Cerca de las grandes montañas del norte se apreciaba un majestuoso castillo, el cual era liderado por uno de los Yōkai más poderoso conocido en los alrededores, un ser despiadado que se ganaba el respeto de quienes lo conocían a base del miedo...
Castillo del Clan Taisho...
El gran Yōkai se encontraba en su despacho planeando sus movimientos a futuro cuando fue interrumpido por su pequeño sirviente — ¡Mi loooooord!
— ¿Qué es lo que sucede Jaken? —cuestionó con fastidio ante los gritos innecesarios de su sirviente
Al notar la mirada de su amo, modulo el sonido de su voz—...Naraku Asano ha llegado
—Hazlo pasar —ordeno ya más tranquilo pero con un tono de voz brusco
El hombrecillo verde salió deprisa del despacho —Señor Naraku el amo lo espera
—Gracias Jaken —entro a aquel despacho sombrío, observo al gran Yōkai mirando por la ventana —Sesshomaru es un placer verte
—Naraku toma asiento
—Me sorprendió mucho tu llamado, espero sea por el compromiso con mi hija
—No, ese tema se hablará después, por ahora tengo asuntos más importantes por resolver
—Entonces ¿Para qué me has llamado? —cuestionó con indiferencia, no podía negar que para Sesshomaru no fuera importante el matrimonio con su hija
—Como sabes, tu clan es uno de los más fuertes en mi territorio, tú hija Kagome y tú hijo Bankotsu son grandes guerreros —prosiguió tomando asiento frente al patriarca Asano
—Así es ¿Hay alguna cosa que necesites de ellos?
—Sí, deseo expandir mi territorio pero existen dos aldeas un tanto complicadas pero no imposibles y me gustaría ver si tus hijos son capaz de liberar aquella zona para mí
— ¿Cuáles son las aldeas?
—Una es la de los exterminadores, a pesar de ser humanos saben dar batalla
—Lose no será fácil pero lo haremos ¿Cuál es la otra?
—La segunda es la aldea vecina de los exterminadores la cual está protegida por dos grandes sacerdotisas y me parece que dos Hanyō's
—Esos seres inferiores —sonrió con incredulidad — ¿Crees que no podremos con ellos?
Lo miro fijamente sin ninguna expresión en particular —Naraku, no quiero que tú intervengas
— ¿Qué? —su incredulidad creció al escuchar aquellas palabras, su familia solía enfrentar las batallas juntos
—Déjalo en manos de tus hijos, se dice que uno de esos Hanyō es mujer, si tu hija logra derrotarla sin dificultad se convertirá en mi esposa sin dudarlo
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La batalla que nos unió
FanfictionEn el japón antiguo existían seres sobrenaturales con poderes y fuerza que un humano no poseía. Los demonios conocidos como Yōkai eran poderosos e inmortales por ello actuaban con arrogancia y supremacía ante los mortales, pero no eran los uniros s...