DISEÑOS -VMIN-

CONOCIÉNDOSE MÁS

No sabía qué tanto o qué tan lejos había caminado o siquiera a dónde iba. La necesidad de alejarse tanto como fuera posible de Creando Fantasías era lo único que hacía que siguiera moviéndose. Su corazón latía violentamente contra sus costillas, haciendo que la sangre rugiera en sus orejas.

El viento azotaba alrededor de él, pasando a través de su delgada camisa de algodón. En su apuro de poner distancia entre él y Jimin, había olvidado su abrigo, pero no importaba. Los pinchazos del viento gélido contra su expuesta piel eran dolorosos, pero no se comparaban con el dolor que sentía en su interior.

Si era honesto consigo mismo, había estado preocupado de que esto pasara. Las cosas no habían pasado de juego de manos y mamadas, pero Jimin parecía más confiado y menos tímido con él. Era una bendición y una maldición ser el primero de alguien. Atesoraba saber que Jimin había confiado en él cuando se había negado a muchos otros. Por otro lado, una vez que superara su autoconocimiento inicial, Jimin se daría cuenta de que había más variedad de calientes, duros y dispuestos hombres con los que experimentar.

Taehyung agachó la cabeza y cuadró los hombros contra el viento que venía. Era mejor que se hubiera enterado ahora antes de que se volvieran muy unidos. Era mejor que rompiera lazos antes de que perdiera su corazón con la panterita. Era mejor...

-¡No! -gruñó. No había nada mejor en todo eso. ¿Amaba a Jimin? No lo sabía, pero ya estaba lo suficientemente unido para alejarse sin dolor.

Se había encabronado cuando entró al cuarto para ver a Dorian de rodillas y el pene de Jimin colgando fuera de sus jeans. Cuando Jimin se había parado frente a su amigo, dibujando la conocida línea en la arena, Taehyung entendió muy bien de qué lado de la línea estaba él.

¿Qué pasaría si hubiera una explicación lógica? Todo lo que sabía de su pareja iba en contra de la escena en el cuarto de trabajo. Tal vez, exageró. Si era así, había salido como un amante petulante en lugar de darle a Jimin la oportunidad de explicarse.

«Bienvenido al resto de tu vida. Aparte de una posesividad que te pondrá sobre tus rodillas, siempre estarás condenado a hacer de ti un idiota. Por favor entrega tu orgullo ahora y sal por la derecha. Gracias y disfruta el emparejamiento».

Taehyung gruñó a la voz en su cabeza. Sonaba mucho como su madre. Si aún estuviera viva, ¿estaría decepcionada de su infantil comportamiento? Era más probable que lo palmeara en la frente y le dijera que moviera su trasero de regreso con su pareja -donde pertenecía.

Con la decisión tomada, dio vuelta a sus pies y comenzó a caminar de regreso a Creando Fantasías. Cruzó la calle, miró hacia arriba para revisar las señales iluminadas de la calle y gruñó. Aparentemente había caminado más rápido de lo que había notado. Había caminado al menos diez calles en el transcurso de unos pocos minutos.

Metiendo sus manos en los bolsillos para protegerlas del frío, camino con la cabeza gacha, mirando solo a la banqueta y bloqueando todo lo demás en su inquebrantable determinación de llegar con su amante. Acercándose a la próxima intersección, ni siquiera se molestó en fijarse en los carros mientras cruzaba la calle.

Un enorme cuerpo chocó contra él, haciendo que despegará los pies del suelo, por lo que aterrizó con un fuerte pop en la banqueta congelada. El sonido del claxon de un auto estalló en la noche mientras un pequeño y rojo Nissan pasaba a gran velocidad. De no haber sido por el héroe desconocido hubiera tenido una experiencia personal y cercana con el parachoques del auto.

-¿Estás loco? ¿Qué demonios, Taehyung?

-Hola, también para ti, Jarrett. ¿Has estado siguiéndome todo este tiempo?