VI " La llegada a Silur"

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6 LA LLEGADA A SILUR





Habiendo dejado atrás a Robbendall y Trathos, Sigal y Riut, tras dos lunas de arduo escape seguían montando a toda velocidad sus gigors muy heridos, pero con una voluntad tal, que en ningún momento se han detenido. Solo han dedicado su alma y cuerpo en correr para huir de las garras del hombre, de Xanth, hijo del Rey Mahor.


Adentrándose cada vez mas en Silur, y habiendo salido del enmarañado bosque de Gek, se encontraban cerca de la ciudad Suyam, a orillas del gran río, donde deciden al fin detenerse por un instante, ya agotados...



-Riut, podríamos detenernos aquí al menos breve instante-dice Sigal exhausto y malherido-


-Si será mejor-contesta Riut, muy abrumado por lo ocurrido-ya estamos muy cerca de Silur y por lo visto hace ya una luna que no nos siguen los hombres malvados de Xanth.


-es verdad-responde Sigal al mismo tiempo que acomodaba sus tres finas coletas y contemplaba el bello cielo del Lid- deberíamos descansar un poco compañero-.


-Trônt, ven aquí amiguito mío-llama Riut a su gigors muy mal herido- toma un poco de comida del bosque de gek. Tu especialidad querido gigors, gusanitos con abono de yamul.


-uf-interrumpe Sigal mofándose- que bueno eres Riut, dices eso y con tono de hembra, para que el gigors no se te enfade, "abono" si es excremento del pájaro yamul, que horror.-


-bueno, es que a juzgar por su cara pareciera que así no lo ofendo- explica Riut- pobrecillo de él, que para colmo de males está malherido...


-bueno, muy bien- expresa con énfasis Sigal, y agrega- orillemos en el gran río así los gigors beben agua, y nosotros...también.


-me parece bien, como digas Sigal-contempla Riut- creo que aquí mismo, estaría bien.


-por el Lid Riut- comenta Sigal con fervor y melancolía- si os soy sincero, la verdad amigo mío... pensé que nunca más volvería a ver la entereza de Silur, su belleza extra, sus árboles y sus animales, sus flores, somos privilegiados Riut.


- verdad Sigal, los Dioses del Himmidim deben estar de nuestro lado- contesta Riut- contemplémosla un instante, no estará de más.



Los medianos se detienen, dejan también que sus gigors beban agua y descansen luego de una huida exhaustiva. Mientras tanto, se toman un rato de alivio remojando sus pies en el gran río y centrando su acongojada mirada, en la bellísima Silur su región. Había algo que corrompía su tranquilidad poderosamente y era nada más y nada menos que el gran río cual siempre se encuentra calmo, ahora lo observaban tormentoso, revuelto. Esto llamaba poderosamente su atención, ya que la zona de ríos rápidos, es al norte, en Morax.



-Riut, a la dulce agua se la nota tormentosa, no es normal, es un mal presagio-explica Sigal, sin obviar lo que pasaba en el rio-


-es verdad, ahora mismo me ha entrado curiosidad por saber que pasa allí abajo.


-¿y si nos sumergimos?, tal vez podríamos encontrar alguna ciudad cavernosa de Farh, o algún hombre rana que nos pudiese dar alguna explicación- culmina Sigal, mientras observa detenidamente el cristalino río-.


-podríamos al menos intentarlo Sigal, pero somos algo pequeños como para adentrarnos en las profundidades del río, nuestro nado y pulmones no son la excepción y tal vez colapsarían. Pero bueno tú mandas, al menos deberíamos intentarlo y ver si hallamos alguna caverna- agrega con ímpetu Riut-.


-deberíamos probar, si. Trathos nos había dicho, que los hombre de Farh, eran amigos de los de Tridex. Es sabido que los silures, no somos lo que se dice "guerreros", puesto que de conocerse nuestra posición, nos sabrá escuchar el hombre rana, si es que tenemos algo de suerte, encontrarlos en estas aguas es azaroso pero no imposible.- define bien, Sigal-.

El Lid "La union de las Razas"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora