Capítulo 4

138 7 0
                                    

Me desperté pronto. Por fin iba a ir al instituto. Me vestí y me preparé la mochila, luego cogí una bandolera y me metí el Diario y un bolígrafo y bajé a desayunar. En la cocina estaba mi padre ya a punto de irse, mi madre cocinando, Dan totalmente despeinado y Rosie todavía en pijama.

-Hola cariño- dijo papá- me tengo que ir volando al trabajo, pero nos vemos por la tarde, ten cuidado.

-Sí.

-¡Adiós! –dijimos Dan, Rosie, mamá y yo a la vez.

-¿Qué tal estás? –dijo Dan cuando papá ya había salido por la puerta.

-Bien, tengo muchas ganas de ir al instituto.

-Vamos Rosie, que vas a llegar tarde al cole. –le dijo mamá a Rosie. Ella se levantó de la silla y fue a vestirse a su habitación de la mano de mamá, Dan a peinarse y yo a lavarme los dientes.

Cuando todos estábamos listos mamá me dio un fuerte abrazo.

-¿Seguro que te encuentras bien? ¿Estás mareada? ¿Seguro que quieres ir al colegio? –dijo mirándome a los ojos.

-Sí, mama. –dije impaciente.

-Si te encuentras mal llámame.

-Sí.

-Y tu Dan, cuida de tu hermana ¿eh?

-Sí.

Luego fuimos al colegio, pero yo estaba totalmente desorientada. Cuando empezaron las clases todos los alumnos se marcharon a otra clase; Francis, al verme me dio un horario.

En la hora del patio saqué el Diario e hice un dibujo del colegio para poder guiarme. Cuando estaba terminando de dibujar, unos chicos mayores me cogieron el Diario.

-Eh, mirad que tenemos aquí.

-De-devolvédmelo… -dije muerta de miedo.

-Devo-devolvédmelo –se burlaron ellos.

De repente Dan apareció.

-Eh, Katie, ¿qué haces aquí?

Yo me quedé pálida.

-Mira quién ha venido, tu novio.

-¡Eh, que soy su hermano!

-Oh, temblad, es su hermano. -Dan estaba que explotaba de la rabia.- Cállate y déjanos en paz.

-Pues devolvedle el Diario a mi hermana.

Entonces el chico mayor le tiró una piedra a Dan.

-¡Au! –se quejó él.

El chico mayor se abalanzó sobre Dan.

-¡Eh, que tiene el brazo roto!- no pude evitar gritar.

-Oh, el pollito tiene el ala rota - rieron con maldad, me arrepentí de haberlo dicho pero no sabía que hacer.

De repente oí pasos, los chicos tiraron el Diario al suelo y se fueron corriendo, Dan estaba en el suelo retorciéndose de dolor. Francis apareció y se asustó al ver a Dan tirado en el suelo. Me acerqué a él y le dije lo que había pasado, luego ayudó a Dan a ponerse de pie y fuimos a la enfermería. Francis llamó a nuestra madre que llegó en seguida, recogió a Rosie y nos fuimos al médico para que vieran a Dan.

Mamá no dijo palabra mientras íbamos al médico, parecía enfadada, pero se le notaba en los ojos la preocupación, la verdad es que me daba pena, ¿cuántas veces habíamos ido al hospital durante la última semana?

Un Ángel sin AlasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora