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El celular de Dazai empieza a sonar. Cubre con la cobija su rostro e intenta conciliar el sueño nuevamente, lamentablemente quien sea que esté llamando no planea dejarle descansar más tiempo.
Aún adormilado acepta la llamada y pone el celular junto a su oído. Escucha alguien junto a él se queja, pero no le interesa.

ー Al fín contestas, imbécil.

ー¿Chūya?

ーNo,tu abuelitaー pronuncia con sarcasmo y Dazai sonríe.

ー Abuelita, al fin aprendes a usar el celular. ¿Por qué me levantas tan temprano? ¿Necesitas ayuda con algo o es de esas llamadas rutinarias?

ー Deja de jugar, idiota. Son las once de la mañana y necesito hablar contigo.

ー¿Pasó algo? ー pregunta esta vez despavilandose por completo y con un deje de preocupación.

ー Nada, pero de verdad necesitamos hablar.

ーA las 12 en el café que está cerca del departamento.

ー¿Ese donde ponen carteles diferentes diario?

ー Ese. Nos vemos en un rato. Besos abuela.
ー antes de que Chūya pueda replicar termina la llamada y ríe. Estira los brazos y luego se sienta mirando al rededor para encontrar su ropa.

ー¿Quién era? ー pregunta la chica mientras le abraza por la espalda y Dazai hace una mueca. Odia que le hagan preguntas.

ーMi abuela. Tengo que irme,Clarissa.

ー Soy Melissa.

ー Eso dije.

Sin más que decir se levanta, dejando a la chica en la cama. Recoge su ropa y entra al baño para tomar una ducha. Sabe dentro del baño habrá toallas, después de todo, la mitad de la semana duerme en ese hotel con alguna chica. La rutina siempre es la misma: sexo, dormir, Chūya despertándole, ducharse, pagar la habitación y los gastos para luego irse a su departamento o trabajo. Por las tardes juega algo de básquetbol, ajedrez o pasa la tarde en compañía de Chūya.

Al salir, Clarissa que no es Clarissa, sigue en la cama, esperándole. Él se sienta en la orilla para colocar sus zapatos.

ー Estaba pensando... Podríamos vernos por la tarde.

ー Lo siento, no.

ー¿Mañana?

ー Próxima semana. No veo a la misma chica dos días en la misma semana. ー aclara mientras acomoda su cabello.

ー Si lo dices así, pareciera que no te importo ー reclama cruzando los brazos e intentando hacer un puchero que a Osamu le parece molesto.

Solo la observa y luego le sonríe, de forma inocente, sin decir una palabra. La chica le mira incrédula y al ver no contestará verbalmente se levanta molesta y se encierra en el baño, dando un portazo al cerrar.

ーLo dije anoche, Clarissa, solo sexo.

ー¡Soy Melissa!  ー replica aún más molesta, pero a Dazai no le interesa, ya está saliendo de la habitación.

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ー ¿Llegaste antes que yo? ー pregunta Chūya con genuina sorpresa ーUn milagro ha ocurrido.

ー Si llegaba después ibas a castrarme.

ー No seas exagerado, yo sería incapaz.ー Dazai le mira con incredulidad, levantando una ceja. ー Bueno, sería incapaz de castrarte, pero no sería culpa mía alguna chica conozca nuestra dirección.

Quiero robarme al novioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora