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La noche había caído sin que nos diéramos cuenta, el tiempo pasaba lento, el cielo pasó de ser gris oscuro a completamente negro, la lluvia resonaba por la tienda, podía ver las calles medio inundadas mientras cerraba las persianas.

- ¿Que quieren de cenar? - la pregunta del señor Lee interrumpió el incómodo silencio que se había instalado desde que entramos al apartamento.

-Lo que sea- dijimos Minho y yo al mismo tiempo, nos miramos y reímos juntos, el ambiente volviéndose cálido en solo un instante, yo culpaba a su sonrisa y sus hermosos ojos café.

Después de cenar me ofrecí a lavar los platos, el señor Lee, me dejó sin pensarlo dos veces y Minho tampoco se opuso, simplemente se dirigió al sofá a jugar con su celular, todo un caballero, dejándome todo a mí todo el trabajo.

- ¿Qué haces? - pregunté una vez hube terminado, sentándome junto a él.

-Haciéndote compañía- murmuró con gracia sin siquiera mirarme.

-No eres muy buena compañía ¿lo sabes? -

-Oye, algo es algo, deberías estar agradecido- afirmó observando mi dedo, que hundí en su mejilla y él trato de morder.

El único ruido era el de la lluvia y nuestras respiraciones, a través de la ventana las gotas bajaban melancólicamente.

Las luces se apagaron de repente, solté un fuerte suspiro. Ya se me hacía raro que no sucediera.

- ¿Qué pasa? - la voz de Minho era lo único en lo que podía concentrarme en la penumbra- ¿te da miedo la oscuridad?

-Claro que no- reí ante la evidente burla en su voz- ¿y a ti? -

-Tampoco- respondió esta vez más serio- estoy acostumbrado.

Me sobresalte un poco al sentir un peso en mi hombro, no había sentido al castaño moverse de su sitio.

-Min, tengo miedo, cántame algo- murmuré acariciando su cabello. Era relajante, la paz que sentía no podía describir la sensación de estar así con él.

-Dijiste que no le temes a la oscuridad- susurro de vuelta.

-Digo muchas cosas, ahora cállate y cántame o empezaré a llorar- argumente pasando un brazo por su cintura, sin dobles intenciones, sólo con ganas de tenerlo lo más cerca de mí, sintiendo la calidez que desprendía.

-Bebé- aunque lo dijo en tono molesto y en forma de insulto, mi corazón revoloteo un poco ante el pensamiento de que me estuviera llamando de esa forma.

Ni siquiera tuve tiempo de recuperarme, pues empezó a entonar una canción que conocía muy bien, se enderezo un poco, quitando la cabeza de mi hombro, pero aún abrazado a mí.

Drunk on you, dru-drunk on you, you amaze me, you-you-you amaze me, so like that you can become me, and I can become you, even if you aren't in front of my eyes, I find you by your scent.

Su hermosa voz, el sonido de la lluvia, la oscuridad que nos envolvía, la forma en que cada letra, cada palabra de la canción me estaba quemando por dentro.

¿Estoy enamorado de Minho?

Mis pensamientos fueron interrumpidos al darme cuenta de que el castaño había dejado de cantar.

Estaba a punto de preguntarle si pasaba algo, pero su mano sobre la mía me detuvo, no podía verlo, pero sentía cómo lentamente se giraba hacía mí, y poco a poco su mano subía por mi brazo, hasta que su palma estaba contra mi mejilla, lo dejé hacerlo, intrigado por saber que haría.

Lo tuve claro en el momento en sentí su aliento cada vez más cerca de mis labios, y luego de unos instantes, su cálida boca sobre la mía.

Besarlo se sentía como el paraíso, no era la forma en que lo hacía, ni él ni yo parecíamos ser muy expertos, pero fue entonces que me di cuenta, no era el lugar, no era el cómo, se sentía tan bien porque era él, y ahora lo sabía.

No podía estar más enamorado de Lee Minho.

Nos separamos por falta de aire, pero el deseo de tocarlo era más, besé lo que parecían ser sus mejillas con ternura, delineando con mis manos su nariz para darle un besito en esta también, lo que lo hizo suspirar contento.

Seguí delineando el contorno de su cara, su cuello y hombros, acercándome más, repartiendo besos por su cuello, suaves, tratando de transmitirle lo que este nuevo sentimiento me hacía sentir por él. Me detuve, sus suaves jadeos se habían vuelto sollozos.

Tomé su cara entre mis manos, sintiendo la humedad de sus lágrimas, no podía verlo, ni él a mí, pero eso no cambiaba que mi expresión estuviera llena de preocupación.

-Min ¿qué pasa? -

-Esto está mal, esto está muy mal- respondió sollozando un poco más fuerte.

- ¿Qué está mal? ¿Por qué crees que está mal? - pregunté abrazándolo un poco, temiendo que se alejara, afortunadamente no lo hizo.

-Chan, Channie, si esto está mal ¿por qué se siente tan bien? ¿por qué se siente tan correcto cuando estoy contigo? - preguntó con una voz entrecortada que me partió el corazón.

-Háblame Min ¿por qué está mal? ¿quién dijo eso? - pregunté buscando a tiendas una de sus manos, tomándola entre las mías al conseguirlo.

-Yo...creo que hay algo mal conmigo, Chan, yo, mi mamá nos abandonó a mi papá y a mí cuando tenía doce años, desde ese momento mi papá se volvió totalmente diferente conmigo, no me hablaba casi, no se preocupaba por lo que me pasara, sólo me daba dinero si le pedía, eso era todo- empezó a narrar, respirando profundamente para tratar de hablar- fue una época muy difícil, tenía muchas preguntas y dudas sobre mí, pero a nadie a quién preguntarle, sólo sabía lo que me enseñaban en el colegio, lo cual no era mucho respecto a temas que le pasan a los adolescentes y todo eso.

>Así que cuando sentí atracción por alguien, la primera vez, ni siquiera me molesté en pensar mucho sobre ello ¿que importaba si era hombre o mujer? Veía parejas tanto heterosexuales como homosexuales a diario por la calle, en casa no teníamos internet, ni televisor, no sabía que las parejas del mismo sexo estaban mal vistas por parte de la sociedad.

El día de mi cumpleaños, un chico me invitó a salir, y me besó frente a la escuela, cuando llegué a casa, mi papá estaba arrojando mis cosas de un lado a otro. Cuando me vio, empezó a gritarme que era una vergüenza, un enfermo, que mi mamá debió haberlo sabido y por eso nos dejó, él nunca me había golpeado antes de eso, pero cuando trate de hablarle, me dio una cachetada y, así mismo, sin dudarlo, me echó a la calle. Había visto el beso-

Las lágrimas seguían resbalando por sus mejillas, las sentía al caer en el espacio donde estaban su mano en la mía, pero por lo menos su voz sonaba menos temblorosa.

- Todo este tiempo, sus palabras se clavaron en mí, haciéndome sentir culpable y sucio, pero cuando te conocí, empecé a sentir cosas que nunca había sentido, y me dio miedo, aún me da miedo, estoy aterrado, y me encantaría tener algo contigo, pero una parte de mí nunca dejará de sentirse culpable, por más correcto que se sienta estar contigo, creo que debería buscar ayuda, esto podría ser un tipo de trauma, no lo sé, sólo quiero no sentirme así más- terminó suspirando.

Lo abracé más fuerte, sin saber que decir, era mucho por procesar, estaba a punto de decirle lo que sentía, que lo ayudaría, que íbamos a buscar ayuda e iba a sanarlo, pero su voz me detuvo.

-Lo bueno es que lo más probable es que esto sea sólo algo físico, lo superaremos, gracias, gracias por escuchar- terminó, encendiendo la linterna de su celular, alejándose de mí hacía su cuarto.

-Pero, yo...yo te quiero- susurré, sabiendo que ya no podía escucharme.

El siguiente capítulo será el final, gracias a los que siguen aquí a pesar de que yo sea tan lenta para actualizar y no sea tan buena escritora, sólo quiero compartirles mi amor por este ship💜



Waste it on me (Minchan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora