Lucha contra esos impulsos, daddy.

2K 415 210
                                    

Makkuri:
Holap como tas soy el mark
10:55

Makkuri:
Holap como tas soy el mark
15:23

Makkuri:
Holap como tas soy el mark
18:42

Makkuri:
Holap como tas
19:34

Makkuri:
Holap como tas
21:57

Makkuri:
Holap como tas
22:36

Makkuri:
soy el mark
23:58

Haechannie:
QUÉ QUIERES
00:01

Makkuri:
Me has ignorado todo el día
00:03

Makkuri:
:(
00:03

Haechannie:
A lo mejor porque estamos de campamento y estoy a una cabaña de ti??????????
00:05

Makkuri:
Oh, entonces voy
00:09

Haechannie:
QUÉ
00:11

El moreno soltó el móvil cuando vio a Mark entrar en su cabaña con una peluca afro y una linterna iluminándole la cara.

— Das miedo.

— Tu pijama es muy mono, Haechan. No sabía que te gustaba Doraemon.

— Me gusta todo menos tú.

— Repítelo hasta que te lo creas.

— Ya me lo creo.

— Qué ganas de quedarme dormido abrazándote toda la noche.

— Lucha contra esos impulsos daddy.

— Qué.

— Grr.

— Tu compañero de cuarto nos está viendo.

— No, yo no veo nada — dijo Chenle.

— Así me gusta — le contestó Haechan. — Capaz y te consiga una cita con Jisung.

— ¿Eh? Ya somos novios.

— ¿ESTÁS SALIENDO CON MI PRIMO?

— ¡TE LO DIJE EL OTRO DÍA!

— ¡MENTIROSO! ¡Tener dinero no significa jugar con las personas!

— Me voy. Quédate con tu novio el pelucas.

— No es mi novio — refunfuñó Haechan.

— Adiós.

Chenle se fue de la cabaña y Mark miró a Haechan, quien estiró sus brazos a sus costados y flexionó sus rodillas.

— ¿Hace cuánto no lo hacemos?

— No, Haechan.

— Déjate llevar — el moreno impulsó sus caderas hacia arriba y volvió a bajarlas.

— ¡Haechan!

El mencionado se sentó en la cama con el ceño fruncido.

— Eres un aguafiestas, vete de aquí.

— Pero...

— Que te vayas.

— No.

— O te vas o te parto la cara.

— Lucha contra tus impulsos, bebé.

— Y una mierda, fuera de mi cabaña.

— Buh, marica.

— HABLÓ.

Mark se acercó al moreno despacio ya que éste se había acostado de lado en la cama, dándole la espalda.

El canadiense se metió con cuidado debajo de las sábanas y abrazó a Donghyuck por la espalda, rodeando su cintura y atrayéndolo hacia su cuerpo.

— Pensé que te había dicho que te fueras — susurró.

— Y yo dije que no, Haechannie.

Mark no pudo observar cómo el moreno sonreía, pero sí sintió cuando Haechan entrelazó sus dedos con los suyos.

Abajo, fifihyuck [1 y 2] © || LM&LDHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora