Jimin tragó saliva nerviosamente, y palmeó sus piernas con ambas manos. Aunque con una apariencia débil y demacrada, era obvio que el rey Kim Basil alguna vez había sido un hombre guapo. Jimin no tenía idea de qué tan viejo era y pensó que no era educado preguntarle pero el vampiro no lucía más viejo que treinta años.
—Tienes preguntas. —El rey sonrió y asintió, sus ojos amable y tranquilizadores. Aunque no eran de un púrpura deslumbrante como los de Taehyung, pero si de un profundo verde terroso. Podría ser que Taehyung tuviera el color de ojos de su madre.
Sí, tenía millones de preguntas. Pero ¿por dónde empezar? Parecía terriblemente grosero, sin mencionar lo insultante, para él discutir las leyes del rey. —Lo siento. —En su lugar terminó diciéndolo.
—¿Por qué te disculpas, Jimin?
No tenia idea que el rey sabía su nombre. Taehyung tuvo que habérselo mencionado antes de que lo conociera. ¿Exactamente, qué tanto le había divulgado a su padre? —No puedo ser lo que Taehyung necesita que sea.
—No seas absurdo. Él no te necesita para que seas algo más que tú mismo. Seguramente esa no es una hazaña imposible.
—Bueno, no. —Jimin sonrió a pesar de sus nervios—. Me preocupo por su hijo, mucho. Pero me temo que soy egoísta. Entiendo por qué necesita un consorte vampiro, pero no puedo ser eso para él.
Basil frunció el ceño y lo miró fijamente —en especulación o en desaprobación, Jimin no estaba seguro. —Tú jaguar es un regalo de la madre naturaleza, jovencito. Tiene que ser un tesoro, no ser descartado por un capricho. ¿Por qué pediría eso de ti Taehyung?
Fue Jimin quien volteó y frunció el ceño. —Él dijo que eran las leyes de su gente. Que tiene que estar emparejado para el día de su cumpleaños número cien, y que su consorte no puede ser alguien que no sea vampiro. —¿Qué demonios estaba pasando? Taehyung no le mentiría. Entonces, ¿por qué de repente sentía como si estuviera olvidando algo?
—Tengo el mayor respeto de todas la razas, no solo de los vampiros. Nunca permitiría que ese tipo de ley exista. El destino elige a nuestras parejas, Jimin. ¿Quién soy yo para interferir con el destino?
Las lágrimas salieron rápidas y calientes, pero Jimin se forzó a reprimirlas. —No lo entiendo, Taehyung no me mentiría.
—No. —Basil palmeó su hombro amablemente—. Taehyung no mentiría. Él no es así. —Su risa estaba llena de afecto—. Llegaremos al fondo de esto. De todas maneras, sigo siendo el rey.
Jimin pensó que iba a explotar con alegría. Iba a mantener a su pareja, y ninguno de los dos tendría que sacrificarse para que sucediera. —Gracias. —Se inclinó hacia adelante y besó a Basil en la mejilla. No sabía si era algo propio o permitido, pero no pudo detenerse—. Es un gran hombre, Basil.
Con suerte el rey parecía satisfecho por la atención y el cumplido. —Gracias a ti, Jimin. Sin embargo, creo que a Taehyung le queda mejor el trabajo. Estoy viejo, trescientos doce en mi último cumpleaños, y el mundo ha cambiado demasiado. Me temo que mis ideales son anticuados.
—No, señor. La compasión, el entendimiento y la aceptación nunca serán anticuados. —Mordió un poco su labio inferior, pero su curiosidad por fin sacó lo mejor de él—. ¿Es grosero preguntarle cómo se enfermó? —¿Algún día tendría que observar a Taehyung desvanecerse como su padre?—. Pensé que los vampiros son inmortales.
Basil sonrió suavemente. —Me gustas. —Su diversión se desvaneció, remplazada por un gran suspiro—. Si, somos inmortales, pero aun así somos susceptibles a lastimarnos. No me sorprende que Taehyung no te haya dicho. La culpa se lo está comiendo.
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DISEÑOS -VMIN-
FanficUn diseñador de juguetes para pervertidos y un vampiro. -Vmin -Adaptación