RECLAMANDO

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Una ruidosa conmoción sonó afuera de la puerta del baño, haciendo que Taehyung quitara su atención del hombre que actualmente estaba esparciendo sus galletas por todo el piso —y en sus botas de seiscientos dólares. Aunque eso no le preocupaba. Las botas se limpiarían, o podían ser remplazadas.

—¡Déjanos entrar!

—¡Nuestro amigo está ahí adentro!

—¿Está bien Chim?

—¡Muévete!

—¿Los conoces? —preguntó Taehyung al hombre más pequeño una vez que éste terminó de vomitar.

—Si. —Su voz era ronca y menuda, su cuerpo temblaba violentamente mientras trataba de ponerse otra vez los pantalones a través de sus largas y delgadas piernas—. Aunque no quiero que me vean así. —Miró hacia las botas de Taehyung y parpadeó—. Realmente lamento eso. Puedo remplazarlas o te daré un cheque por el costo.

Se giró hacia un lado y miró como si intentara ponerse de pie, pero sus temblorosos músculos no le daban la fuerza suficiente. Taehyung lo vio muy débil e indefenso ante su protección, pero también invocaba una fría furia dentro de él que clamaba por la sangre de aquellos que lo atacaron.

Empujando a sus pies, tomó al hombre por la cintura para que no se cayera y mantuviera el equilibrio. Retrocediendo rápidamente, lamió sus encías, animando a sus colmillos a retroceder, pero cada inhalación traía otra bocanada de la gloriosa e intoxicante esencia de este extraño, la cual hacia que su cabeza diera vueltas y que su pene doliera.

Menos que noble de su parte, considerando la condición del hombre, pero no pasaba todos los días que visitara su club solo para encontrar a su compañero siendo asaltado en el baño.

—Deberíamos llamar a la policía. —Su cabeza estaba torcida, su oscuro y ondulado cabello le caía de frente para esconder su rostro de la vista mientras intentaba ponerse los pantalones en el lugar correcto. No había esperanzas para su camisa, desafortunadamente. La suave, y verde tela era un poco más que tiras de trapos en el suelo del baño.

Taehyung miró a los hombres inconscientes esparcidos en el cuarto y gruñó. Pagarían muchísimo el ataque a su pareja, pero no había necesidad de llamar a la policía humana. —Me encargaré de eso.

Regresando su atención a búsquedas más placenteras, permitió que su mirada recorriera la suave y bronceada piel de la espalda de su compañero. Su boca salivó mientras seguía la forma de la columna, recorriendo los flexibles músculos hasta donde terminaban en la angosta cadera. Los profundos moretones y largos rasguños que dañaban la piel que sin ellos estaría perfecta, hacían hervir su sangre y su labio superior se curvó una vez más sobre sus dientes.

Quitándose la camisa, caminó hacia el frente, sosteniéndola para que su pareja la tomara. —Tengo otra en mi oficina, por favor toma esta. —Mientras el gesto era ofrecido con amabilidad, tratando de ofrecer al hombre un poco de modestia al mismo tiempo que trataba de manejar lo que acababa de pasarle, Taehyung no podía negar que la idea de que su pareja usara algo cubierto de su esencia lo hacía querer ronronear en satisfacción.

Finalmente, alzando la vista, el chico miró la camisa por un largo rato antes de que finalmente la tomara. La pasó por sobre su cabeza, y Taehyung tuvo que morderse la lengua para evitar sonreír cuando la camisa cayó hasta por debajo de sus rodillas. Debía haber por lo menos 15 centímetros de diferencia entre su 1.95 y la estatura mucho más baja de su pareja.

—¿Hay algo que pueda hacer por ti? ¿Puedo traerte algo? ¿Te gustaría ver a tus amigos ahora? —Aún podía escucharlos exigir que su seguridad los dejara entrar al baño—. Solo dilo y dejaré que mis guardias los dejen pasar. —Maldición, estaba tratando, pero era un poco difícil tener una conversación cuando la otra persona involucrada no hablaba.

DISEÑOS -VMIN-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora