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Sentado en una silla de madera, Aquel erizo de pelaje azul miraba la ventana sin un punto fijo, tan solo estaba perdido en sus pensamientos sin escuchar nada de lo que decían a su alrededor.

En la habitacion de su madre estaba un silencio cómodo el cual solo se escuchaban los cantos de los pájaros, el día se veia hermoso, el cielo despejado justo para poder salir a pasear pero ese no era el caso de ellos.

Aquella eriza de cabellos violetas estaba preocupada por su hijo ya que este había dejado de hacer algunas activades que usualmente hacia antes de esto, había veces en donde podia sentir como su hijo venia a veces a verla en las noches el creí que no se daba cuenta pero la verdad es que habia veces en donde no podia dormir por los dolores de cabeza apesar de tomarse las pastillas no le hacia mucho efecto en esto, además en cada vez que se despierta puede notar como las ojeras se le van marcando en la piel melocotón de sonic.

Eso le preocupaba demasiado.

—sonic cariño ¿porque no has ido a la escuela?—y es que también era muy notorio que el menor habia empezado a faltar algunos hasta que esos algunos se volvieron todos.

El menor la miro y le sonrio—no es necesario eso ahora, mamá. no te preocupes.

—si, claro que me preocupo llevas días sin ir cariño, me preocupa que te este afectando tanto.

—lo dices por la escuela o por otra cosa.

—lo digo por los dos—aquella erizo de cabellos lila suspiro y miro al menor quien su expresión empezaba a decaer con tal mención—sonic sabes que es inevitable.

—no, para ti es inevitable por que no quieres ir a atenderte, no quieres hacer un mínimo esfuerzo para salir adelante, tu...tu quieres dejarme—dijo el menor empezando a sollozar con las últimas palabras que solto, se levanto
De la silla.

A la mujer le dolió ver como aquellas ojos esmeraldas los cuales estaban vivos y brillantes ahora estaban opacos y acuosos por las lagrimas las cuales quería evitar que salieran y corrieran por sus mejillas.

—no, cariño no quiero que pienses eso tu sabes que-fue interrumpida por el cobalto.

—¡NO, TU QUIERES DEJARME!—grito el menor saliendo de aquella habitación dejando sola a la mujer de cabellos violetas a quien le habían empezado a salir lagrimas con esas palabras.

No, no era eso, aun con toda la ayuda que le den, es inevitable lo que vendrá con el tiempo.









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⏰ Última actualización: Aug 08, 2020 ⏰

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