Daniel me llamó mamá, amor me llamaron las chicas, enamorado me llamé yo... y cobarde y gay me llamó mi papá. No me importaba que pensaran de mí o como me llamaran. Puede que antes le tenía más atención de la que recuerdo, pero eso ya no me vale.
Al otro día me dirigía a la escuela y en medio del camino quedé frente a la cafetería nuevamente. A través del vidrio lograba ver a Alan siempre sonriéndoles a los clientes... Entonces descuidadamente una chica apareció, era la misma chica que había visto con Alan la misma tarde del día anterior...
Entró a la cafetería y besó a Alan en sus labios. Mis ojos impresionados y mi corazón trastornado tomé mi mochila y salí corriendo lo más que pude de allí... Cuando llegue a la escuela aun era muy temprano, así que me encerré en el baño y comencé a ponerme estérico y celoso.
Mi cuerpo daba pequeños efectos de electricidad y mi corazón ya estaba al límite. Me dolía la cabeza. Harto de lo que me pasaba salí sin expresión en mi rostro hacia el salón, de pronto en el receso quería escaparme, pero algo me decía que si iría sufriría, entonces me quedé...
En medio de ello llega una chica a mí y me entrega una carta tímidamente, la iba a abrir en ese momento, pero me tomó la mano y me dijo que no lo hiciera, que esperará a que ella no estuviera allí y así podría ver lo que hay dentro de la carta.
No di mucha curiosidad e hice lo que me pidió... Después de la escuela iba camino a casa, pero solo me faltaban unas pocas calles para llagar a la cafetería entonces estaba nervioso. Entonces logro ver que alguien me seguía. No di muchas vueltas y quise acabar con esto así que me escondí. Esa persona pensó que me había perdido de vista y comenzó a buscarme.
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El chico que me aceptó
RomanceDaniel que es un chico de 17 años no sabe que le interesaban los chicos ya que nunca tuvo un sentimiento hacia ellos, por otra parte este conoce un día a un chico llamado Alan que tiene 21 años de la cual se enamorará perdidamente de él, solo que él...