MALENTENDIDO

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—Esto es muy bueno. —Jimin tomó más sopa con su cuchara y la llevó a su boca.

Taehyung lo miraba con una suave sonrisa tirando de la comisura de sus labios.

Su pareja era completamente impactante. Tal vez las cosas no hayan terminado de la forma en que esperaba, pero no cambiaría ni un segundo. —Es mi favorita. La cocinera solía hacerla todo el tiempo cuando era más joven, y la convencí que un día me enseñara.

—¿Qué es exactamente?

Taehyung encogió los hombros. —Ella solo la llamaba sopa de hamburguesa. —Esperó a que Jimin diera otra probada—. Así que, ¿qué piensas de tu primera mamada?

Caldo salió expulsado de su boca, y el rostro de Jimin se puso de un rojo brillante mientras comenzaba a toser. Taehyung probablemente debería sentirse culpable por eso, pero realmente no pudo evitarlo. Tomando una servilleta de la encimera, la puso en la mano de su amante y se rio.

—Eres un demonio. —Jimin jadeó cuando logró dejar de ahogarse—. ¿Y te refieres a la mamada que sólo duro cuatro segundos?

—No hagas eso. —No dejaría que las inseguridades de Jimin mancharan el recuerdo de una de las más gratificantes experiencias sexuales que había tenido. Tomando la cara del cambiaforma con ambas manos, hizo que Jimin lo mirara a los ojos—. Todos comienzan de una manera torpe. No hay razón por la que estar avergonzado.

—Sólo espero poder durar más tiempo. —Jimin hizo puchero.

Besó al hombre brevemente y se apartó, acunando aún sus mejillas. —Lo harás. —No pudo resistir inclinarse para probar una vez más el sabor de los labios de Jimin—. Aunque no vas a escuchar que me queje si te toma un tiempo construir tu resistencia. Eres la cosa más hermosa que he visto cuando se corre.

El rostro de Jimin irradiaba calor, mientras sus mejillas se ponían rosas otra vez. —¿No estabas decepcionado?

—Estás bromeando, ¿cierto? Te diste cuenta que no duré mucho una vez que pusiste esa muy talentosa boca en mí, ¿no? —Solo el recuerdo de esos suaves labios enrollados alrededor de su pene era suficiente para hacerlo temblar con un renovado deseo—. Eres perfecto, asteri mou.

Jimin sonrió tímidamente y agachó la cabeza. —Gracias. —Sus párpados se cerraron, y frotó su mejilla contra la palma de Taehyung hasta su muñeca—. ¿Por qué me llamaste así?

—Cuando estás perdido y necesitas encontrar tu camino de vuelta a casa, miras al cielo y sigues la estrella del norte. Eso es lo que eres, Chim. Tú eres mi estrella guiándome a casa. —Había pasado tanto tiempo desde que se sentía tan en paz y contento, como si hubiera perdido el camino y finalmente estaba justo donde pertenecía.

No importaba que solo conociera a la pantera durante pocas semanas. Sabía lo que sentía. Cuando era niño, antes de la muerte de su madre, ella le contó los más elaborados y entrelazados cuentos de aventuras llenos de castillos, dragones y peleas de espadas. Al final de cada historia, el príncipe siempre rescataba a la princesa, y desde el primer beso él sabía que ella era su único y verdadero amor.

Jimin no era una princesa o una damisela en peligro, pero era el destino de Taehyung. Llámenlo magia. Llámenlo destino. Cualquiera sea la etiqueta que la gente quisiera ponerle, no le importaba. Todo lo que sabía y todo lo que importaba era qué era lo que significaba para él. Sentía la verdad justo en lo más profundo de su alma.

Abriendo sus ojos. Jimin lo miró por un largo rato, antes de que finalmente hablara. —Eso es lo más dulce que alguien me ha dicho. —Una sola lágrima se derramó y recorrió su mejilla—. Desearía que pudiera haber sido suficiente.

DISEÑOS -VMIN-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora