Renkotsu utilizo un gran cañón para destruir gran parte del castillo mientras que Jakotsu hirió a la Yōkai evitando la transformación en perro demonio, al momento la sujetaron para que no escapará, mientras que los demonios que los acompañaban peleaban con los sirvientes para que estos no le ayudarán.
Rin caminaba por los alrededores cuando escucho un gran estruendo giro su vista hacia el castillo y notó que estaba siendo atacado, por instinto corrió para ver si podía ayudar, cuando se poso en el techo del gran palacio observo que Irasue era sometida por Jakotsu y Renkotsu aquellos que en algún tiempo fueron súbditos de ella y su hijo.
—Porque hacen esto, Sesshomaru los aniquilara—Gritaba Irasue molesta pues no la dejaban transformarse
—Lo lamento su majestad pero no servimos más para el Lord Sesshomaru y ahora pagará nuestro destierro con su vida
No se percataron de la presencia de Rin pero al verla frente a ellos quedaron helados —Suéltenla ahora!
—No te metas bestia —Grito Renkotsu
No dio más oportunidad, cuando se abalanzo en contra de ellos solo se apreciaba el choque de espadas entre ella y Jakotsu mientras que Renkotsu sujetaba a Irasue.
—Vamos Jakotsu acabala ya!
—No molestes en eso estoy
Rin creyó que era momento de finalizar aquella batalla así que utilizo el ataque de corte invertido, la técnica poderosa con la cual contaba su gran espada Sakabatō y que además ya controlaba mejor
Jakotsu fue lanzado con tal fuerza y grandes heridas fueron provocadas por el ataque de la Hanyō
—Noooo!! Jakotsu estas bien —Renkotsu corrió a ayudar a su hermano dejando libre a Irasue
—No sobreviviré a eso... Renkotsu huye
—No te dejaré solo
Rin no le dio oportunidad y lo levanto sujetándolo por el hombro y lo golpeo en la cara, él intento defenderse atacando a Rin con su fuego
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La batalla que nos unió
FanficEn el japón antiguo existían seres sobrenaturales con poderes y fuerza que un humano no poseía. Los demonios conocidos como Yōkai eran poderosos e inmortales por ello actuaban con arrogancia y supremacía ante los mortales, pero no eran los uniros s...