Cap. 10

1 0 0
                                    


Al otro día estuve paseando sin rumbo alguno. Trataba de no caerme, caminaba en línea y de allí no apartaba mi vista, hasta que vi a un chico jugando con un pequeño cachorro, me pareció gracioso porque ni el dueño de cachorro entendí porque jugaba con su perro.

Me le acerqué, entonces volteó a verme. Cuando lo hizo me paralicé por completo, comencé a recordarlo nuevamente y mis sentimientos se aferraban de nuevo a mí.

¡Alan!, decía exclamando su nombre y confundido.

Se levantó y me invitó a comer... dudaba al principio pero ya no lo aguantaba y lo acepté. Cruzábamos cada restaurante y lugares donde hacían y servían comida, confundido solo seguía su rastro que dejaba para mí. Hasta que llegamos a un hotel muy elegante, entramos y todos parecían conocer a Alan. Subimos al ascensor y nos llevó a un enorme pasillo, salimos y solo caminamos un poco y sin tardanza nos paramos frente a una habitación.

Entramos y todo parecía tan limpio, - La vista es maravillosa - decía sorprendido y fascinado, pero aun no sabía en donde comeríamos.

Alan me miró y me sonrió... - Disculpa la tardanza pero es que mi novia me dejó y todos los restaurantes me la recuerdan, así que me gustaría comer aquí en mi casa esta vez, ¿te parece bien? - Decía con la sonrisa más grande que podía haberme dado en ese momento.

Estaba sorprendido por su separación. No quería preguntarle porque o como fue, la verdad es que no me interesaba saber... De pronto de la nada me dijo que le ayudara a preparar la comida. Yo me negué después de todo no sabía cocinar, pero él tomó mi mano y me jaló hacia él. - Te enseñaré - Dijo

El chico que me aceptóWhere stories live. Discover now