Utopía del Príncipe

Capitulo 7: Ansiado reencuentro

Ness pensó que Lucas tal vez lo estaba ayudando a huir antes de poder ser atrapado y muy probablemente encerrado en un calabozo. Debía dejar a Lucas atrás y correr por su vida, no necesitaba la ayuda del príncipe o mucho menos que lo vieran con él o le podía ir peor.

El príncipe Lucas corría mientras veía como Ness se alejaba cada vez más, pero Giygas a los pocos minutos escapó de su corral para tenderle ayuda a su amo, Lucas se subió al caballo aún esperanzado de poder tener a Ness frente a él una vez más y para siempre.

—¡Ness por favor deténgase! —Vociferó intentando recuperar el aliento, pero a Ness parecía que no le importaba lo que el príncipe le suplicaba, se alejaba cada vez más al igual como los vigilantes se iban quedando atrás.

Las puertas acceso al palacio se cerraron justo antes de que Ness pudiese escapar y los pocos vigilantes que ahí se encontraban cubrieron la entrada amenazando al joven Ness, eso le dio ventaja al príncipe Lucas  que ya estaba sobre Gyigas y aceleró, pero aunque ya no había nadie que los persiguiera; Ness seguía huyendo sin acatar a los gritos desesperados de Lucas.

Ness ya sintiéndose acorralado bajó del caballo y trepó los muros del palacio para saltar al otro lado desde una gran altura.

Lucas llegó hasta él y echó un vistazo más hacia atrás dándose cuenta que aún lo perseguían, pero no iba a permitir que lo atraparan y tampoco permitiría que Ness escapara, así que le pidió a su caballo que se acercara más al muro para encaramarse hacia lo más alto, sin embargo el vértigo y los nervios le jugaron una mala pasada y cayó fuertemente al otro lado.

Había caído mal sobre su tobillo lo que provocó que comenzara a sollozar con fuertes y escandalosos llantos de dolor, no podía hacer movimiento por mínimo que fuera porque le dolía demasiado.

Pero de pronto una mano detrás de él cubrió su boca para callarlo y lo tiró hacia las plantas que se asomaban alrededor del muro. —Silencio que nos puede oír.

Lucas miró de reojo hacia atrás y se dio cuenta que era él, Ness. Olvidó todo el dolor para hacerlo a un lado y poder lanzarse encima de él y abrazarlo y llenarlo de besos en todo su rostro.

—J-je, je, príncipe Lucas, deténgase que nos pueden encontrar, no haga ruido por favor.

—¡No me importa, los mato si nos separan!

Ness lo abrazó correspondiéndole de la misma manera. —¿Príncipe su tobillo está bien?

—¡No y no me importa, yo sólo quiero mi Ness! —Añadió ocultando su rostro en el cuello del joven Ness—. ¡Gracias, muchas gracias por estar aquí presente junto a mí, era lo que más deseaba en mi cumpleaños, yo tenía la esperanza de que usted estaba vivo, yo sabía, yo nunca lo dejaré ir porque usted es mío sólo mío y lo voy a proteger, nadie le pondrá una mano encima!

Pero Ness puso uno de sus dedos indices sobre los labios del príncipe. —N-no, Lucas, es muy lindo de su parte que diga todo esto, pero sabe que usted es un príncipe y el futuro rey, usted no puede dejar todo lo que tiene por un don nadie como yo, sabe que ese es mi sueño, que usted llegue a ser el rey para que pueda ayudar a los demás que lo necesitan.

—Ese no es mi sueño, yo dejaré todo si usted me permite estar a su lado, de verdad que es lo único que deseo y no se haga porque usted también lo desea, ¿por eso está aquí no es así?

Ness sólo sonrió en respuesta.

—Ay que lindo, me lo quiero comer a besos.

—¿Q-qué?

—¡Que me lo quiero comer a besos tarado!

—¡Shuth! No grite más por favor o me iré y lo dejaré aquí tirado... lo que menos quiero es volver a perder la vida a manos de seguridad como antes. 

—Déjeme ser feliz a su lado... y le prometo que usted también lo será.

Ness se puso de pie y se sacudió sus ropas para luego tenderle una mano al príncipe. —¿Puede levantarse o necesita más ayuda?

—Siento que me muero con sólo mover mi pie...

—Hum... supongo que tendrá que subir a mi espalda, lo llevaré a un lugar que le va a encantar y estoy muy seguro que le traerá muy buenos recuerdos de cuando éramos niños, en ese lugar a estas horas no hay nadie que pueda molestarnos, bueno, al menos así lo era hace algunos años atrás y espero que siga todavía así.

Lucas sonrió y subió a la espalda de Ness para alejarse cuanto antes de ese lugar en el que se encontraban.

Ness ayudó a sentarse al príncipe en el césped bajo uno de los árboles de manzanas, luego se sentó a su lado para acercarse con su rostro hacia la ruborizada mejilla de Lucas para proporcionarle un cálido beso a la vez que tomaba la mano.

—Me gusta mucho este lugar, yo si recuerdo cuando eramos niños y lo traje a usted por primera vez aquí... N-Ness...

—¿Si? Creí que no lo recordaba. 

—Y-yo yo le decía... que quisiera hacer mi vida junto a usted.

—¿Está usted seguro de eso? Es que no quiero ser la causa por la cual lo pueden despojar de sus riquezas y poder.

—Nosotros queremos ser felices, es nuestro derecho, Claus y Ninten pueden estar juntos y nunca les dirían nada porque los dos son príncipes, pero en cambio a nosotros siempre nos negarán todo. Si yo dejo todo Claus pasará a ser el heredero de la corona que a mi me pertenece... ¿Y sabe? ¡Qué se lo quede todo porque yo no necesito todo eso!

—Oh, es que... ¿qué piensa hacer?

—¡Huyamos juntos ahora por favor Ness!