¡Oye Pinky! 我爱你

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La chica de ojos color jade vio como la eriza violeta se paraba de la cama y por un momento pensó que se caería así que se movía rápido y la ayudo a pararse y caminar un poco.

—cariño estoy bien, solo necesito hacer el desayuno para Sonic.—hablo amable la eriza de ojos color esmeralda.

Amy solo pudo Asentir con preocupación, Aleena salió de la habitación seguida por Amy.

Amy veía fijamente a la madre del cobalto, se había dado cuenta del parecido entre ellos un parecido era sus ojos esmeralda y el orgullo que tienen ellos dos, es algo Amy ama de Sonic.

Pero antes de que la morada hiciera algo la puerta fue tocada tres veces antes de que entraran dos figuras recoconocidas.

—Buenas tarde señora speed—saludo la chica de ojos color zafiro mientras entraba con algunas cosas en las manos y detrás de ella venia el echidna de color rojo.

—buenas tardes chicos.

—hola chicos, ¿que hacen aquí? ¿No deberían de estar en la escuela—pregunto la rosada haciéndoles paso para entrar.

—no te preocupes Amy, hoy no hubo clases—hablo la albina mientras dejaba las cosas en la mesa.—le traje algo señora speed.

—oh rouge solo dime Aleena—dijo la eriza de cabello violeta mientras veía a la albina sacar algunas cosas de la bolsa.

—de acuerdo, mire, le traje comida y algunas vitaminas para que se recupere—dijo la albina al Sacar algunos platos con comida y un frasco de vitaminas.

—yo también le traje algo—hablo esta vez el echidna mientras sacaba de su mochila otro plato con comida.

—¡wow! Espera ahí knuckles the echidna, ¿que se supone que es eso?—dijo la albina con una ceja alzada.

—bha pues es obvio es comida ¿no ves? ¿Acaso estas ciega?—hablo con un tono burlón recibiendo un golpe por parte de la albina.

—¡no me refiero a eso, cabeza de tomate! ¡Me refiero! ¡Ah ¿quien hizo eso?!—señaló el contenido que tenía el plato.

—¿pues quien más? ¡Yo!—dijo el echidna señalando se a el mismo.

Amy sonrió nerviosa y miro a Aleena, esta solo le sonrió con cariño y volvió a ver a su amigo rojizo.

—knuckles ¿no crees que se te paso... La mano?—hablo al ver la comida, se veía a simple vista que la hicieron de una forma rápida e improvisada.

—claro que no.

—bueno entonces...

Pero antes de que la eriza de cabellos violetas dijera algo la puerta fue abierta por un erizo cobalto, quien se veía cansado y hambriento.

—hola mamá—saludo a su madre con un beso en la mejilla—hola ames—le beso la frente a la rosada y junto sus narices dándose un beso esquimal.

—¡Awww que lindos!—chillo la albina al presenciar la escena.

Los erizos se sonrojaron y se separaron al instante.

—hola c-chicos—los saludo nerviso.

—oye Sonic ¿quieres probar un poco?—hablo el echidna señalando el plato.

Sonic solo torció el gesto, no tenía hambre pero tampoco quería hacer sentir mal a su amigo.

Sonrió y agarro una cuchara para probar el platillo—pues claro amigo ¿porque no?

—¡Espera Sonic... !—pero fue demasiado tarde.