Por la mañana Tsukiyomi se encontraba cuidando a Shiori cuando esta despertó — ¿Dónde está mi hermano? —pregunto la niña preocupada
—Tranquila está entrenando, me pidió cuidarte
—Gracias Tsukiyomi me duele un poco el estomago
—Toma —le dio un poco de té —Bebe esto, iré a buscar algunas yerbas medicinales para que tomes y te sientas mejor
Mientras ella salió en busca de las yerbas necesarias Hiten e Inuyasha peleaban como entrenamiento, mientras que Rin y Kikyo los observaban con atención, Sango por su parte le enseñaba nuevas técnicas de ataque a su pequeño hermano Kohaku con ayuda del monje Miroku.
Tsukiyomi camino por el bosque sin percatarse que alguien la observaba sigilosamente, de repente sintió como una ráfaga de cuchillas le cortaban el cuerpo sin piedad, era el ataque de las espada serpiente de Jakotsu, intento formar su campo de energía pero le fue inútil su cuerpo no resistió más.
El aire se llenó del olor de la sangre perteneciente a la sacerdotisa, Rin reconoció ese aroma inmediatamente y corrió en dirección de dónde provenía sin decir una palabra, Hiten e Inuyasha que se dieron cuenta también a quien pertenecía la siguieron, mientras que Kikyo, Sango, Miroku y Kohaku no comprendían aun así decidieron acompañarlos para saber que pasaba.
Rin llego y vio el cuerpo inerte de su madre sobre la hierba, sintió como el corazón de ella se deshacía —¡¡¡Madreeeeeeeeeeeee!!! —Se sentó a lado de ella
—Mi... pe...que...ña —su último aliento se terminaba
—Por favor mamá resiste... te... te vamos a curar
—No hija... es hora de que me vaya pero por favor prométeme que te cuidarás... no permitas que te quiten la vida a ti, mereces vivir y ser feliz... Te amo... mi niña —al decir aquellas palabras Tsukiyomi perdió la vida completamente.
—¡¡¡Nooooooooooooooo!!! Maldita sea ¿Por qué? —una penetrante luz emano del cuerpo de Tsukiyomi y entro en Rin, aquello era la fuerza espiritual de la sacerdotisa con la cual podía crear campos de energía otorgándole ese poder a su hija —Mamáaaa —no pudo evitar llorar por la gran pérdida
Los chicos observaban la escena devastados todos apreciaban a la sacerdotisa que ahora estaba muerta, Hiten e Inuyasha se acercaron a Rin intentando consolarla
Rin podía sentir un olor particular que ella conocía en aquel lugar —Todo estará bien —Inuyasha la abrazo pero ella no correspondió
Hiten añadió—Puedes sentir ese olor ¿Cierto?
—Se quien fue y lo pagarán con su vida —su rostro cambio por uno lleno de odio, sus ojos se tornaron de un color violeta nuevamente, y una energía maligna pero potente emanaba de ella. Levanto el cuerpo de su madre y comenzó a caminar a la aldea, nadie decía nada. Hiten regreso para vigilar a Bankotsu ya que era posible que con él ataque desearan aprovechar y liberarlo
Al darle una digna sepultura a su madre Rin se vistió con su traje de combate, su rostro no cambiaba tenía una mirada fija y perdida, se dirigió hacia donde tenían a Bankotsu como rehén.
— ¿Qué es lo que harás Rin? —pregunto Kikyo angustiada
—Me cobraré vida por vida—respondió con un tono de voz glacial
—No lo hagas por favor, eres mejor que ellos
—No soy mejor que nadie, y ahora no me importa solo deseo que alguien pague por la muerte de mi madre
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La batalla que nos unió
FanficEn el japón antiguo existían seres sobrenaturales con poderes y fuerza que un humano no poseía. Los demonios conocidos como Yōkai eran poderosos e inmortales por ello actuaban con arrogancia y supremacía ante los mortales, pero no eran los uniros s...