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Cuando Dick despertó Damián no estaba, su lado en la cama estaba frío y no había notas para él que explicaran a dónde había ido.

Sus cosas se mantenían en su habitación, lo cual significaba que al menos por el momento, había desistido de obtener su propia alcoba.

Suspiró pensando en su conversación anterior y en la forma en que le había suplicado que no se fuera, los besos que habían compartido, se había sentido tan bien envuelto por él, rodeado por su aroma y calor. Avergonzado negó a sus pensamientos, no se reconocía asimismo, ¿aquel comportamiento tan vergonzoso era producto de las hormonas? ¿O era realmente él?, algunas veces no podía diferenciarlo.

Azorado bajó para encontrarse con su manada tomando el desayuno, todos en sus lugares a excepción de su Alfa.

-¿Dónde está Damián?- preguntó tomando asiento mientras Alfred le colocaba su desayuno.

Tim se río sobre su taza de café, como si estuviera esperando la pregunta y la encontrara muy graciosa.

-¿No sabes dónde está tu Alfa?-le pregunto Jason sarcástico. Dick le miró extrañado por aquella actitud, hasta que recordó que tanto él como Damián habían tenido alguna clase de conversación entre Alfas, ¿Ahora lo veía como el culpable de todo?

Bruce miró a los presentes haciéndolos callar, el mismo se veía pensativo y preocupado. –Damián decidió ir a trabajar a Empresas Wayne- le anunció a Dick.

-El amo Damián se levantó temprano y se fue-le dijo el mayordomo.

-¿Por qué Damián haría algo como eso?- les preguntó extrañado.

-Jason le dijo que lo que se esperaba de los Alfas es trabajar para ganar dinero y mantener a su familia, suponemos que lo tomó literalmente y ahora es el pequeño jefe de Lucius Fox- Tim se río sin poder contenerse, agarrándose la barriga, mientras Dick no salía de su estupor.

-¿Qué?, ¿Por qué no lo detuvieron?- les preguntó alzando la voz escandalizado por aquello.

Tim no podía dejar de reírse, encontraba aquello hilarante –Casi puedo imaginarlo vestido de traje revisando papeles en la gran silla de Bruce- dijo jadeando de la risa.

-Bruce ¿Por qué lo dejaste ir?- le reprochó Dick al líder de su manada.

-Damián está tratando de ser responsable, lo dejaré intentarlo, de cualquier forma Lucius está en contacto conmigo para cualquier inconveniente- le respondió restándole importancia, terminando su desayuno para ponerse de pie.

Dick inconforme le siguió dejando atrás los reproches de Jason y las burlas de Tim.

-¿No estas siendo demasiado permisivo con él?- le preguntó Dick cortándole el paso.

Bruce le miró fijamente, sus ojos de un azul oscuro le analizaron antes de suspirar –Dick toma asiento, hablemos- le pidió.

-Damián no es un adolescente normal, tu más que nadie lo sabe, su incapacidad de comprender el mundo que lo rodea, hay meros convencionalismos sociales que no comprende, porque vivió con el único objetivo de ser un asesino-

Dick asintió a sus palabras, comprendía lo dicho por Bruce, llevaba casi un año en compañía del menor, él se había ganado su confianza lentamente, aprendiendo a quererlo con su arrogancia e ingenuidad.

-No podemos cambiar las cosas de su pasado, pero si podemos ayudarlo, es un adolescente ahora, la manera en que sea educado le formará como un adulto, desgraciadamente ahora se siente presionado por el vínculo, ni siquiera yo que tengo más de cuarenta años he querido morder a un Omega, no quiero imaginar la carga que representa para alguien que no tiene ni los catorce años-

-Lamento ser el culpable de esto-le dijo Dick apretando los puños con la cabeza gacha.

La palma de Bruce le acarició la cabeza gentil –No podría imaginar un mejor Omega para Damián, he visto los cambios que tu compañía efectuaron en él y sé que te preocupas por él como él de ti, van a tener que crecer juntos-le dijo peinando el cabello de Dick antes de levantarse.

-Ahora debo de irme, y verificar que Damián no nos lleve a la banca rota-le dijo haciendo sonreír a Dick antes de marcharse.

*-.*-.*-.

Cuando Damián regresó Dick le esperaba en la puerta con una sonrisa.

-¿Cómo te fue en tu primer día de trabajo?- le preguntó mirándole, Tim estaba equivocado, Damián en traje lucia como un pequeño clon de Bruce, a excepción del color de ojos.

- Lucius piensa que cuando cumpla dieciocho años podría dirigir la compañía sin problemas-le comentó mientras aflojaba el nudo de su corbata. –No tengo problemas con las actividades, pero soy demasiado joven para que incluso la secretaria me tome en cuenta, menos aún los inversionistas o el personal de planta, Lucius dirigió todas las reuniones importantes- le dijo con cierta decepción, no importa que pudiera hacer el trabajo, su edad seguiría siendo un problema.

Dick pensó que aquello era impresionante, Damián tenía los conocimientos suficientes para dirigir una multinacional, era tan inteligente como Tim, quien también había destacado en el manejo de la empresa, el mismo había dirigido Empresas Wayne un corto tiempo, pero la vida de empresario no era lo suyo.

-Como sea me han despedido- le dijo con un suspiro sacando su cheque de liquidación entregándoselo a Dick. –Quiero que tu tengas este dinero, como prueba de que mis intenciones son serias- le dijo mirándole con fijeza.

Dick se sonrojó a sus palabras y sin poder evitarlo le envolvió en sus brazos. –Usaré este dinero para tu fiesta de cumpleaños, será una gran celebración-le aseguró mirándole fijamente, Damián se había esforzado tanto por él, estaba trabajando tanto en crecer que le oprimía el corazón -No tienes que forzarte, tenemos mucho tiempo por delante, iremos paso a paso, yo también soy inexperto en esto, pero sé que de alguna forma podremos hacerlo-le aseguró.

Damián asintió rodeándole con sus brazos, refugiándose en el pecho de Dick, sus aromas mezclados y su calor le llenaba de una felicidad que nunca había experimentado. Los libros de biología afirmaban que el vínculo Alfa/Omega tenía una conexión física y bioquímica, aumentando el nivel de endorfinas provocando esa felicidad adictiva que se reforzaba con las continuas mordidas y el sexo. Damián sabía todo eso y se preguntó si la mordida era lo único que mantenía a Dick a su lado, si de otra forma, le hubiera elegido a él.

No lo sabía pero dentro de él tenía miedo de conocer la respuesta.

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Mío Donde viven las historias. Descúbrelo ahora