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Damon

Posterior a una noche de ensayo con la banda había quedado solo en la sala debido a que todos estaban fatigados por la sesión fotográfica de la tarde. Intentaba componer una canción que aún ni siquiera tenía base pero era inútil intentarlo, mi padre siempre ha dicho que para componer debía estar limpio mentalmente sin ningún pensamiento que merodee y ojalá mi cabeza no poseyera de la imagen de Brooke llorando.

Era un continuo eslabón, piense en lo que piense volvía a ella. Me sentía un idiota, lo era por haberle fallado otra vez ulterior a irme sin despedirme ni darle explicaciones.

Todo lo que sentía por ella hace un año atrás no era tan fuerte como lo actual.

— Dames... — llamó mi atención Graham — Liam está en el teléfono.

— ¿Liam? — la confusión me colmaba.

— ¡El amigo de Brooke!

Me levanté con lentitud de mi silla y fui donde estaba el teléfono. Cualquier cosa me podría esperar proviniendo de Liam, desde un insulto hasta una invitación a un bar.

— ¿Hola? — atendí

— Por fín apareces... — su tono sonaba desesperado — Tengo un pequeño problema

— ¿Y qué?

— Brooke está muy ebria.

Dijo sin más dando un largo suspiro.

— ¿Dónde estás? — Indagué — Si el señor Miller se entera estás muerto.

— ¡Por eso llamo! En el pub de siempre — cortó.

Busqué rápidamente un abrigo y me coloqué mis zapatillas.

— ¿Qué ocurre? — preguntó Graham.

— Algo con Brooke — respondí

— Te acompaño.

Durante el camino Graham trató de hacerlo lo más fugaz posible pero los controles viales incapacitaban tal acción. Al llegar al pub, como siempre la gente abundaba. A lo lejos divisé a Liam y Noel tratando de detener a Brooke.

— ¿Damon? ¡Graham! — gritó Brooke mientras lo abrazaba.

Ambos hermanos solo rieron mientras Graham continuaba siendo abrazado por Brooke.

— ¿Qué tomó? — pregunté.

— ¡Ni siquiera te interesa! — contestó ella.

— Tequila — dijo Noel indicando los vasos.

— ¿Por qué no la detuvieron? — exclamé.

— ¡Tengo veintidós años, Albarn! — bufó Brooke.

— Veintidós años pero igual sigues comportándote como una niña de dieciséis. — crucé mis brazos.

Todos se callaron y Liam rió.

— ¿Por qué viniste? ¡Dijiste que no querías volver a verme!

— Moría de ganas de que mi noche terminara viendo a una ebria incoherente.

— Creo que te estás sobrepasando. — interrumpió Graham.

Y estaba en lo correcto. Me estaba comportando como un idiota sin ninguna explicación cuando en realidad sí moría de ganas de verla pero no de tal forma.

❝Young and Lovely.❞ / Damon AlbarnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora