Al lunes siguiente tenía que ir a la escuela y asistí normal, los días pasaron y Diego y yo nos volvimos más unidos, salíamos a comer juntos, entrenábamos juntos, comíamos juntos, lunes, miércoles y viernes él iba a academias de básquet y yo lo esperaba, a las 6 yo me iba a entrenar y después, a las 7, él llegaba ahí a entrenar también, las cosas se dieron naturales y no tardé mucho en darme cuenta que sí, definitivamente me gustaba, y me gustaba mucho.
Los martes y los jueves era nuestro "descanso" y los jueves definitivamente si descansábamos, no íbamos ni a entrenar ni a hacer nada más, ese día era para nosotros solamente...
Lo días que pasaba con él eran muy divertidos, la verdad, platicábamos de cosas serias así como también de cosas graciosas y cuando platicábamos, llegaba, casi siempre, un punto en el que yo instintivamente respondía con un "¡Ay cállate!" y él me respondía "Cállame" y yo simplemente me acercaba a él y me encantaba ver como se ponía nervioso al verme demasiado cerca de él y daba sutilmente unos pequeños pasos hacia atrás
Un jueves, hacía frío y nosotros estábamos sentados en las gradas del campo, en donde normalmente acostumbrábamos a estar un rato martes y jueves, a él le dio sueño y le dije que se durmiera, que yo lo cuidaba, como normalmente hacíamos, se acostó pero le dio frío, y curiosamente decidió que era buena idea acostarse en el espacio que había entre grada y grada para evitar la corriente de aire, obviamente, no se durmió inmediatamente, si no que nos pusimos a platicar todavía un momento, entre plática, como siempre, llegó un punto en el que dijo algo a lo que yo instintivamente respondí "¡Ay cállate!" y el respondió con su típico "Cállame"
-¿Seguro?- le respondí, pensando que si me decía que si, ésta vez si lo haría, igual, esta vez no tendría para donde irse, estaba acostado en el piso
-Si- respondió y yo si pensarlo me puse sobre él, sin tocarlo, me recargué en las gradas que estaban a sus costados para no apoyar mi peso sobre él y me acerqué más aún sin tocarlo
-¿Seguro?- volví a preguntar viéndolo y él cerró los ojos apretándolos
-No lo se- respondió y ésta vez me dio un poco de risa
-¿Cómo que no sabes?- pregunté, sin obtener respuesta.-No me voy a quitar de aquí hasta que me digas
-Te vas a cansar antes
-No me voy a cansar- le dije intentando convencerme más a mi misma que a él. Empezamos a hablar, en esa misma posición y, tengo que admitir que me cansé antes de que termináramos de hablar pero intenté no temblar, no moverme, no hacérselo notar para nada, al final de toda la plática, me acerqué a besarlo y, la verdad, me sentí bien, como si de alguna manera eso fuera correcto, cuando nos detuvimos yo sonreí levemente, más para mí misma que para él.
-Ya te cansaste- me dijo más como afirmación que como pregunta, y si, tenía razón, mis brazos ya estaban temblando, me quité de encima y él se levantó, no sabía exactamente si estaba feliz o no, peo su gesto era más de preocupación que de otra cosa
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Destino o casualidad
Teen FictionHay días en los que te das cuenta de cosas que siempre supiste pero nunca tuviste algo que lo comprobara, y el día que lo compruebas, a pesar de que ya lo sabías, sientes como todo se rompe, como todo se desmorona poco a poco, y que a pesar de que q...