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Minho

Desperté con los ojos un poco hinchados, lo cual me recordó lo que había pasado la noche anterior.

Me pasé las manos por el cabello con frustración, me sentía roto, pero ¿qué puedo hacer? Debería hablar de esto con alguien, contarle a alguien y quitarme este peso de encima, buscar una solución.

Me levanté con desgano, metiéndome al baño para lavarme la cara un poco y reducir la hinchazón. Un jadeo salió de mis labios al ver mi reflejo, la noche anterior los besos de Chan en mi cuello se sentían como seda, pero al parecer había usado más fuerza de lo que creía, pues dos grandes marcas moradas estaban sobre este.

Una vez bañado y con los chupones cubiertos por un cuello de tortuga, agradeciendo que el clima estaba bastante frío; me dirigí al comedor, pasando por la sala, no había ni rastros de Chan.

No me sorprendí al notar que me estuvo evitando durante todo el día también, ni siquiera me miraba, no del tipo "miro hacia otro lado cuando miras hacía mi" él realmente no miró en mi dirección ni una vez en todo el día, ni por error.

Por supuesto que lo había lastimado, pero necesito resolver mis asuntos internos antes, mi cabeza es un lío en este momento, debería ver a un psicólogo, durante mi adolescencia todo lo que pasó con mi padre dejó secuelas en mí, que no había notado hasta Chan, por una parte se lo agradezco, pero desearía que las cosas hubieran sido diferentes.

Si pudiera incluso volvería a buscar a mi padre, a enfrentarlo y ayudarlo, ahora entiendo muchas cosas, la depresión en la que estaba sumido, y a pesar de que era un niño me siento culpable de no haber hecho nada en todos esos años sabiendo que algo iba mal. Pero estoy demasiado asustado, no quiero saber que pudo haber pasado con él, yo también lo abandoné...

Sacudí mi cabeza con fuerza para alejar las lágrimas, toda la situación ha hecho que últimamente piense mucho en él.

Al llegar a la librería me encontré un auto conocido estacionado frente a esta, mi corazón empezó a latir más rápido.

Usé mis llaves para abrir la puerta porque al parecer Chan no había llegado y me dirigí hacía el apartamento.

Mientras me acercaba hacía la puerta escuche un par de voces, mi tío y...no, no puede ser.

- ¿Mingi? ¡Mingi! - reconocería la voz de mi mejor amigo donde sea, me lancé hacía él apenas logre divisarlo de pie junto a la isla de la cocina.

-Minho- murmuró sobre mi cabello, no pude evitar que algunas lágrimas salieran, fue mi apoyo durante tantos años, y luego de unos meses sin vernos, abrazarlo seguía siendo como anestesia para mí.

Estaba tan ensimismado en el momento que no me percaté de la presencia de dos personas más, hasta que una de ellas se aclaró la garganta.

Me apreté aún más hacía Mingi para evitar caer, las lágrimas se detuvieron abruptamente, mi cuerpo temblando involuntariamente.

El pensar sobre esto últimamente no me preparaba para tener que enfrentarlo, no estaba listo, nunca lo estaría, pero otra vez, no tenía opción.

-Está bien, cálmate, está bien, estás conmigo, estas seguro- el fuerte agarre de mi amigo era lo único a lo que podía aferrarme, confusión, miedo, alarma, terror, todo en un torbellino abrumador y amargo.

-Hijo- sus ojos me miraban suplicantes, los míos seguramente llenos de terror- por favor escúchame.

- ¿qué hace aquí? - miré hacia mi tío, quien observaba todo desde la sala, sentado junto al sillón donde hasta hace unos segundos mi padre había estado sentado.

-Quiero hablar contigo, no, necesito hablar contigo- dijo acercándose un poco hacia mí, inconscientemente me moví más lejos sin soltar a Mingi, una mirada dolida cruzo sus ojos- sí que te he lastimado.

- ¿Lastimarme? - murmuré con la voz entrecortada, pero sacando la rabia que había acumulado por tanto tiempo- tengo problemas para crear lazos afectivos por tu culpa, durante años me trataste como si no existiera después de que mamá se fue, y me culpaste por eso-

A pesar de haberme sentido culpable momentos antes, la rabia y el dolor que sentía opacaban todo lo demás.

-Hijo, por favor, escúchame, sé que no lo merezco, pero solo escúchame, y luego si decides no querer volver a verme, no lo harás, por favor, Minnie, por favor- estaba a punto de largarme, pero había tanto arrepentimiento en sus ojos, tan iguales a los míos, que termine por bajar un poco mis defensas, me separé de Mingi por fin, tomando su mano instantáneamente y me dirigí a sentarme junto a mi tío, quién permanecía callado pero tenso.

En la mirada de mi padre se debatía el cuál sería su próximo movimiento, para al final sentarse donde estaba cuando llegué.

- Cuando te fuiste-

-Cuando me echaste de casa- corregí y mi padre tuvo la decencia de al menos verse culpable.

-Cuando eso ocurrió-continúo suspirando- entré en una depresión aún más fuerte que en la que estaba, a pesar del terrible padre que fui por años, y de que prácticamente te ignoraba, tú eras mi polo a tierra, Minho, lo único que me mantenía un poco cuerdo.

>>Fue en una de mis peores noches en donde casi muero, estaba tan ebrio que ni siquiera podía mantenerme de pie, me atropello un auto- mi boca se abrió ligeramente, otra vez la culpa por haberlo dejado sólo se instalaba en mi pecho- mientras iba en la ambulancia hacía el hospital, tú eras mi único pensamiento, no el adolescente al que casi ni veía, sino el niño al que debí darle más, el futuro hombre en el que te convertirías, y todos los problemas tendrías que enfrentar por mi culpa.

Mi padre se levantó de su asiento y se acercó con cuidado hacia mí, al ver que no me moví, más por expectativa que por cualquier otra cosa, cayo de rodillas, tomando mi mano libre.

-Minnie, busque ayuda, fui a terapias, te juro que soy un hombre nuevo, si, no ha sido fácil, pasaron meses, las sesiones me hicieron entender demasiadas cosas, estaba enfermo, mi cerebro estaba trastornado, pero he luchado, por mí, por ti, para ser el padre que siempre has merecido- ambos estábamos llorando ahora, quería creerle, la ilusión del hogar que nunca tuve, el niño dentro de mí quería confiar en ese hombre, con toda el alma.

- ¿Que se supone que haga? - pregunté con la voz rota- ¿Quieres que simplemente olvide todo? ¿Que haga como si no hubiera pasado nada? quiero creerte, pero no puedo, esto me supera.

-Hijo, mírame, no espero que hagas nada, solo dame una oportunidad, de demostrarte quién soy ahora, de mostrarte cuán fuerte me ha vuelto el amor por ti, sé que llevara tiempo, pero quiero que asistamos a terapia, juntos, no hay forma de curar todas las heridas que te cause, pero podemos intentarlo, te miro, y veo lo destrozado que estás, el dolor en tus ojos, ahora lo veo claramente, mi niño, no puedo permitir que sigas viviendo así, estaba cegado por el dolor, pero hijo, mi hijo, podemos intentarlo, si tu así lo quieres- su voz suplicante, su mirada, enterré mi cabeza entre mis manos llorando amargamente, escuchando los sollozos de mi padre.

Lo intentaría, claro que lo haría, probablemente estaba siendo un iluso, pero el niño en mí, el niño que aún creía y confiaba en la gente me impulsaba a creer una vez más, ya estaba roto ¿que podría pasar?

Justo antes de llegar estaba pensando en él, todo era tan irreal, temía que fuera un sueño, y entonces me di cuenta de que quería intentarlo.
Y si pensaba en los pros que podría traer esto... llevaba días pensando en buscar ayuda, no más miedos, no más inseguridad ¿sería posible?

Este iba a ser el final pero me salió super largo y pues ni así alcance😪

Nos leemos en el siguiente capítulo, lamento que no haya tenido mucho minchan pero era necesario.

Gracias por votar y comentar♡

Waste it on me (Minchan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora