Al día siguiente me desperté y acaricié a Gulay que todavía dormía.
-Tengo que irme.- le murmuré.
Me vestí y me fui a desayunar, Dan y Rosie aún no se habían despertado, me fui al salón y me puse a ver fotos. No me gustaba, era una actividad aburrida, veía todos los días las mismas fotos y no recordaba nada. Quería volver a recordar, hacer vida normal. No tener recuerdos te hace sentir distinto, inferior… Oí unos ruidos por la escalera, Gulay bajó y se echó ante mis pies para que lo acariciara. Bajó mamá.
-Oh, ¿ya estás despierta?
-Sí, he desayunado y ahora estaba echándole un vistazo a las fotos…
-Ah, bueno, despierta a tus hermanos.
Guardé las fotos y desperté a Dan. Gulay me seguía silenciosamente, luego, desperté a Rosie.
En el colegio no nos mandaron deberes, y pasamos la tarde en familia, jugando a juegos de mesa, e hicimos una tarta.
Esa noche tuve un sueño:
<<Me despertaba, pero toda la casa estaba vacía, salía a la terraza, pero nada, salía a la calle, no había nadie, ni siquiera coches circulando. De repente aparecía Gulay, y salía corriendo hacia el bosque donde lo encontré. Llegaba al claro del bosque y cuando iba a acercarme a él desaparecía, se esfumaba. Todo se volvía blanco y aparecía el hombre de la larga barba y túnica blanca.
-Lo estás haciendo muy bien, Katie, Katie, Katie…>>
-¡Katie, baja, que llegarás tarde a clase!- mamá gritaba desde la cocina.
Me levanté, pero vi que Gulay no estaba, me acordé del sueño, pero luego recordé el pacto entre mi madre y yo. Lo busqué por todas partes, pero no lo encontré, hasta fui al bosque a buscarlo...
-¿Dónde está Gulay?
-¿Qué?
-¿Qué le habéis hecho a Gulay? Cuando he despertado no estaba, teníamos un pacto.
-Escucha, cariño…
-¿Qué le habéis hecho?
-Lo hemos soltado en el bosque.
-¡Mentira! Allí no está.
-Cariño, que no lo hayas visto no significa que no esté allí.
-Teníamos un pacto…
Y dejándolos con la palabra en la boca, me fui.
En el colegio, a la hora de gimnasia, le conté a Sindy todo mientras corríamos.
-… lo busqué por todos lados, pero…- de repente noté un mareo, paré un poco, pero caí al suelo sin sentido.
Cuando desperté estaba en un hospital, había un doctor y cuatro personas mirando preocupados.
-¿Te encuentras bien?- dijo el doctor.
-Sí, pero… ¿Quiénes son esas personas de ahí?
Me miraron con cara angustiada.
-Pero… soy mamá…- dijo llorando la mujer.
Me llevaron a hacerme muchas pruebas, luego, volví a la misma habitación de antes.
-Los resultados estarán en media hora.- anunció el doctor.
A la media hora el médico volvió, lo que fue un alivio, porque todos me miraban horrorizados.
-Los resultados ya están, y no son nada buenos.- dijo agitando un sobre amarillo.
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Un Ángel sin Alas
RomanceEl día que se rompió, Katie iba junto con su familia a esquiar. Tras una acalorada discusión y un resbalón, el coche en el que iban se estrelló contra un árbol, dejando a Katie sin memoria y con la promesa de los Ángeles de que todo volvería a la n...