ERIKA
Domingo 6:45 pm
El fin de semana pasó volando, literalmente me la pasé encerrada la mayor parte de los días en mi habitación, solo salía para el desayuno, almuerzo y cena.
Ya llegando la tarde del domingo decidí salir a dar un paseo, la escuela era extremadamente inmensa, empecé a caminar por toda la orilla, el muro que lo protegía era alto, no podía salir nadie de aquí, y solo habían dos entradas, donde yo entré y Len salió, la caseta de seguridad, y una trasera donde se adentran los camiones para la importación de mercancía para todo el personal y estudiantes, ahí no había nadie vigilando más que cuando reportan qué hay entregas, ya lo había verificado.Pasé de largo disimulando mi interés por la entrada y a mi izquierda había una colina con muchos árboles, desde mi posición se veía hermoso. Corrí hacia ahí.
Al llegar y estar en la cima, pude ver a lo lejos la ciudad, era bello, esta parte de la escuela le tocó a los chicos, era detrás de su edificio, suertudos ellos que tienen una vista magnífica, de seguro ni lo aprovechan.
-¡Niña! ¿Qué haces aquí? -gritó una voz que provenía sobre mi, me asusté hasta incluso creo haber dado un pequeño brinco, alcé la mirada para encontrarme a un William con el uniforme por fuera, como siempre, sobre la rama de un árbol, con los ojos cerrados y los brazos por detrás de su cabeza, estaba gozando de la relajación de la buena tarde que estaba haciendo hoy.
Como ya había descrito a William, es un chico rebelde, no suele ser responsable, es similar a mi "yo" de la secundaria, cuando era rebelde también, la diferencia es que yo si pasaba bien en los exámenes y tareas, él no. Tiene una mala reputación, y por todo lo que eh escuchado en la escuela, es el hijo de uno de los de alto mando, por eso casi nadie lo pone en su lugar, Len tiene que batallar mucho con él, creo que solo a Len he visto que le guarda un poco de respeto, con otras personas es un grosero por así decirlo, es raro.
Yo trataba con William, era buen amigo, aunque no siempre sea tan respetuoso o liberal con sus sentimientos, tenerlo es reconfortante para no perder mi lado rebelde y no olvidar lo que aun suelo ser muy en el fondo.
Aunque a veces él mismo me lleve al lado oscuro, y se enoja porque me contengo.
-Nada que te importe "Suky" -le dije como suelo llamarlo cuando lo estoy molestando, en referente a Sook, solo le aumento Sooky.
Me miró enojado y yo por instinto, me agaché y agarré una piedra pequeña, primero fingí lanzársela, él se la creyó, ya mero se caía de su árbol, me reí a carcajadas, agarrándome de mi estómago por la broma, él me miró fulminándome con su mirada.
-Estas ganándote un pase para un golpe Sánchez... -gruñó.
-Uy... que miedo Suky, ¿tu y cuántos más?- lo reté, y ahora si le lancé la piedra que tenía en mi mano, no era grande, era del tamaño de un frijol. Pero quería hacerla de emoción.
Él esquivó mi bala y se tiró del árbol. Yo me lancé a correr fuera de su alcance, pero me agarró de mi mano y me jaló hacia él. Fue como un paso de baile de salsa, solo que mi muñeca sujetada por su mano, atrayéndome hacia él, me giré y di vueltas haciéndome envolverme en su pecho, el me tenía acorralada con sus fuertes brazos, literalmente estaba inmóvil frente a él, oprimiendo mis pequeños brazos con los suyos, a escasos centímetros de su rostro, mi risa no dejaba de estar en mi rostro, entonces lo vi a él, serio, dominante, mirándome, no... mirando... mirando mis labios, mi boca.
Oh... rayos...
El sonido de alguien aclarándose la garganta hizo que William y yo despertáramos del trance en el que estábamos, y él de manera no tan violenta me apartó de su agarré. Yo medio tropecé y dirigí mi mirada hacia donde provenía el dueño del sonido.
Y nuestras miradas se encontraron al instante...
Len.
-¿Señores? -habló Len -¿Qué está sucediendo aquí? -preguntó.
Oh-oh... esto iba de mal, en peor...
-Yo... puedo... esto no es lo que parece... puedo explicarlo Len... digo... Sargento Anderson... -Dije con nerviosismo, literalmente me sentía así, con nervios, no sabia por qué, no sabia por qué era que me sentía así.
Si era por el hecho de que William estaba a punto de besarme, porque nos hayan visto, o por Len, y lo que pueda pensar de mi y William, tenía que aclarar este mal entendido.
William se cruzó de brazos apoyándose en el tronco de un árbol y alzando la mirada con los ojos cerrados al aire.
-Estar teniendo actos amorosos dentro de la institución esta prohibido ¿Lo saben, no? -dijo Len, fulminándonos con su mirada.
Yo miré a William, él se veía calmado, ¿que rayos? ¿por qué no se preocupa por esto? Oh claro, es el vale madres de la escuela, genial, con quien vine a meterme en problemas.
-Yo... solo fue una equivocación, yo...
-Mis disculpas Sargento Anderson... -Dijo William desenvolviendo sus brazos, luego hizo una reverencia muy formal, burlándose de Len -La próxima vez que Erika y yo queramos privacidad iremos a nuestras habitaciones... o mejor aún, ¿podemos usar su oficina?
¡PERO QUE MIERDA! No sabia como pero mis ojos se abrieron completamente al escuchar a William decir semejantes cosas, ¡Semejante mentira!
-Señor Sook... -Len, bufó -Queda castigado por faltar al respeto a un superior.
-No se preocupe mi Sargento- Dijo William pasando de largo entre nosotros, con los ojos cerrados y su mirada altiva. -Ya conozco mis castigos de la A a la Z... ¡Nos vemos! -dijo lo último y voltea a verme, tenia una mirada muy distinta a como me miraba antes, el no solía mirarme con cierta mirada de lujuría, se veía sexy... tenia un aura de perversidad en él ¿Quien era este William Sook? -Amor...
Me dejó en shock, su comportamiento, sus palabras, le hizo dejar en claro a Len que él y yo tenemos "algo". Algo que no era verdad ¿Por qué William había dicho semejante cosa?
Esperen un momento... ahora que recuerdo algo... William mencionó la oficina de Len... "o mejor aún, ¿podemos usar su oficina?" que quiso decir con eso?
Yo miré a Len, quien estaba mirando como William se iba lejos de nosotros. Se voltea y me mira, yo no se que decir.
-¿Están saliendo? -Pregunta él, ya en un tono más calmado, pasa su mano sobre su cabello, revolviéndolo lentamente, ahora no me mira, esta esperando mi respuesta, y me doy cuenta de que seguía en Shock.
-¡No! -exclamé después de reaccionar, Len suspiró con dificultad. -yo... yo solo estaba... caminando por la escuela y lo vi sobre ese árbol -dije volteando y apuntando justo en la rama en la que William estaba recostado -luego le tiré una piedra y él creo que se enojó y por eso dijo eso... -ahora comprendí, y mi reacción hizo que Len me mirara extraño, me reí -ya entiendo... ahora entiendo por que Will dijo eso, se vengó por lanzarle la piedra... ¡Imbécil! -me puse seria ante la imaginación de William riéndose de mi en estos momentos.
-Esa no es excusa para retirarle el castigo señorita Sánchez... -dijo Len dándome la espalda, cruzándose de brazos y empezando a caminar lejos de mi.
¿Castigo? ¿Qué carajo?
-¿Castigo? ¡Espere! -corrí hacia él y me puse en frente, lo miré, y mis manos estaban a centímetros de su pecho, deteniéndolo sin tocarlo -¿Me va a poner un castigo? ¿Por qué? le estoy diciendo que yo no tengo un Romance con Will... es un error...
-Señorita Sánchez... no me importan sus palabras, lo que yo vi, es lo que yo interpreté... justo en el momento en que me acerque ustedes estaban a punto de darse un beso, solo imagine si hubiese sido un teniente... le iría peor... tal vez la salvé con el castigo anterior... pero no siempre la voy a estar librando de lo que causan sus actos...
-Pero... yo...
-Mañana quiero que pase a mi oficina en su primer descanso, le asignaré su castigo. -habló pasando aún lado de mi, yéndose.
Maldita sea... William Sook... juro que me las vas a pagar... y tu Len Anderson...
Ahora la cuenta va;
Anderson 02 Erika 01 William Sook 01
Genial...
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Prueba Militar. Libro Uno ©
Teen FictionMi nombre es Erika Sánchez, a punto de cumplir 16 años, con un solo objetivo en la vida, llegar a ser una Teniente de la Marina, el proceso será largo y con muchos obstáculos, lo sé, pero en esos obstáculos no contemplaba a mi Sargento Len Anderson...