Damián llega a la vida de Dick de improvisto, el cachorro aún no posee una casta y al ser el único omega en el equipo Dick termina haciéndose cargo del pequeño, nadie ve peligroso en aquella relación hasta que el celo de Dick llega.
Cuando Damián aparece en la vida de Dick, ni siquiera tiene una casta, no se ha presentado aún, siendo el único Omega de la familia parece natural para el resto dejar a Damián al cuidado de Dick.
El pequeño se vuelve la sombra del mayor, se les ve siempre juntos, Damián no come, no duerme, no entrena, no patrulla y no se baña sino es con Dick.
Damián lo sigue como un pollito a su mamá gallina, para Dick resulta adorable y secretamente le encanta ser el centro de atención de aquellos ojos verdes y expresión arrogante que siempre se suaviza en sus brazos.
"Le gustas" - declara Jason mientras entrenan, interrumpiendo la plática de Dick sobre lo adorable que es el menor.
"Imposible, solo le hace falta una figura materna, Thalía fue pésima para ello y yo soy el Omega más cercano a él, por eso mi olor le gusta y es tan cercano a mi" - refuta Dick
Jason le mira, es una profunda mirada de Alfa, niega a sus palabras pero no dice nada, no es asunto suyo y sinceramente no le importa.
Su patrullaje los lleva a una misión que dura más de una semana, han tenido que salir de Gótica persiguiendo a la Legión del Mal, es una misión importante que agrupa a gran cantidad de villanos y héroes, Damián y Dick hacen equipo juntos.
En su misión han tenido que dejar su refugio y por ende Dick deja sus pastillas, no le preocupa demasiado, Damián tiene trece años, pero aún no se presenta, no tiene olor.
Las cosas se complican y tienen que pelear, los movimientos de Dick son más lentos y torpes, Damián no entiende que le sucede hasta que nota los temblores, Dick está en celo.
Sacrificando la información de la misión consiguen huir, ambos están heridos pero Dick entra en frenesí, suda, llora y gime.
Las heridas sangran no hay tiempo que perder, pero mientras le desviste para coserlo y vendarlo, el calor se acumula en él y se expande por su cuerpo como veneno.
Damián gruñe y su lengua limpia los rastros de sangre, Dick le mira y le abraza a su pecho necesitado, el aroma alfa que emana el adolescente le embriaga y le hace perder la cabeza, necesita más de aquello, un deseo oscuro y un hambre cegadora le envuelve.
-Da... Damián... - jadea y se entrega a la mordida del alfa novicio entre sus brazos.
Los dientes se encajan en su cuello, muerden con fiereza, pequeños colmillos apenas nacientes rasgando la piel reclamándolo como suyo.
Un gemido de éxtasis brota de ambos, apenas se separa de su piel cuando la boca de Dick reclama la de Damián y le besa con la experiencia de la adultez.
Dick es un amante sensual y fogoso, envuelve el pequeño cuerpo de su alfa con sus piernas y le ruega por más, son sus instintos quienes le indican que hacer a Damián.
Sin apenas desvestirse se adentra en el mayor, hay éxtasis en sus expresiones, las caderas de Dick se empujan y establecen el ritmo.
Damián se funde en él, su cuerpo inexperto no ha tenido erecciones ni orgasmos, su primer celo, mordida y virginidad se lo entrega al Omega que le asfixia con su dulce aroma y le llena de besos largos y húmedos siempre ansiosos de más.
La pasión los lleva al orgasmo y al nudo, eso aclara un poco sus cabezas, se ven por primera vez el uno al otro sin la bruma del celo.
Dick está sin habla con los ojos muy abiertos por el shock, Damián esta sonrojado y jadeante.
Ya no hay nada que puedan hacer, ahora están unidos.
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