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Dazai se ha esforzado en que todo salga bien. Para él, por supuesto.

Primero que nada, no ha levado a Chuuya a ningún bar ni le ha llevado bailarines, ha hecho un banquete en el departamento de ambos, así su Chuuya podrá notar que él puede ser responsable. 

Ha adornado de la mejor manera posible, pequeños listones blancos, rojos y azules, después de todo el blanco y rojo esta presente en las banderas rusa y japonesa. Las sillas tienen manteles blancos como fondo y los manteles los tres colores. Los invitados son la familia del pelirrojo, las demás ''damas'', unos cuantos bailarines con los que fue a Rusia y los amigos de Dazai, no mas de treinta personas.

Ha conseguido los platillos típicos rusos que sabe Chuuya odiará. Sobre todo vodka, conoce de su ligero rechazo a bebidas que no sean vino. Aunque Chuuya no se ha quejado su rostro muestra cuanto le desagrada la sopa -porque si bien en un banquete americano nunca habría sopa es algo común en Rusia, y él no podría hacer mas que ayudar a su amigo a apreciarla (propias palabras que uso cuando el pelirrojo cuestionó su decisión)- y la música del chelo que suena de fondo (elegida porque segun se enteró el ruso toca ese instrumento).

Puede sonar arrogante, pero siente que va por buen camino.  Nakahara le ha alagado por la decoración y Ranpo no deja de levantarle el pulgar.  En cuanto al puerta suena él sonríe, viene la ultima parte: la animadora de eventos. Una mujer rubia, alta y con curvas; en otros tiempos habría estado encantado de pedirle una cita, ahora lo unico que desea de ella es que lo haga quedar bien.

-¡Estoy tan feliz de estar con ustedes!- inicia mientras acomoda una maleta de metal plateada en una de las mesas, donde todos pueden verla. Los invitados se acercan a ella con sonrisas, esperando lo mejor y Dazai y Chuuya no son la excepcion- ¿Es una boda entre dos hombres?- Dazai asiente y ella sonríe nuevamente- en ese caso, centrémonos en la futura pareja. Pasen.

Dazai y Chuuya se sonrojan ligeramente pues los esta señalando a ellos.

-No, él no es mi prometido- aclara Chuuya y ella encoje los hombros.

-Pon atención amor, lo que te voy a mostrar hoy hará las noches de tu matrimonio muy divertido. tendrás que contárselo a tu pareja.

todos sueltan risitas, Chuuya tiene una expresion de duda, no entiende a que se refiere.

-Este- inicia mientras saca un objeto ligeramente redondo con punta y un tapón que Dazai reconoce como un plug anal- es lo mas básico, pero por eso mismo es necesario, sobre todo cuando comienzas a intentar el sexo anal.

Chuuya abre los ojos a mas no poder, Dazai rie nerviosamente, una copa se rompe y Osamu puede jurar que es de su futura suegra: Kouyou.

- ¿sexo que?- pregunta una inocente Kouka y Atsushi le tapa los oídos.

-¿no te agrada?- continua la rubia sacando otro juguete, un vibrador anal con control- este masajeador tal vez te guste mas, tu esposo puede ajustar las vibraciones a tu gusto, ambos van a disfrutarlo demasiado.

-¿Masajes?-pregunta esta vez Atsushi y Ryunosuke mira molesto a Dazai, toma al albino y a la niña para sacarlos de esa habitación. 

No es el único molesto, Chuuya se retira a su habitación. Desesperado mira hacia Ranpo que le hace una seña para que vaya tras Nakahara.

-Chuuya- pronuncia bajito mientras toca la puerta, es abierta y antes de que pueda decir algo el pelirrojo le da un golpe en el pecho. No es fuerte, pero los ojos llorosos de Chuya y la mirada de decepcion que le dedica le hacen sentirse el peor de todos.

-¿En serios Dazai?- pregunta mientras le da la espalda, Dazai cierra la puerta  y se acerca a él.

-Chuuya, yo no queria...

-¿No querias qué? ¿Hacer esto?- pronuncia con la voz ronca y Osamu desea abrazarlo- Debiste decírmelo, si te molestaba ser mi dama de honor yo no te habría obligado, sé que te dije que me lo debías , pero no era tan literal, si no deseabas hacerlo no me habria molestado contigo.

-Yo quería hacer esto, quería estar para ti, siempre - confiesa, no puede decirle que fue  ese ''siempre'' no es como amigo- pero Akutagawa me engañó, él me la recomendó.

-Por favor Dazai, madura, no puedes culpar a Ryunosuke por lo que haces, si de verdad lo quisieras hacer, habrias verificado el servicio antes de aceptar así como así la ayuda ¿O me equivoco? Siempre estas desconfiando de todos, justamente con algo importante para mi no lo haces.

-Chuuya...

-Desde que era niño... deseaba enamorarme de alguien, nunca puse un rostro o un genero, pero quería alguien amable, alguien con quien compartir mi vida, mis aficiones, lo que me gusta y disgusta, una cena, un café, ser prioridad para esa persona. Deseaba una boda hermosa, que mi novio me mirara con sus ojos brillando por mi, Dazai, por mi. No por lo que hiciera por esa persona, sino por quien yo sería, por quien soy.

Le mira fijamente con los ojos llenos de melancolía, Dazai quiere decirle que esa persona puede ser él. Que se ha perdido por él, que es lo mas valioso en su vida y no quiere perderle, pero ahora teme, porque cuando Chuuya necesito que él le demostrara era especial y su prioridad se quedó en hoteles con mujeres de las que no recuerda su nombre siquiera, y lo lamenta, por ser tan lento ahora va a perderle, ni siquiera él es tan egoísta para quitar a Chuuya lo que ha buscado toda su vida, Fyodor debe tener todo eso que Chuuya menciona y él se ha tardado en entregarle.

- Un salón adornado en dorado, una despedida de soltero normal, quizá algo de vino, mis platillos preferidos, música para bailar- el tono cambia a uno furioso, la melancolía abandona sus ojos al mismo tiempo-  no comida que sabes de sobra no me agrada, no una mujer mostrando juguetes sexuales a mi hermana menor. Solo deseaba disfrutar un poco, pero no te importa, porque siempre estas primero tú. Porque no has pensado en lo que yo deseaba, sino en lo que era mas fácil para ti o... - Duda, la furia mostrada momentos antes se desvanece como llegó, remplazada por decepción- Ni siquiera yo sé que pensaste, Osamu. Si quieres renunciar esta bien para mi, Dazai. No te voy a obligar a hacer algo que claramente no deseas.

.

.

.

-¿Papá?

Mori esta preocupado, desde hace años no recibe una llamada de su único hijo, cada que hablan es él quien llama.

-Dime, hijo.

-Voy a perder a Chuuya... Cuando descubri lo que sentia por él, él se enamoró de alguien más... Él... se casará.

Es tan obvio que ha amado a Chuuya desde años atras que no necesita explicarlo, su padre siempre hizo preguntas sobre que tan amigos eran, pero él nunca notó el tono sugerente. El silencio por parte de su padre no hace mas que incrementar la pesadez en su estomago y la desesperación. Cuando cree que no va ha haber respuesta su padre habla.

-Osamu... he cometido mucho errores en mi vida, pero solo hay dos de los que me arrepiento hasta hoy.
El primero es dejarte a ti, priorizar mi trabajo antes que mi tiempo contigo. Ahora estas en América y aunque deseo verte, sé que tu a mi no. No porque no me quieras, sino porque yo no estuve contigo, aprendiste a vivir con la ausencia de tus padres y  me hice innecesario en tu vida. La segunda cosa de la que me arrepiento es de haber dejado a tu madre, ella... ella era mi mejor amiga, fue lo mas importante para mi, pero tampoco me di cuenta cuando debía. La diferencia entre tu y yo, es que tu aun estas a tiempo, puedes hacer que él confíe en ti. Ve por él, cancela esa boda, conviértete en su esposo.

- ¿Cómo sabes que yo lo haré feliz?¿Que hay con el ''si amas algo déjalo ir''?

-Osamu... ustedes siempre fueron felices juntos, solo ustedes no lo notaban, y la frase que acabas de usar es de cobardes. Mi hijo no es un cobarde, sé que peleará por su Chuuya y lo hará feliz, como lo ha hecho todos estos años.

-Yo...

-¿Estas ayudando en su boda?

-Soy su dama de honor.

Ambos ríen.  No es hasta que le cuenta los detalles que su padre esta conforme, ademas de darle algunos consejos de como sabotear correctamente la boda.

Quiero robarme al novioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora