menos Beckham–habló Miki–¿Te has liado con esa chica?

–No–sobé mi cara con las manos con frustración–Sí, hemos dormido juntos pero porque estaba jodidamente borracha y no podía dejarla que se fuera así a su casa.

Stuart se encontraba en una esquina fulminándome con la mirada. No me mires así, capullo.

–Mira Eilad, haz lo que quieras pero baraja bien las cartas. Lo que menos necesitas ahora son noticias de este tipo–volvió a hablar Miki–Y prefiero no preguntarte por el perro que llevas.

Bufé profundamente. Cuando se enteré Kristen me va a matar.

(...)

Kristen.

Eilad me acababa de dejar en la residencia cuando me llegó un mensaje al móvil:

Caleb: veo que estás haciendo un buen trabajo 13:04

Fruncí el ceño. ¿A qué se refería?

–¡Kris, Kris!–Jessica vino corriendo hacia mi–Que calladito te lo tenías, eh–sonrió codeándome.

No entiendo nada.

–¿De qué?–pregunté sin saber.

En el rostro de Jess se dibujó una expresión de sorpresa:–¿No has visto el periódico?

Negué con la cabeza y Jessica se mordió el labio con nerviosismo. Sacó algo del bolsillo y me lo dió.

...Eilad Beckham con una chica...

...el cantante llevó a su casa a la castaña...

...¿Se liará con el cantante por tener cinco segundos de fama?...

¿Qué mierda? Somos Beckham y yo.

Al dejar de leer del artículo, saqué rápidamente el móvil y llamé a Eliad.

Nena... No te enfades–dijo nada más coger la llamada.

Me mordí el labio con frustración:–No estoy enfadada, solo espero que no hayas tenido nada que ver con esto–suspiré pesadamente.

Te juro que no tengo jodidamente nada que ver.

Le creí.

–Joder, es que se ve mi cara. Todo el mundo va a saber quien soy–me sobo la cara con frustración–Y Beckham–hice una pausa–Yo no hablo contigo para tener unos segundos de fama–aclaré–De verdad, si al principio no tenia ni idea de quién eras–reí nerviosamente.

Hey, tranquila, Kris. Lo sé–rió también.

–La gente se va a pensar que soy una groupie y que tú y yo...–me cortó.

Que piensen lo que le salga de la polla, nena. Relájate y respira–volvió a reír.

Al escuchar su risa, una sensación me recorrió todo el cuerpo pero la ignoré.

Le hice caso y tomé una larga y profunda respiración.

¿Mejor?

Esta vez reí yo:–Sí. Gracias, Beckham.

Por cierto, no te olvides de que tenemos una hija y que tienes que venir a visitarla–dijo entre divertido y pícaro.

–Tranquilo, lo haré.

(...)

No sé porqué pero, no podía dejar de pensar en Beckham.

No solo en lo atractivo que era–que eso era obvio–sino en todo lo demás.

Aún le daba vueltas a la cabeza a lo que me dijo de su madre. Su infancia había sido muy dura. Más que la mía.

Mi infancia tampoco había sido fácil. Y mi adolescencia menos, gracias a mi madre, mi única vía de escape era escribir letras de canciones en mi libreta. Ahí expresaba toda la mierda que tenía dentro.

Tarde o temprano, Caleb me iba a presionar para que le diera información y el agobio que sentía era gigante.

Sonreí ante el recuerdo que me vino a la cabeza, de Beckham diciendo que Wendy iba a ser nuestra primera hija.

Mi móvil vibró notificándome de que tenía un mensaje.

Beckham: Te echa de menos... 13:30

Me había enviado una foto de él con Wendy. Me quedé embonada al mirarle. Salía con su bonita sonrisa, enseñando todos sus perfectos dientes y mi corazón empezó a latir con fuerza.

Mierda. Kris. No.

Beckham: Y puede que yo también... 13:31

Y me vi, sonriendo aún más. ¿Qué me está pasando?

Me levanté de la cama, fui a por mi libreta y empecé a escribir los sentimientos que tenía ahora mismo, en forma de canciones.

Hasta aquí os dejo :)

Este es uno de los capítulos que más me ha gustado escribir <3

¿Qué os ha parecido?

¿Os gusta Eilad?

¿Y Kristen?

¡Nos leemos pronto!

–Lidia.

Her Secret. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora