Me le acerqué y con un lindo beso me despedí. Le había puesto una nota en su costado dándole las gracias por la maravillosa noche que me dio. Tenía que irme, mi mamá estaba preocupada por mí, así que me fui.
Llegue a casa sonrojado y feliz. Mi mamá me sonrió, y sin necesidad de decirle lo que sucedió, había entendido todo. Cada que pensaba en él, mis labios tomaban una forma diferente, me mordía mi labio inferior y todo parecía brillar.
Fue la mejor velada de mí vida. Hablamos casi todo el tiempo por teléfono y pasaba casi todas las noches en su casa. Mi cuello estaba cansado de estar todo el tiempo con pequeños chupones y mordidas, pero fue satisfactorio así que le dejé que siguiera con el juego.
Tan pronto añadí otro año a mi vida, ya tenía 18 y el 22. Queríamos formar una familia como toda persona, entonces nos casamos. Fuimos camino a nuestra luna de miel y tan pronto llegamos me lanzó contra la cama y comenzamos a besarnos.
Habían pétalos rojos en todas parte y la cálida compañía de Alan atesoraba. – Mi deseo se cumplió por fin. Había esperado tanto tiempo por este momento – Le decía a Alan mientras lamia con delicadeza su cuello.
Desvistiéndonos uno al otro, tocábamos cosas que no teníamos que tocar pero de alguna forma u otra nos alegraba. Era una sensación asombrosa pero escalofriante, nuestros dedos y manos nunca habían estado tan juntos así como esa vez.
Retorciéndonos por toda la cama, exhalaba lentamente y profundo. Había quedado sin aliento y mi respiración era más lenta cada vez.
Felices, así quedamos juntos hasta siempre y más.
Fin...
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El chico que me aceptó
RomanceDaniel que es un chico de 17 años no sabe que le interesaban los chicos ya que nunca tuvo un sentimiento hacia ellos, por otra parte este conoce un día a un chico llamado Alan que tiene 21 años de la cual se enamorará perdidamente de él, solo que él...