Tsukiyomi observaba el cielo estrellado de esa noche, mientras recordaba a su amado esposo y pedía por la seguridad de su hija Querido Hoshiyomi te pido que cuides a nuestra pequeña, Rin es fuerte pero sé muy bien que aquel demonio llamado Sesshomaru es despiadado con sus enemigos, no quiero que le haga daño a mi niña
Rin llego por detrás al lugar donde su madre se encontraba —Madre ¿Todo bien?
—Si mi pequeña
—No debes preocuparte, te prometo que no me pasará nada
—Sé que eres fuerte
—Sí, cada día manejo mejor la espada que mi padre me heredo
—siempre supo que tú serías la indicada para usarla
—Es sumamente poderosa y sé que podré manejarla
—Si yo también lose, pero es hora de descansar cariño vamos a dentro —las dos mujeres ingresaron a su casa dispuestas a dormir.
Por la madrugada todo era tranquilidad, cuando Rin logró escuchar los pasos de alguien, se incorporó y vio a Inuyasha frente a ella quien sostenía a su hermana en brazos —Inu ¿Qué haces aquí?
—Shhhh! Ya vienen
— ¿Quiénes?
Sin responder la pregunta de Rin se dirigió a Tsukiyomi—Protege a Shiori por favor —La sacerdotisa asintió sin decir palabra
Rin no espero una explicación simplemente se vistió y tomo su espada, al salir se percató que Kikyo, Sango Kohaku y Miroku estaban listos para el ataque, ella tomó posición en medio de todos ellos, en ese momento pudo divisar algunas figuras humanas frente a ellos
— ¿Qué demonios quieren aquí? —Cuestiono Inuyasha
— ¡Vaya! Así que tú eres él mitad bestia que protege esta aldea— comento entre burlas Bankotsu
—Te arrepentirás maldito—Inuyasha estaba por atacar, cuando Rin lo detuvo —Será mejor que se marchen
—Y si no ¿Qué? —reto Kagome
—Si no lo hacen por las buenas será por las malas
Sara, Abby y Kagome comenzaron a burlarse una simple Hanyō las estaba retando
—En cuanto acabe contigo me casare con el Lord Sesshomaru, así que prepárate para morir
—Si así lo quieren —Rin desenfundo a Sakabatō, Inuyasha por su parte desenvaino a colmillo de acero, los exterminadores sacaron sus armas para pelear y las sacerdotisas preparaban sus flechas por si fuese necesario.
Los Yōkai no pudieron ocultar su asombro al ver tan poderosas espadas en mano de seres insignificantes como lo eran Inuyasha y Rin.
Ambos bandos estaban listos para pelear, cuando Bankotsu se lanzó sobre Inuyasha el cual no se dejó y en cuestión de segundos se escuchaba el choque de espadas.
Kagome lanzó su látigo lleno de veneno pero Rin fue más rápida y regreso el ataque con su gran espada, Sango y Kohaku por su parte pelearon contra Jura y su poderosa telaraña de cabello, Miroku se enfrentó a Suikotsu mientras que Kikyo peleaba en contra de Abby y sus peligrosas aves de fuego con las que intentaba atacar la aldea, mientras que Tsukiyomi protegía a los aldeanos y a Shiori con su campo de energía
A pesar de ser fuertes demonios con poderes extraordinarios no pudieron salir victoriosos, inclusive creyeron mejor retirarse o perderían la vida si continuaban en esa pelea, Kagome estaba muy débil, los poderes de Rin eran sumamente fuertes y estaba acostumbrada a pelear, Kagome por su parte se confiaba en ser una demonio pura lo cual fue pésima idea porque Rin le dio una terrible paliza.
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La batalla que nos unió
FanfictionEn el japón antiguo existían seres sobrenaturales con poderes y fuerza que un humano no poseía. Los demonios conocidos como Yōkai eran poderosos e inmortales por ello actuaban con arrogancia y supremacía ante los mortales, pero no eran los uniros s...