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Woojin me devolvió a la realidad, alegando que el profesor lo había enviado a ver porqué me demoraba tanto.

Salí corriendo a la cancha lo más rápido posible para evitar preguntas de mi amigo, podía evitarlo ahora, pero probablemente más tarde empezaría con su interrogatorio.

El profesor nos puso a correr alrededor de la cancha, trate de mantener mi cuerpo lo más alejado posible de Minho mientras corría, lo cual estaba resultando fácil pues apartaba la mirada cada vez que nuestros ojos chocaban, pero mi mente era otra cosa.

Había llegado a una conclusión, o el chico estaba medio loco, o era otro hetero curioso, me inclinaba más por la segunda.

Odiaba a esos tipos, te usan, te esconden, te vuelves su secreto y luego te tiran como si nada luego de reafirmar su "heterosexualidad" nunca me había pasado a mí, pero Hyunjin había sido ese tipo cuando empezó a salir con Seungmin, claro que luego Hyunjin se dio cuenta de que en realidad lo quería y tuvo que pedirle perdón hasta de rodillas para llegar a donde están ahora.

Pero la mayoría de las historias no terminan así, y yo no me iba a arriesgar.

Corrí aún más rápido para despejar mis pensamientos, sin mirar a nadie.
En cuanto acabó la clase fuimos a las duchas, en donde otra vez traté de mantener la mantener la mayor distancia posible entre Minho y yo.

Hasta Woojin se sorprendió de lo rápido que me duché, pues siempre era el que más tardaba, decidí que era mejor esperarlo en el salón, así que me dirigí hasta allí y me puse los audífonos esperando a que comenzará la clase.

No sabía cuánto tiempo había pasado hasta que sentí un peso en mi hombro, levanté la cabeza y vi a Woojin indicándome que el profesor había llegado. Estaba algo desanimado, no podía ocultarlo, la atracción por este chico era algo que no me había pasado antes, y eso me daba miedo.

Miedo, porque el parecía estar jugando, porque no conocía nada de él, pero el deseo me estaba matando.
No tenía ganas de llegar a la librería esa tarde, pero era mi trabajo, el trabajo que amaba, nadie podía quitarme eso.

Cuando llegué la puerta estaba entreabierta, por lo que asumí que Minho ya había llegado, lo cual confirmé porque no apareció por allí en toda la tarde.

Fue un día bastante normal, lo cual fue un descanso para mí, Sana y Mina pasaron por ahí a saludarme y me subieron el ánimo.

En el momento en que mi tortuosa semana estaba a punto de terminar, apareció el señor Lee recordándome que el domingo haríamos el inventario del mes, quería llorar de frustración, pero me obligue a recordarme que era de mis días favoritos, pues todo lo nuevo que llegaba lo leía.

El domingo me desperté de buen humor, olía excelente, lo que quería decir que no tendría que cocinar, así que baje lo más rápido posible hacía la cocina encontrándome a Jae, mi hermano mayor, terminando de hacer el desayuno y moviéndose al ritmo de la canción que salía de su teléfono.

- ¿Tienes que trabajar hoy? - cuestionó en cuanto se dio cuenta de mi presencia, mientras yo me sentaba en la mesa esperando a que me sirviera.

-Si, hoy tengo que hacer el inventario de la tienda, llegaré en la tarde, se un buen hermano y guárdame mucha comida-

-Yo siempre soy un buen hermano- puso su mejor cara de superficialidad haciéndome reír.

Me apresure con el desayuno, con suerte podría terminar mi trabajo rápido y volver a casa, sin ningún tipo de...percance.

- Chan, te estábamos esperando- la amable sonrisa del señor Lee me recibió, le sonreí de vuelta hasta que caí en cuenta de que estaba hablando en plural.

Como no había ser humano en el mundo con peor suerte que yo, por supuesto que Minho estaría allí, y por supuesto que se vería descaradamente hermoso.

Estaba sacando libros de unas cajas, con los audífonos puestos, y una pañoleta graciosamente puesta en la cabeza, era tierno, era lindo, era sencilla y devastadoramente perfecto.

Lo odio.

-Tómale una foto si quieres, así te dura más- se rio mi jefe- ya ponte a trabajar así acabamos rápido, voy a ir por las demás cajas, ve acomodando eso y poniéndolo en la lista- señaló el montón de libros que Minho seguía sacando con cara de aburrimiento total.

Me fui acercando lentamente a donde el castaño seguía sentado, al parecer hace no mucho se había levantado.

¿Como hacía para verse tan precioso sin siquiera haberse bañado?
Estaba cayendo cada vez más por él, pero me negaba a admitirlo.

Me agaché hasta quedar a su altura, por fin levantó la mirada y en cuanto me vio dio un saltito hacia atrás por la impresión, no pude evitar reír levemente.

-Hola- susurró quitándose uno de los audífonos y luego añadió con un poco de incomodidad- ¿qué haces aquí?

-Hola- respondí de la misma manera- Eh, pues trabajo aquí- el ambiente era pesado y tenso, pero era una tensión incomoda, este comportamiento me hacía preguntarme si en realidad el episodio del viernes había sucedido o lo había soñado.

- Lo sé, pero hoy es domingo-

- Es domingo de inventario- su expresión me decía que eso no respondía su duda, así que continúe explicándole- el último domingo del mes llegan nuevos libros, así que vengo, hago el inventario y acomodo todo lo nuevo para que el trabajo no se me acumule y deba hacerlo en una sola tarde-

-Entiendo, mi tío me pidió que le ayudará, tu sólo dime que tengo hacer- suspiro mirando hacia el suelo.

Le indique lo que debíamos hacer con un tono de voz completamente neutral, el pareció entender, pero no me miro en ningún momento, quizás estaba avergonzado de todo este jueguito de "ahora soy hetero, ahora no".

Empezamos a trabajar, el parecía pensativo. No debía entrometerme, pero como se estaba siendo costumbre no podía resistirme a este niño.

- ¿Te pasa algo? -pregunté casualmente obteniendo su atención – parece que algo te molesta.

-¿No?- medio preguntó, a lo que levante una ceja mirándolo interrogante, luego de unos segundo volvió a suspirar- En realidad si, quería disculparme por mi comportamiento cuando nos conocimos- estaba sorprendido, pero a la vez no, como que esperaba que en algún momento lo hiciera, como que mi cabeza medio esperaba alguna señal de que fuera una buena persona-  no debí actuar así, no quiero decir que no era verdad lo que dije, pero no era el modo, no, no era lo que quería decir pero si, ósea si pero...-

-Está bien, lo entiendo- en realidad no lo entendía, pero quería que parará con eso del sí pero no, pero no pero sí- estas completamente disculpado- sonreí y él me devolvió la sonrisa, quería gritar de lo lindo que era.

-Gracias-

-De todas formas, también te debo una disculpa, tenías razón, no puedo andar por la vida coqueteando con extraños, aunque tu reacción no fue la adecuada- asintió comprendiendo- de todas formas, no te preocupes, no lo volveré hacer-

El medio sonrió y fingí no haber notado que su sonrisa parecía un poco falsa.

Waste it on me (Minchan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora